Expertos revelan a POST las cuestiones que los movilizan y cuentan qué los hace sentir realmente cómodos y qué valoran de una empresa.
En un contexto de post-pandemia, adquirir y retener talento será un verdadero desafío para las empresas. Estás se verán obligadas a readaptar sus estructuras y renovar sus ofertas para seducir a los jóvenes. Entre ellos, sobre todo, se encuentra la Generación Z que cuentan con otras prioridades y exigencias para con el mercado laboral reinante.
En diálogo con POST, Yael Ridelener, consultora de Humanize Consulting, los define como “autodidactas, empoderados, realistas, desprendidos, creativos, impacientes y poco egoístas”. También, dice que los mueven las causas sociales y ser agentes de cambio, además de ser “muy comprometidos -principalmente con ellos mismos y con lo que los moviliza-”.
A su vez, la consultora de Recursos Humanos Page Personnel, señala que son personas “muy independientes y seguras de sí mismas”, y remarca que todas las posibilidades de aprendizaje que les ofrece la Red “les permiten autoformarse” en varios territorios; y es por eso que adquieren “conocimientos especializados y una gran tendencia al emprendimiento”.
Por su parte, Patricia Rodríguez Aguirre, Directora en Sociología y Politología, sostiene que los jóvenes de la Generación Z son “mucho más audaces en las tomas de decisiones, más frontales”. En ese sentido, indica que “saben descubrir lo importante, tanto en una clase o un trabajo”, y “buscan la coherencia entre la persona y el profesional, algo que quizás no ocurría antes”.
Profundizando sobre el trabajo, Aguirre entiende que los jóvenes de hoy no tienen problemas de cambiar, si es que no ven una oportunidad de crecimiento donde se encuentran: “No se van a quedar esperando mucho tiempo”, asegura. Asimismo, enfatiza que su compromiso “dependerá de si el proyecto les gusta o no”.
Respecto a algunos aspectos negativos, Page Paersonnel desliza que al estar acostumbrados a acceder rápidamente a la información y estar en contacto permanente con personas de todo el mundo con solo abrir el celular, puede ser que desarrollen “cierta impaciencia y dificultades para la concentración”.
En una misma línea, Aguirre apunta al hecho de que a veces no tienen proyectos a largo plazo: “Creo que eso hace que a veces pareciera que no hay una reflexión en ellos o una perseverancia en el tiempo. Y lo veo como un defecto”, explica.
Disfrutar en el trabajo
Ridelener dice que hoy los jóvenes y nuevos talentos miran mucho la ética y el propósito de la compañía para la cual trabajan: “Valoran la autenticidad, la transparencia y quieren un empleo que impacte en el mundo”, afirma.
Por otro lado, describe que la autonomía que puedan llegar a manejar también es importante para ellos, al igual que la pertenencia que sientan con el lugar para el cual trabajan: “Que perciban que se les da real autonomía y, sobre todo, confianza en como ellos prefieran administrar su tiempo, es fundamental. Es una generación que entiende el real valor de la independencia y no estarán dispuestos a perderla en un empleo”.
En ese sentido, asegura que el disfrute en todo lo que hacen “es importante, y también buscan encontrarlo en el trabajo”. Por eso, explica que se inclinan por empleos que se relacionen con sus pasiones y hobbies, y quieren rodearse de personas que sientan como pares. Desde ese lado, “las organizaciones horizontales son las ganadoras para esta generación”, agrega.
En sintonía, Aguirre desliza que, si bien el dinero es importante para ellos y los seduce, también les es relevante saber la gente con la que trabajarán, el lugar físico, la identidad y el código que puedan llegar a compartir con sus compañeros y la compañía en cuestión.
Profundizando más sobre características de la Generación Z y para cerrar, Ridelener dice que el “cambio es algo constante para ellos, ya que nacieron y crecieron en un sinfín de cambios exponenciales”. Y es por eso -amplía- que valoran tener distintas experiencias. Por lo que, sin dudas, “un trabajo que se renueve y aspire a cosas nuevas, será valorado por los Z”.
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