Cómo funciona una tarjeta contactless y por qué es lo más seguro para tu salud

Por Equipo Santander Post | 27-05-2020 | 4 min de lectura

Qué son esta clase de dispositivos, cómo funcionan y por qué garantizan la seguridad, no solo financiera sino también de higiene para el cliente.

La pandemia de coronavirus nos obliga a extremar cuidados cuando se trata, sobre todo, de nuestra higiene. Y si bien las autoridades y los expertos recomiendan salir a la calle lo menos posible, hay ciertos trámites, como las compras del supermercado, que son vitales para nuestro día a día. 

En estos tiempos en los que lavarnos las manos constantemente se volvió una costumbre casi impuesta, el uso del efectivo no es lo más recomendado. Los billetes y monedas circulan de mano en mano y es difícil saber si son portadores del virus o no. 

Por eso, el medio de pago ideal para asegurarse evitar el contacto con el virus es la tarjeta de débito o crédito. Sobre todo, el tipo contactless (sin contacto), ya que permiten que sea solo uno mismo quien esté en contacto con el plástico y basta solo apoyarlo en la terminal de cobro para que se realice la transacción. 

De hecho, los pagos con tarjeta contactless son una alternativa cada vez más elegida por los usuarios y entre las razones que explican la inclinación del cliente por esta clase de tarjetas, la más destacada es que los dispositivos que forman parte de la operación nunca entran en contacto.

Para su funcionamiento, es suficiente acercar la tarjeta a una terminal para que el cobro se realice. De esta manera, se torna innecesaria la presencia de una unidad de procesamiento de la información de pagos, como puede ser un POS.

¿Cómo funciona?

Esta alternativa se da gracias a una tecnología que se denomina NFC (Near Field Communication), la cual hace plausible los pagos a través de la identificación por radiofrecuencia, a través de la comunicación que se genera entre la tarjeta y el sistema de cobranza.

Si bien suena complejo, es un formato que está presente en muchos teléfonos inteligentes. En el caso específico de las tarjetas, cuentan en su interior con una antena pequeña que el usuario no llega a apreciar al observarla a simple vista. Ésta es la que va a permitir al dispositivo –la tarjeta- establecer una conexión con la terminal del punto de venta.

En la teoría, la tecnología NFC puede funcionar a una distancia de entre 10 y 20 centímetros. Sin embargo, en la práctica los resultados son distintos y, en realidad, debe acercarse la tarjeta al TPV (terminal de punto de venta) un poco más de lo que indican los libros: con 4 o 5 centímetros ya es suficiente.  Todo este proceso no tarda más que un segundo. A través de esta posibilidad, el usuario está siempre en contacto con la tarjeta y evita la manipulación de la misma. Por otro lado, la transacción es más rápida y segura.

Consejos para mayor seguridad

Uno de los mayores temores que tienen aquellos que aún no cuentan con esta clase de tarjetas –y no se animan al cambio- es el tema de la seguridad. El hecho de no ser necesario el PIN para poder realizar la transacción genera cierta desconfianza y reticencia.

Sin embargo, que no sea algo “necesario” no implica que el usuario no pueda configurar su tarjeta para lograr mayor tranquilidad y seguridad. Una de las formas de hacerlo es reducir el límite máximo para pagar a través de este método sin que nos sea solicitado el PIN. De esta manera, nos pedirán el PIN cada vez que se realice una operación en cualquier punto de venta con una tarjeta contactless.

En segundo lugar, otra de las alternativas es recurrir al uso de fundas con protección RFID ¿Cómo funcionan? Muy sencillo: le otorgan a la tarjeta una suerte de inmunidad contra los lectores TPV. Por lo cual, si la tarjeta conserva la funda puesta, el lector no podrá recibir la información necesaria para realizar el pago. Para que funcione, es necesario retirar la funda.

Pero la protección que brindan este tipo de tarjetas no se da solo en relación a los datos de nuestras cuentas bancarias, sino también el hecho de que seamos los únicos que las toquemos, nos protegen de posibles gérmenes, como los que pueden transmitir coronavirus.

¿Dónde se puede pagar “sin contacto”?

La transacción con esta clase de tarjetas es posible en cualquier comercio donde se vea un símbolo como de Wi-Fi pero inclinado. Transacciones más rápidas y seguras ya son posibles en cadenas de restaurantes, locales de comida rápida, tiendas, farmacias y más. Por otra parte, para saber si ya contás con una tarjeta de este tipo, sólo es necesario buscar en el frente de tu tarjeta el indicador de Pagos sin Contacto, similar al símbolo que tienen los comercios:

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