Por qué el brainstorming es la puerta al mundo de la creatividad

Por Equipo Santander Post | 24-11-2022 | 5 min de lectura

Ser creativos es una habilidad valorada por las empresas u organizaciones. Cómo trabajarla en equipo y adaptarla a las necesidades actuales.  

La importancia de ser creativo dentro de una empresa ha ido variando a lo largo del tiempo y se ha vuelto cada vez más relevante. Hace décadas, contar con un equipo de trabajo creativo, aumentaba las posibilidades de una organización de poder innovar, producir y diferenciarse del resto. Hoy, con propuestas e iniciativas variadas, la creatividad se presenta como una herramienta valorada para poder mantenerse activo en épocas de cambios turbulentos e inmediatos. 

Las nuevas tecnologías han ocupado parte del espacio dedicado a la innovación. En la actualidad es muy fácil y accesible llegar a ideas que se le ocurrieron a otras personas sobre un determinado tema, en cualquier parte del mundo y con solo un click. Por eso, los expertos afirman que allí radica la importancia de adaptar la creatividad a las necesidades actuales, que quizás ya no tienen tanto que ver con pensar la mejor idea, sino con encontrarla.

“En el aspecto laboral, una persona creativa siempre es más valorada que una que no lo es. La capacidad de resolver situaciones inesperadas o de proponer más allá de lo que supone un rol, es vista como una cualidad positiva. Ser creativo o innovar, también nos permitirá mejorar la calidad del tiempo que pasamos en el trabajo”, cuenta a POST, Ricky Couso, especialista en creatividad y comunicación y director de Tank Buenos Aires.

Para las empresas, la creatividad es un factor fundamental, pero también difícil de llevar a la práctica de manera colectiva. “Hay un montón de metodologías que permiten generar ideas creativas individuales de una manera sencilla. Por ejemplo, la técnica mind mapping, que consiste en escribir una palabra y de allí conectarla con otras y armar con ello una red que permite formar ideas. También existen técnicas creativas basadas en analogías para buscar soluciones”, explica a POST Eduardo Kastika, Master en Gestión de la Ciencia y la Tecnología y Certificate in Advanced Facilitation Skills de la Creative Education Foundation de Nueva York. 

Sin embargo, las ideas creativas individuales no son por sí solas útiles, si no logran desarrollar en los equipos actitudes de escucha, apertura mental y cambio de enfoque. “Si alguien me pregunta qué es lo primero que hay que hacer para desarrollar la creatividad, digo que es cambiar algunas actitudes. Empezar a aceptar ideas que vos no hubieras generado y desarrollar frente a ellas una actitud de bienvenida”, agrega Kastika.

Crear en equipos

Ejercitar la creatividad colectivamente es incluso más complejo que individualmente, pero existen técnicas que son útiles a la hora de trabajarla. El brainstorming o torbellino de ideas, se destaca entre ellas como la puerta de entrada al mundo de la creatividad:

“El brainstorming es una herramienta de pensamiento colectivo creada para generar la mayor cantidad de ideas en un período corto de tiempo. Se invita a los participantes a trabajar en un tiempo determinado con el objetivo de no perder frescura y de tener un buen volumen de propuestas en bruto”, explica Couso sobre esta técnica. 

Es una muy buena puerta de entrada a la creatividad porque “no requiere un entrenamiento previo, se puede resolver en cualquier espacio y con materiales mínimos, un lápiz y un papel”, agrega. Bajo esta línea, explica que solo hay que tener cuidado en respetar las personalidades de los participantes “porque algunas personas son un poco introvertidas y a veces se sienten incómodas con este tipo de procesos”. 

La importancia del brainstorming para el trabajo en empresas, según Katika, tiene que ver con una cuestión metodológica. “El brainstorming ofrece una metodología y en las empresas las metodologías son muy importantes, sabes que es bastante más probable obtener una buena idea con esta técnica que si estás una hora yendo y viniendo con las ideas”, argumenta.

Para una correcta aplicación de la técnica, los especialistas explican que es recomendable dividir el tiempo: una determinada cantidad de minutos se deben dedicar a la generación de ideas y la otra cantidad de tiempo disponible a seleccionar las mejores. 

“La cantidad de tiempo dedicada a la generación y a la selección de ideas depende de la situación y de la técnica de quien maneje el brainstorming. Pero, en general, no se analiza idea por idea, sino que se hace una especie de rastrillaje intuitivo de esas ideas en un proceso de convergencia”, explica Katika. 

Innovar en el futuro

Una encuesta realizada por Pew Research a expertos sobre Inteligencia Artificial (IA) arrojó como resultado que para el 2030 la IA en red amplificará la efectividad del cerebro humano. Frente a ese contexto, la creatividad será más importante que nunca. 

Sobre este dato, Couso comparte a POST que una máquina, “podrá pensar más rápido o mejor que nosotros, pero no con la misma creatividad”, pero agrega que si le preguntamos a una computadora qué día es hoy, “su respuesta será un día, un mes y un año, pero nunca nos responderá: hoy, es un lindo día para salir a caminar”. 

Katika, por su parte, sostiene que el mundo de la red instantánea logra una generación y disponibilidad de ideas a muy bajo costo. “Quizás el futuro nos invite a no enfocarnos tanto en generar ideas, sino en aprender a elegirlas, llevarlas a cabo, probarlas y reformularlas cuantas veces sea necesario”.

Si bien la creatividad en soledad expande una misma visión, la creatividad entre muchos puede no solo crear ideas fantásticas, sino también, cambiar realidades.

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