Cuánto tiempo pasan las personas en redes sociales y cuáles son sus consecuencias

Por Equipo Santander Post | 19-10-2022 | 5 min de lectura

Los argentinos pasan un promedio de 9 horas frente a la pantalla. Tal es el poder de las redes sociales y el de los videojuegos, que lo que antes era considerado como entretenimiento, hoy alarma. 

Cada vez son más las personas que, gracias a las redes sociales, tienen la posibilidad de conocerse, comenzar y potenciar emprendimientos, animarse a mostrar sus pasos de baile o, incluso, posicionarse como prestadores de servicios y entretenimiento. 

Debido al boom de las redes, la Gen Z utiliza plataformas como Instagram y Tik Tok como motores de búsqueda. Es decir que, cuando se le pide a las nuevas generaciones que busquen información, un nuevo trending o algo de cultura general, no es Google su primera opción, sino las redes que se iniciaron para compartir fotos y videos.

Según Kushank Aggarwal, Product Consultant en Affinity, una consultora especializada en IT, esta respuesta de la Gen Z no debería ser sorpresa.

“Tiene todo el sentido. En primer lugar, los resultados de búsqueda de Google están plagados de anuncios y contenido impulsado por SEO, por lo que, básicamente, es probable que la empresa con el bolsillo más profundo gane su ‘clic’. En segundo lugar, lleva una eternidad llegar a lo que estás buscando. Un video de 15 segundos es mucho más atractivo y los me gusta/comentarios generan confianza”, detalla.

Por lo tanto, si las redes sociales ya se superponen a los motores de búsqueda tradicionales, y el tiempo destinado a cada plataforma es equivalente a posicionamiento e interacción en el mundo virtual, ¿cuánto tiempo llevan realmente las personas frente a una pantalla? ¿Es trabajo, oportunidad, entretenimiento o un pasatiempo?

Redes sociales: dos caras de una misma moneda

Las plataformas virtuales tienen muchos beneficios. Ayudan de forma casi democrática a posicionar profesionales y marcas emergentes, dan a conocer necesidades sociales para que otras personas puedan ayudar (el famoso caso de Santiago Maratea). Incluso, videos de no más de sesenta segundos y encuentros de streaming pueden invitar a sus consumidores a conocer y experimentar algo nuevo. 

¿Pero es su impacto 100% positivo?  Acorde a la fundadora de Chicas en Tecnología, Melina Masnatta, las redes sociales pueden generar “efectos secundarios” que afectan procesos cognitivos complejos, como el aprendizaje.

Aprender no solo implica tomar notas y tomarse el tiempo de releerlas, sino absorber y comprender la información que es obtenida. Si se cuenta con distracciones que pueden convertirse en adicciones, lo cual hace que se pierda la noción de tiempo, es muy difícil que esa información nueva sea absorbida correctamente por el cerebro y se pueda continuar estudiando sin tener la mente agotada o dispersa. 

Expertos diferencian el ser “app-dependiente” de ser “app-competente”. Mientras que el primer caso fragmenta el pensamiento, crea un sentido de competencia y pertenencia a través de cantidad de likes y posteos, provoca distracciones y, por lo tanto, problemas en el aprendizaje. 

La segunda opción, presenta una forma de uso de redes sociales responsable, en donde una persona elige en qué momento usarla, su objetivo de uso y saca de ella el mayor provecho. Generar un perfil profesional y a la vez creativo, por ejemplo. 

 ¿Cuánto tiempo pasan las personas frente a la pantalla?

Acorde a un informe realizado por Havas, la multinacional francesa de publicidad y relaciones públicas, los argentinos pasan un promedio de 9 horas y 38 minutos diarios en internet. Un 35% de ese tiempo es destinado a las redes sociales. Pero el dato más curioso brindado por Havas no es ese tiempo dedicado a las redes, sino que el 87% de los argentinos consume contenido relacionado con el gaming.  

El gaming, también conocido como el ejercicio y consumo de juegos electrónicos, es uno de los negocios que más ha crecido en los últimos tiempos. De hecho, Argentina fue uno de los países en donde más creció la industria de los videojuegos, que brinda un espacio para competir pero también para vincularse. Debido a la pandemia, en el 2021 el  gaming ya generaba $1.700 millones de dólares por semana, un 40% más que los años previos al Covid-19. 

Frente a diversas ofertas: videojuegos, redes sociales, motores de búsqueda, streaming y conexión virtual, las horas que los argentinos pasan en pantalla de forma diaria son casi tantas como las que pasan despiertos. 

Es preocupante, ya que tal como indica Masnatta, esta oportunidad de interactuar desde la virtualidad, puede traer consecuencias negativas, lo que implica un retroceso en el proceso de aprendizaje y una alienación al momento de hablar en público y/o relacionarse entre personas en el mundo “real”.

Por lo tanto, es importante conocer cuáles son las herramientas que brindan los juegos, las redes y las diversas plataformas y qué uso se les puede dar para que estas optimicen vínculos y oportunidades, sin perjudicar el rendimiento ni quitar horas de sueño.

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