Ivanna Luna, egresada del Centro Pescar Santander en 2015, relata en diálogo con POST que siempre tuvo la ilusión de trabajar en un banco y en una oficina. En parte, el deseo, explica, corresponde a que su padre se desempeña en este rubro hace años.
“Al Centro yo lo conocía por una de mis compañeras, que sabíamos que había hecho la capacitación el último año del secundario”, recuerda Luna, quien trabaja actualmente en Santander, agregando que después de finalizar el colegio decidió anotarse con la motivación de que esa “podía ser una puerta para el día de mañana poder entrar a trabajar al banco”. Hace cinco años que se desempeña en la empresa: los primeros cuatro fueron en el call center y en diciembre de 2019 le llegó la oportunidad de pasar al sector de Comercio Exterior, carrera que está estudiando.
La Fundación Pescar Argentina es una organización de la sociedad civil sin fines de lucro que trabaja desde 2003 en Argentina con el sector privado, ONGs y organismos gubernamentales con el objetivo principal de formar a las personas para que puedan insertarse en el mundo del trabajo y diseñar un proyecto de vida realista. El Centro Pescar Santander es uno de los espacios de formación impulsados por la fundación y el Banco.
Algo similar le ocurrió a Patricio Farias, egresado en 2019, quien admite que se inscribió al curso porque le daba mucha curiosidad aprender habilidades técnicas, laborales y emocionales. Actualmente trabaja en Severgnini, Robiola, Grinber & Tombeur abogados como cadete administrativo. Afirma estar muy contento de poder estar en un trabajo formal, para obtener experiencia y cubrir sus gastos, con los que paga, entre otras cosas, sus estudios.
Por su parte, Fiorella Villalba, egresada en 2019, indica que justo ese año cumplía 18 y ya venía pensando en conseguir un trabajo. “Por suerte apareció la Fundación Pescar, quienes me ayudaron muchísimo en todo”.
En ese sentido, Fiorella cuenta que gracias al curso consiguió realizar una pasantía que estaba abierta sólo para chicos de Pescar, que constó de varias entrevistas eliminatorias. De esa manera ingresó a Puente Hnos S.A, una agencia de liquidación y compensación donde se desempeñó como Asistente de Compliance. “La verdad, fue una de las cosas más lindas que hice. Me tocó un puesto en una gerencia importante, el equipo era hermoso. Pude desempeñar bien mis tareas. Fue mi primer trabajo y estaba muy feliz”, recuerda.
El Programa
Luna cuenta que el tema principal del programa es la inserción laboral, donde se abordan aspectos importantes como el “autoconocimiento, técnicas personales, descubrir actitudes de uno mismo y el proyecto de vida”. Después, agrega, la capacitación profundiza en conocimientos más técnicos. En relación a esto, ejemplifica: “Venían empleados del banco y nos contaban cómo funcionaba el contact center, Recursos Humanos, tecnología, atención en sucursales, entre otros sectores”. El objetivo de estas charlas inspiracionales es que los jóvenes del Centro conozcan experiencias laborales y académicas, y a partir de las mismas puedan pensar y proyectar las propias.
Farias añade otros temas vistos como, por ejemplo, armar un CV correctamente, prepararse de la forma adecuada para una entrevista y saber qué es lo que buscan los reclutadores. En esta parte, les enseñan a los chicos a interactuar con personas de Recursos Humanos y poder transmitir las habilidades que cada uno tiene, según relata Luna.
Villalba también suma la “formación en nuevas tecnologías” y describe que durante todo el proceso “ayudó mucho Santander, poniéndole siempre la mejor onda” brindando espacios, charlas, materiales y hasta enseñanzas que brindaron los mentores, empleados voluntarios del Banco que acompañan a los chicos durante toda su formación en el Centro. Además, resalta la oportunidad de hacer la práctica en el call center del banco: “Fue una muy linda y única experiencia”.
Qué destaca cada uno
Luna relata que lo que más le sirvió fue indagar en su “Proyecto de vida”. Explica que en aquel entonces tenía tantas ideas en la cabeza y cosas que le gustaban hacer que Pescar la ayudó a ordenarse. “Por ejemplo, yo siempre había pensado en ser profesora. En el ‘Proyecto de Vida’ lo que hacían era sentarte a que vos pienses y te preguntes: ‘¿me veo haciendo esto todos los días, de acá a cinco o diez años?’. Y ahí te replanteás las cosas. Entonces, en ese módulo puntualmente, en la parte profesional, te hacían buscar distintas carreras que a vos te interesaran. Había que buscar el plan de estudio, qué universidades las dictaban, qué posibilidades de beca había. Una investigación de mercado de tres carreras mínimo que a vos te gustaran. Hoy estoy estudiando Comercio Internacional y me encanta”, describe.
Para Villalba fue muy importante el autoconocimiento. Explica en la entrevista con POST que previamente a la capacitación con Pescar, le costaba detectar sus debilidades sin subestimarse. “Fue algo que todos los días con todos mis compañeros íbamos trabajando”, cuenta. A su vez, la simulación de entrevistas la ayudó a llegar más confiada al momento de enfrentarse a una real. “Con mi orientador y mis compañeros aprendimos mucho a confiar en nosotros mismos”, relata.
Agrega que en el Centro aprendió a usar portales de empleo para conseguir oportunidades de entrevistas, que se convirtieron en sus primeras experiencias. Asegura que de cada una se llevó algo valioso y aplicó conocimientos adquiridos en Pescar: “Desde la actitud, la postura, vestimenta, maneras de hablar y un montón de consejos más que capaz antes no tenía mucha idea. Aprendí a cómo sobresalir en una entrevista mostrándome tal cual soy”.
En esta línea, hace una comparación con lo aprendido en el colegio: “Lo único que ya sabía era lo relacionado a la tecnología: Excel, Word, Power Point y un poco de programación; pero toda la formación personal, socio-emocional y técnica fue algo nuevo. Empezamos conociéndonos a nosotros mismos para después saber qué decir y cómo decirlo”.
Patricio Farias tiene una mirada similar a la de Villalba con respecto a lo incorporado en el Centro Pescar, ya que le dio “mucha confianza” para afrontar determinadas situaciones. Además, las herramientas le sirvieron para expresarse mejor en todo sentido y organizarse de manera más efectiva.
Por qué lo recomiendan
Luna dice que el programa se lo recomendaría a cualquier estudiante que esté en el último año: a los que ya tengan una idea de lo que quieran estudiar y a los que no. Insiste en que Pescar ayuda a ordenarse en varios aspectos y a conocer cómo es el mundo laboral.
Villalba considera que es una “oportunidad increíble, desde los conocimientos hasta la experiencia”. Y expone que el Centro brinda un gran acompañamiento y da las herramientas para que en el futuro uno sepa cómo manejarse.
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