Evitar caer en las trampas de los estafadores cibernéticos en las redes sociales es posible mediante algunas medidas de ciberseguridad. Cómo protegerse con ellas.
La ciberseguridad es una disciplina que busca minimizar los riesgos que pueden aparecer mientras las personas realizan acciones en las que se utilizan elementos tecnológicos conectados a Internet.
Tanto los dispositivos, como las aplicaciones, redes y hasta la información que los usuarios generan y utilizan a diario, están expuestos a una serie de ataques que podrían comprometer el normal desarrollo de esas actividades profesionales, corporativas o individuales.
Según el informe “Digital 2022” publicado por We Are Social y Hootsuite, el uso de redes sociales es una de las actividades más populares que las personas realizan en internet. El estudio detalla que hay 4.9 billones de usuarios de redes sociales en todo el mundo, aproximadamente el 63% de la población mundial. Asimismo, cada una de estas personas destina, en promedio, dos horas y media cada día a navegar en redes sociales como Facebook, WhatsApp, Instagram, YouTube, Twitter, TikTok o LinkedIn, entre otras.
Las redes sociales son, entonces, un punto de interacción muy importante en todo el mundo y ese es tan solo el primero de todos los motivos que las hacen atractivas para los ciberdelincuentes. “Las estafas ocurren por cualquier vía de comunicación, el tema está en que los atacantes suelen utilizar servicios altamente demandados por el público como son las redes sociales. Pueden llegar a miles de personas de una forma muy sencilla y, además, pueden crear perfiles falsos para hacerse pasar por alguien que no son”, explica en diálogo con POST, Martín Oettel, especialista en ciberseguridad y fundador de la ONG Pasando Data.
Otra de las condiciones que prepara el terreno para los ciberdelitos es, según Oettel, la falta de conocimiento. “Hay mucha gente que no tiene un nivel de formación en materia de seguridad que le permita identificar potenciales escenarios de estafas. Si bien en los últimos años muchas organizaciones vienen haciendo campañas de concientización para que las personas se eduquen, estamos todavía lejos de lograr que la sociedad tome el tema con la seriedad que corresponde”.
Cómo reconocer una estafa
Es importante mantenerse alerta y consciente de los riesgos al utilizar las redes sociales y tener presente algunos puntos para evitar caer en este tipo de engaños. “Lo primero que hay que hacer es prestar atención al nombre de dominio que figura en el email o cuenta de redes sociales que haga el contacto para corroborar que sea de la empresa u organismo real y no uno falso”, aporta Oettel.
En el caso de que se trate de una empresa, organización o un banco, por ejemplo, es fundamental chequear las verificaciones de cuentas: “Si no posee tilde azul en Instagram y Facebook generalmente es porque se trata de cuentas nuevas. Otro dato que se puede verificar es si tiene mucha o poca cantidad de seguidores”, explica en diálogo con POST, Sebastián Cafaro Cadillac, del equipo de Prevención de Fraudes de Santander.
“Una de las metodologías más comunes es que las cuentas falsas generan solicitudes de amistad y envían mensajes por inbox sin que el cliente lo solicite y por lo general, ningún organismo o empresa lo hace. Otra alerta es la solicitud de datos confidenciales. Por ejemplo: un banco nunca va a pedirte datos de tu tarjeta de crédito, clave y usuario o códigos de seguridad”, suma el experto.
Además de estas acciones, otras de las más comunes son llamar la atención para que el usuario tenga una respuesta rápida y sin mucha reflexión. “Si hay alguna promoción, oferta o regalo extraordinario que nos llega como caído del cielo, también hay que sospechar”, explica Oettel. Por último, es posible identificar una estafa si los mensajes tienen archivos adjuntos o links adicionales. Según el experto, los links “suelen contener malware que podría infectar nuestros equipos. Si no conocemos al remitente, es importante no abrir el archivo que se envía”.
¿Cómo operan las estafas?
La creación de cuentas falsas de empresas- como bancos o billeteras electrónicas- o de personas que dicen ser asesores de clientes tienen un objetivo en común: obtener datos. “El objetivo de esto es luego suplantar la identidad de una persona en una red social, acceder a sus servicios online de almacenamiento y ver toda su información o estafar a las personas mediante compra-venta de productos que no existen, como ocurre mucho en MarketPlace”, explica Oettel.
En el mismo sentido, desde el equipo de Prevención de Fraudes de Santander añaden: “La modalidad más frecuente que usan los estafadores, es robar fondos de cuentas, generar activaciones de préstamos u obtener los datos de tus tarjetas de crédito para luego hacer consumos. Para ello intentan detectar a los clientes que tienen algún reclamo sin resolver o nuevos seguidores de las cuentas oficiales e intentan contactarlos haciéndose pasar por una cuenta oficial de la empresa”.
Qué hacer tras una estafa
Lo primero que hay que hacer, explica Cafaro Cadillac, es modificar las claves de las cuentas que obtuvieron los estafadores para quitarles el acceso a las mismas. “Es importante denunciar la cuenta dentro de la red social y a la empresa que están suplantando la identidad para que gestione la baja de la misma lo antes posible y no continúe estafando a otras personas”, agrega.
Otra opción es hacer la denuncia de estafa en la justicia. “En Argentina se puede realizar la denuncia en la UFECI y también en Defensoría del Consumidor. A su vez, podría abrirse un caso ante la empresa que hace de intermediaria”, aporta Oettel.
En caso de que la estafa haya sido de cuentas o productos bancarios, es fundamental comunicarse con los teléfonos oficiales de dicha empresa para que gestione los bloqueos correspondientes a la cuenta o tarjetas y en caso de que existan movimientos de fondos que el titular no haya realizado, se informe a las otras entidades para gestionar el recupero.
Si sufriste una ciberestafa con tus productos de Santander comunícate las 24hs al 0800‐666‐0330.
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