Acoger una mirada de reconocimiento de la imperfección podría provocar transformaciones positivas al liberarnos de expectativas ilusorias. Además, impulsa la autoaceptación y el progreso personal.
Adoptar una mentalidad imperfeccionista puede generar una serie de cambios positivos en la vida de las personas. En primer lugar, permite liberarse del peso de expectativas poco realistas, fomentando la aceptación personal y la autoestima saludable. Aceptar imperfecciones permite enfocarse en el crecimiento personal y el desarrollo de habilidades, en lugar de perseguir una idea inalcanzable.
Además, ser imperfeccionista promueve la resiliencia emocional, alentando a enfrentar los desafíos y fracasos como oportunidades de aprendizaje y crecimiento, en lugar de como evidencia de defectos personales.
En última instancia, esta mentalidad brinda la libertad de experimentar, explorar y disfrutar de la vida en su complejidad, al permitir un mayor grado de autenticidad y conexión con el interior de cada persona y con los demás.
¿Quién no busca la perfección?
La mayoría de las personas está detrás de ello. Lo curioso es que se lo considere positivo pese al perjuicio que esa búsqueda de “lo perfecto” causa. Muchos, pueden sentir sensaciones de pánico escénico al no tener todo como lo representó su estereotipo mental e incluso quedar congelados frente a la acción.
Por ello, en la búsqueda constante de la excelencia, a menudo se pasa por alto el valor de la imperfección. ¿Podría ser que la imperfección sea una virtud en sí misma? En lugar de ver las imperfecciones como defectos, se puede aprender a abrazarlas como partes esenciales de la vida.
Los defectos hacen a cada individuo único, recuerdan su vulnerabilidad y lo conectan con los demás en un nivel más profundo. Al aceptar las imperfecciones, se cultiva la compasión hacia uno mismo y hacia los demás, fomentando relaciones más auténticas y significativas. Por esta razón, se puede decir que la imperfección se convierte en una virtud que permite vivir con autenticidad, empatía y gratitud por la belleza que reside en la incompletitud.
De acuerdo a la psicóloga mexicana especializada en migración y trauma de la salud mental, Gabriela Romo, docente de la Universidad de Oxford, “el perfeccionismo se puede relacionar con la ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos o la depresión. Son más los efectos negativos que los positivos. Y el tema es que culturalmente no los vemos. Esos efectos nos hacen sentir algunas veces inadecuados, que no estamos listos, vamos buscando la perfección antes de actuar y nos deja procrastinando”, explica en diálogo con POST.
Qué hacer frente a ello
Es muy importante no compararse con los demás, parte del perfeccionismo es tener expectativas y estándares muy altos. Otro punto importante, es pensar de una manera más positiva, cambiar el chip, pero de una manera favorable para no llegar al punto de que vale todo y nada importa.
Con otra perspectiva, la coach motivacional venezolana Patricia Werner, responde a través de sus redes sociales muchas consultas de personas que acuden con las dudas que deja la búsqueda de la perfección. “El perfeccionismo es una trampa de la que muchas personas somos presas y no nos damos cuenta. Es nocivo porque no nos permite lanzarnos a la aventura de la vida, es un freno constante, porque nos lleva a convertirnos en obsesivos compulsivos: si las cosas no están perfectas no salgo, no hago… y termino llena de inseguridades”, comenta Werner en diálogo con POST.
El procrastinar aleja a las personas de la felicidad y el éxito, porque siempre se está posponiendo. “Hay que salir en la versión Beta de uno mismo. Hay que iniciar la acción con lo que uno tiene”, aclaró Werner. En este sentido, la psicóloga Romo destaca que “la atención no tiene que estar en el resultado, sino en el camino, en el esfuerzo, en lo que requirió de la persona, en el reto”.
El perfeccionismo es una trampa de la que muchas personas somos presas y no nos damos cuenta.
Desde el coaching, Werner aporta dos preguntas que todas las personas deberían hacerse para alejarse de la paralizante búsqueda de la perfección:
- ¿Qué es lo que yo quiero?
- ¿Qué de esto es verdaderamente no negociable?
Además, compartió los siguientes tips para tener en cuenta:
- El perfeccionismo no es otra cosa que el miedo al rechazo.
- No se necesita la aprobación de nadie.
- Hay que aprender a lidiar con la incomodidad de salir incompleto e imperfecto.
- No existe el punto de la perfección humana.
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