La llegada de la pandemia movilizó a las marcas a preocuparse más en la salud de su personal. Expertos revelan las claves para convertirse en una empresa saludable y resaltan las actividades ideales para obtener grandes resultados.
El arribo de la pandemia no solo marcó un antes y un después en la forma de trabajar. También, significó un cambio radical en la vida saludable de las personas que, frente a la incertidumbre de Coronavirus, son más propensas a la ansiedad o el estrés que influyen en problemáticas como la depresión, el Burn Out o el sedentarismo, entre otros.
Frente a este contexto, las compañías deberán apuntar a convertirse en “empresas saludables” una actitud que va más allá de acciones aisladas. “Una empresa saludable es aquella que trabaja para mantener a sus colaboradores físicamente en buen estado, mentalmente enfocados, emocionalmente conectados y alineados con los objetivos, destinándole tiempo a entrenar estos tres pilares: Físico, mental y emocional, de manera integral”, define a POST Verónica Casati, directora de Actitud Bienestar, compañía que promueve hábitos saludables en ámbitos laborales y ofrece consultoría saludable.
La vida laboral en la actualidad implica altos niveles de actividad durante largos períodos en entornos inciertos y cambiantes. Esto provoca nuevos desafíos que requieren de mayor energía, herramientas e innovación en las personas. La Health & Mental Coach comparte que el rendimiento de una persona “baja un 60% y se duplica el margen de error cuando uno de estos tres pilares no está en equilibrio, sufriendo un gran desgaste que se traduce en agotamiento, cansancio extremo, estrés, que junto a los malos hábitos desencadenan en enfermedades”. Por ende, una empresa saludable, siempre va a obtener un alto rendimiento.
Bajo esta línea, Sergio Saidel, director de Compañía Saludable, afirma que disponer de capacidades funcionales físicas y psicológicas en un entorno social óptimo, “permite desarrollar una trayectoria vital con garantías y, si es posible, en armonía con el ecosistema”. Por lo tanto, la salud, -agrega- “está determinada no sólo por factores sanitarios, sino también por aspectos sociales y de recursos”.
Cómo ser más saludable
A la hora de aconsejar sobre cómo pueden las empresas adquirir hábitos saludables y convertirse en un espacio de contención física, salud y mental para los equipos, la directora Actitud Bienestar sostiene que, primero y lo importante, es crear un sistema “que integre la cultura del bienestar al negocio, siendo real y coherente, atravesando todos los niveles de la empresa”. Una vez aplicado -comparte Casati- se puede llevar una serie de iniciativas:
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Comunicación fluida:
“Compartir valores y objetivos para que el trabajador o la trabajadora tome conciencia de la misión general de la empresa, como así también su situación actual, creando escenarios claros del futuro hacia dónde va el negocio y herramientas para mostrarlo”.
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Mantener al equipo conectado durante el aislamiento:
“Fomentar el contacto constante entre las personas es una buena alternativa para que mantengan la conexión a distancia, asegurarse de que están bien y atender sus necesidades. Mantener el canal abierto para las conversaciones propias del descanso del café o hacerse bromas. Como así también crear algún espacio exclusivo para responder y dar soporte a problemas personales puntuales”.
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Estar presentes en las cargas familiares del personal:
“Es necesario considerar que muchos empleados y empleadas tienen cargas familiares que atender. Se recomienda trabajar estrechamente entre la empresa y las personas que trabajan, y diseñar un horario de trabajo que se adapte mejor a cada situación particular dependiendo de su puesto y sector”.
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Contar con profesionales de la salud:
“Ya sea para realizar video-consultas, psicólogos y Coach siempre son bien valorados por los las personas”.
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Incorporar buenos hábitos:
“Incluir iniciativas como actividad física, alimentación saludable, buen descanso y pausas durante la actividad laboral que permitan regenerar la energía para continuar. Y también, entrenamiento mental, como un recurso que ayuda a disminuir el estrés, ansiedad, mejorar el foco y la concentración para ser más productivos”.
Las propuestas
Más allá de los cambios de hábitos propios de las empresas, también estas solicitan la ayuda de expertos y compañías especializadas que ofrecen alternativas variadas. Entre ellas, desde ‘Actitud Bienestar’ comparten que, por ejemplo, cada vez más marcas consultan por el programa de alto rendimiento Líder Atleta®.
Esta iniciativa, dice su directora, consiste en “brindar las mejores prácticas del deporte de alto rendimiento, combinando aspectos físicos, mentales y emocionales para desarrollar un estado superior en el individuo que se enfrenta diariamente a grandes exigencias laborales y personales”. Es decir, llevar buenas prácticas del deporte de élite a la vida cotidiana de las personas.
Por otro lado, desde Compañía Saludable, ofrecen una plataforma on line de actividades, donde las empresas pueden llevar adelante cualquier práctica en el momento que les sea propicio. Sobre su catálogo, Saidel comparte que ofrece “diversas técnicas milenarias y contemporáneas que invitan al empleado o empleada a contrarrestar el estrés ocasionado por los nuevos formatos para tomarse un tiempo de relajación efectiva, reducción y prevención de dolores físicos, enfoque mental y acceso al estado de bienestar”.
Santander saludable
Desde hace tiempo, Santander viene llevando a cabo iniciativas en favor de la salud de sus equipos de trabajo. A nivel Global, por ejemplo, cuenta con un programa de bienestar denominado ‘BeHealthy’: “Esta unifica las diferentes iniciativas propuestas por los países para impulsar y promover hábitos saludables tanto dentro como fuera del entorno de trabajo, inspirando a nuestros equipos y sus familias a adoptarlos en cuatro pilares: Conócete, Aliméntate, Muévete y Equilíbrate”, afirma Guillermo Barbosa, Responsable de Salud de Santander Argentina.
Las actividades propuestas en cada uno de esos pilares se transformaron a partir de la pandemia por COVID-19. Barbosa explica que, para seguir fomentando esa actitud desde un modo remoto, fueron incluyendo nuevos servicios y propuestas alternativas. “Incorporamos la asistencia en salud mental a nuestros colaboradores, un programa de acompañamiento en fertilidad y seminarios web con especialistas para tratar diferentes temáticas. Fueron varias, entre ellas, por ejemplo, sobre gestión emocional, prevención y actualización en COVID-19; primeros auxilios psicológicos; hábitos saludables en familia”.
En relación a la actividad física y modalidades presenciales, las clases de yoga, shiatsu, meditación, pausas activas y el propio gimnasio pasaron a un formato virtual. Sumado a esto, complementan la propuesta con un centro médico, que cuenta con especialistas en kinesiología, odontología, nutrición, clínica médica, cardiología, traumatología, laboratorio y guardia de enfermería. Un gimnasio y un comedor con menús “BeHealthy”. Todo esto, desarrollado en el edificio corporativo exclusivo para colaboradores Santander.
Campañas de comunicación, desarrollo de protocolos; servicios de infectología para brindar asesoramiento; identificación de un mapa de grupos de riesgo de personas con patologías, son otras de las propuestas de Santander en busca de un mayor cuidado de su personal en la pandemia.
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