Crear un equilibrio entre las demandas laborales y la salud emocional resulta clave para evitar el agotamiento y mantener la motivación. Conocé algunas estrategias para fortalecer tu bienestar en el trabajo.
Los jóvenes enfrentan desafíos emocionales significativos constantes que van desde la presión por alcanzar el éxito hasta la comparación en redes sociales. Varios psicólogos y expertos en bienestar emocional señalan que la resiliencia, entendida como la capacidad para superar adversidades y aprender de ellas, es fundamental para afrontar estas dificultades.
A esta generación le toca lidiar con un entorno laboral cambiante, marcado por la inestabilidad y la alta competitividad. Las expectativas en torno al éxito profesional, junto con las presiones económicas, generan que los jóvenes experimenten altos niveles de estrés y ansiedad desde sus primeros trabajos. La búsqueda de independencia financiera, sumada a la aspiración de mantener un estilo de vida propio o incluso superior al de sus padres, suele confrontarse con la realidad de salarios iniciales bajos y pocos beneficios laborales.
Según Sebastián Girona, psicólogo, la resiliencia es clave para tolerar frustraciones tanto en la búsqueda de empleo como en el trabajo en sí. Explica que esta habilidad, que puede ser innata o adquirida a través del entorno, permite enfrentar obstáculos y crecer a partir de ellos.
Girona observa un cambio en la relación que las nuevas generaciones tienen con el mundo laboral, ya que hoy el trabajo no suele ocupar el primer lugar en su escala de prioridades, como sí ocurría en generaciones anteriores. Esto modifica también la manera en que gestionan el estrés y, en muchos casos, los jóvenes consideran cambiar de empleo rápidamente si experimentan insatisfacción.
El psicólogo recomienda que los jóvenes moderen sus expectativas sobre el trabajo para evitar decepciones, ya que ningún empleo es perfecto y todos conllevan complejidades. Además, menciona que la autoexigencia sin dirección puede llevar a la frustración, por lo que resulta esencial que cada persona tenga un sentido claro de hacia dónde quiere orientar su carrera.
Los desafíos emocionales que enfrentan los jóvenes en el trabajo
Camila Giménez, también psicóloga, destaca que la presión por el éxito temprano es uno de los mayores desafíos emocionales para los jóvenes, en especial al acercarse a los 30 años. La inseguridad laboral, la alta rotación en el empleo y la discrepancia entre expectativas y realidad salarial pueden aumentar esta tensión, pues muchos jóvenes esperan poder alcanzar una independencia financiera rápida, pero se encuentran con que sus ingresos iniciales apenas cubren gastos básicos.
Además, Giménez advierte que el síndrome del impostor afecta a muchos jóvenes, especialmente a aquellos con formación técnica, ya que sienten que no están a la altura de sus propias metas o expectativas. La psicóloga trabaja con ellos en terapia para reconocer y gestionar estos sentimientos, enseñándoles a identificar creencias autolimitantes y a construir una autoimagen más saludable.
Otro factor que afecta la salud emocional de los jóvenes es la constante exposición a la vida idealizada de otras personas a través de redes sociales. Giménez explica que la comparación incesante y las imágenes de éxito aparente pueden minar la autoconfianza y crear un sentimiento de insuficiencia. Este fenómeno, sumado a la dificultad para desconectar mentalmente debido a la hiperconectividad, obstaculiza la recuperación emocional y eleva los niveles de estrés.
Para enfrentar estos desafíos, la psicóloga sugiere que aprendan a establecer límites con la tecnología y practiquen herramientas de manejo de ansiedad, como el mindfulness, el cual ayuda a reducir la ansiedad y a aceptar las situaciones tal como son. Giménez afirma que el mindfulness puede ser una herramienta valiosa para los jóvenes, ayudándolos a regular su sistema nervioso y a manejar sus emociones sin caer en comparaciones perjudiciales.
Herramientas para desarrollar resiliencia emocional
Para desarrollar resiliencia emocional, ambos expertos coinciden en que los jóvenes deben aprender a gestionar sus emociones y a ajustar sus expectativas de manera realista. Giménez, desde un enfoque cognitivo-conductual, enseña a sus pacientes a identificar pensamientos automáticos que intensifican su ansiedad y a reemplazarlos por otros más constructivos.
A su juicio, esta es una habilidad que debe fortalecerse con la práctica diaria y que ayuda a los jóvenes a enfrentar la presión laboral sin sacrificar su bienestar.
Cómo los líderes pueden fomentar un entorno laboral saludable
Los expertos también subrayan la importancia del liderazgo en el bienestar emocional de los jóvenes. Un ambiente de trabajo donde el líder practica la empatía proporciona retroalimentación constructiva, y reconoce los logros de sus colaboradores, contribuye al desarrollo de la resiliencia. Para Giménez, los líderes que inspiran a sus equipos a ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje ayudan a reducir el estrés y a promover una cultura de apoyo y crecimiento.
Por su parte, Girona resalta que un buen líder debería mostrarse humano y accesible, permitiendo que sus colaboradores perciban que incluso las figuras de autoridad enfrentan dificultades.
El equilibrio entre la vida personal y laboral
Muchos jóvenes expresan sentirse agotados debido a que no logran desconectar completamente del trabajo. La psicóloga recomienda establecer límites claros para dedicar tiempo a actividades personales y al descanso, y así recuperar energías y enfrentar las demandas laborales de manera más saludable.
Girona también enfatiza que lograr un equilibrio entre ambos aspectos de la vida es esencial para el bienestar. Y asegura que es imposible evitar todos los factores estresantes, pero con la actitud y las herramientas adecuadas, es posible manejarlos de forma que el impacto negativo sea mínimo y momentáneo.
Cuáles son las señales de agotamiento emocional y cómo identificarlas
El agotamiento emocional es un problema cada vez más frecuente entre los jóvenes que inician su carrera. Según Giménez, algunos de los síntomas más comunes incluyen fatiga, insomnio, irritabilidad, dolores físicos y ansiedad intensa, que en ocasiones se presenta en forma de ataques de pánico.
La autoexigencia y el perfeccionismo contribuyen al desgaste emocional, y, a menudo, los jóvenes no logran reconocer estos síntomas hasta que se intensifican. Por eso, Giménez aconseja desarrollar habilidades de autocuidado, como saber cuándo es necesario tomar una pausa y realizar actividades que ayuden a aliviar el estrés.
Ambos psicólogos coinciden en que el acceso a psicoterapia y a programas de bienestar en las empresas puede ser decisivo para que los jóvenes enfrenten la presión laboral de manera efectiva. Los programas de apoyo que brindan acceso a talleres de desarrollo emocional y a recursos de salud mental, como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), demostraron ser efectivos en la reducción de la ansiedad y el estrés.
Al ofrecer un apoyo psicológico continuo, las empresas pueden contribuir al bienestar emocional de sus empleados y, al mismo tiempo, mejorar el clima laboral. El psicólogo concluye que construir resiliencia es un proceso que requiere tanto de una mentalidad proactiva por parte del individuo como de un ambiente laboral que fomente el crecimiento personal y el equilibrio.
La capacidad de enfrentar los desafíos y aprender de ellos les permitirá avanzar en sus carreras y mantener un equilibrio saludable entre sus vidas personales y profesionales.
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