La precariedad, los desafíos tecnológicos, el miedo a la desocupación, las exigencias laborales son algunos de los síntomas de Burnout que afectan al trabajo de las personas. Cómo superarlo.
El síndrome de burnout se convirtió en un problema cada vez más frecuente y afecta a muchas personas. Con el aumento de la presión por alcanzar altos niveles de productividad y la constante conexión digital, tanto las empresas como los trabajadores, deben tomar medidas para prevenir este agotamiento físico, mental y emocional.
¿Cómo identificar los primeros síntomas? ¿Qué acciones se pueden implementar para evitar llegar a un punto crítico? Entender el burnout y aprender a gestionarlo no solo ayuda a mejorar el bienestar personal, sino también a crear ambientes laborales más sostenibles y saludables.
“Los principales desencadenantes del burnout son la falta de claridad en el rol, la sobrecarga de trabajo y el trato de los superiores”, señala Lina Zubiria, licenciada en Recursos Humanos, socióloga y coach de desarrollo de carrera.
Además, advierte que las tareas monótonas y la falta de sentido o impacto en la labor contribuyen significativamente al agotamiento laboral. “El 22% de los empleados encuestados en un estudio que realizó Bumeran indicó que la falta de claridad en su rol es una de las causas en la aparición del burnout“, menciona Zubiria en entrevista con POST.
Los síntomas de esta problemática suelen manifestarse en tres dimensiones: física, mental y emocional. Zubiria explica que los síntomas mentales incluyen la constante duda sobre las habilidades propias y la falta de concentración.
En cuanto a los síntomas físicos, el agotamiento se refleja en la falta de sueño, dolores de cabeza y trastornos digestivos. Por último, en el plano emocional, las personas afectadas por este síndrome suelen experimentar irritabilidad, resignación y una sensación constante de insatisfacción.
Por su parte, el psicólogo especializado en salud laboral, Fernando Nieva destaca la importancia de reconocer el burnout a tiempo para evitar consecuencias graves. “Una estrategia posible para recuperar el control es admitir que la situación se salió de control”, explica. Según Nieva, el diálogo sincero con uno mismo, el descanso y la contención empática del entorno son fundamentales para prevenir la desensibilización emocional, una de las características más peligrosas de este síndrome.
Hacia entornos laborales saludables
Para Zubiria, las empresas deben priorizar el bienestar de sus empleados, revisar periódicamente la carga de trabajo y asegurar que las tareas asignadas tengan un sentido claro. “Diseñar entornos de trabajo seguros y abiertos al feedback constante es una obligación de las organizaciones”, afirma. Además, recomienda la incorporación de tecnología para automatizar tareas monótonas y liberar a los empleados de actividades que no añaden valor.
Nieva coincide con esta visión y añade que las expectativas y vínculos laborales también deben ser reevaluados por los trabajadores. “Reflexionar sobre qué significa el trabajo en nuestras vidas y cómo manejamos las expectativas es clave para evitar el burnout“, comenta a POST. Esta reflexión, junto con la contención emocional del entorno, puede ayudar a las personas a recuperar el equilibrio entre su vida personal y profesional.
En cuanto a la tecnología, Zubiria sostiene que, si bien puede ser una aliada para reducir el burnout, no reemplaza el papel de los líderes en la creación de un ambiente de trabajo saludable. “La tecnología puede automatizar tareas, pero ninguna herramienta puede suplir la empatía y el acompañamiento que un buen líder debe ofrecer a su equipo“, subraya.
Cómo se trata el burnout
Ambos expertos indicaron que la clave está en el alejamiento momentáneo de las tareas y responsabilidades y tratamiento de salud mental. Es importante poder diferenciar el burnout del estrés laboral común.
“El estrés es una respuesta a la presión, pero cuando esa presión se mantiene y no se maneja adecuadamente, deriva en burnout, lo cual es sumamente perjudicial”, aclara Zubiria. Ella sugiere estar atentos a señales de alerta, como el agotamiento mental, la pérdida de motivación y el descenso en la productividad.
10 estrategias para recuperar el control
Recuperarse del burnout no es una tarea fácil, pero es posible con el enfoque adecuado. Tras identificar los síntomas y las causas de este agotamiento emocional y físico, se deben tomar medidas para restaurar el equilibrio entre la vida laboral y personal.
Tanto Lina Zubiria como Fernando Nieva coinciden en que el primer paso es reconocer que se ha perdido el control y que, mediante acciones reflexivas y deliberadas, se puede retomar el bienestar.
A continuación, se presentan diez estrategias clave para enfrentar el burnout y volver a sentir satisfacción en el día a día:
- Recordar la resiliencia: Saber reconocer que se superaron muchos momentos difíciles a lo largo de la vida y valorar esa experiencia.
- Diferenciar vida personal y trabajo: La vida no se reduce solo al trabajo. Se debe definir los límites entre ambos, ayuda a no comprometer el bienestar personal por las demandas laborales.
- Aprender a decir “no”: Establecer límites firmes tanto en el trabajo como en la vida personal. No todo puede ni debe hacerse al mismo tiempo; saber cuándo decir “no” es clave para evitar la sobrecarga.
- Priorizar y planificar: La organización es una herramienta eficaz para reducir el estrés. Planificar las tareas y establecer prioridades claras permite trabajar de manera más efectiva y con menos ansiedad.
- Desconectar: Evitar el exceso de hiperconexión. El uso constante de redes sociales y dispositivos móviles puede impedir la desconexión mental, incluso durante los fines de semana.
- Tomarse descansos regulares: Incluso en los momentos de mayor carga laboral, es importante hacer pausas para recargar energías y evitar el agotamiento.
- Fomentar la comunicación abierta: Hablar con jefes, compañeros o colaboradores sobre los límites y preocupaciones ayuda a generar soluciones que disminuyan la presión.
- Cuidar el bienestar físico y mental: El autocuidado es esencial. Dormir lo necesario, llevar una alimentación balanceada y practicar actividades que alivien el estrés, como el ejercicio o la meditación, son necesarias para mantener el equilibrio.
- Buscar apoyo social: Contar con una red de amigos y familiares en quienes confiar es vital. Compartir preocupaciones y emociones ayuda a liberar la tensión y recibir el apoyo necesario para enfrentarlas y superarlas.
- Solicitar ayuda profesional: Si el burnout impacta gravemente la vida diaria, es recomendable acudir a un profesional.
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