El Internet de las Cosas (IoT) evolucionó, gracias a los avances de la tecnología, al Internet of Everything y las conexiones de los dispositivos a una red se expandieron a muchos ámbitos. Así lo explican David Galván, Gerente de Transformación IT en Santander Global Tech, y Marta Sánchez, responsable de Contact Center en Servicios Digitales, también en la empresa de servicios de tecnología del Grupo.
En primer lugar, los especialistas detallan que el Internet of Things (IoT) es la capacidad que tienen los dispositivos físicos para estar en Internet e interconectados con otros dispositivos. Es la comunicación máquina a máquina (M2M). Internet ya no es solo una nube, ahora tiene un cuerpo en forma de dispositivos. Estos dispositivos son los que se utilizan en la vida diaria: un smartphone, el auto, el horno, el router, los enchufes de la casa, el robot aspiradora, entre otros.
Hay miles de sensores, redes avanzadas de comunicaciones y procesos analíticos basados en el Big Data. Los objetos llevan cada vez más sensores, que se comunican con un sistema inteligente que genera información. Así lo explican Galván y Sánchez en el siguiente punteo en Santander Global Tech:
El Internet of Everything: IoT en todos los sectores
Hogar: La domótica hace posible que todos los dispositivos de un hogar estén conectados. Hoy hay disponible iluminación inteligente, cerraduras, persianas, asistentes de limpieza y muchísimos más dispositivos. Se puede controlar prácticamente la casa desde el celular. Dentro de poco se podrá tener una heladera capaz de avisar cuando un alimento está a punto de caducar.
Transporte: Autos conectados con su entorno, orientados a mejorar la seguridad y la experiencia del usuario dentro del vehículo. Por ejemplo, coches que buscan plazas de estacionamiento o que conducen solos.
Agricultura y ganadería: Sensores que toman medidas de temperatura y otras variables que ayuden a los cultivos. Geolocalización de los animales.
Energía y agua: Para conseguir una gestión más eficiente y un consumo sostenible, existen medidores inteligentes, que almacenan y transmiten los consumos, permitiendo reducir el consumo de calefacción y agua tanto en los hogares como en las empresas.
Retail: Con sensores y cámaras ubicados en las grandes superficies que permiten estudiar el comportamiento de los clientes. Así, permiten saber cómo se mueve el cliente por la tienda, dónde se para, qué mira. Toda esta información permite ofrecer servicios y productos personalizados, así como una mejor ubicación y distribución de ellos.
Salud: Monitorización de pacientes en tiempo real. Dispositivos wearables, como pulseras que controlan el número de pasos diarios y la frecuencia cardiaca.
Cuando se habla de IoT, se trata de una nueva revolución industrial, una de las mayores transformaciones tecnológicas del presente y del futuro.

IoT como parte de la innovación financiera
Los grandes bancos y las fintech trabajan en explorar todas las posibilidades que el IoT puede proporcionar a su innovación. Los dispositivos que llevan los clientes -como los celulares, pulseras, smartwatch- se convierten en un nuevo canal de comunicación entre los clientes y las empresas.
Los datos que estos dispositivos recogen permiten comprender mucho mejor los deseos, hábitos y necesidades de sus clientes. Por tanto, permiten ofrecer servicios financieros personalizados de forma proactiva, donde el interlocutor no siempre será el cliente, sino también sus propios dispositivos.
Algunas aplicaciones reales del IoT en la banca
Beacons:
Son pequeños dispositivos basados en tecnología Bluetooth (BLE). Estos emiten continuamente una señal que lo identifica de forma única, con el objetivo de ser captado por otro dispositivo móvil. Si dicho Smartphone tiene instalada una app que es capaz de tratar la información que ha recibido del beacon, dicha app enviaría a los sistemas centrales información del beacon. De esta forma, se podría hacer un reconocimiento e identificación de quienes ingresan en la sucursal, permitiendo al empleado anticiparse y poder saludar personalmente a los clientes y hacerles ofertas de productos que se adapten a su perfil.
Gestión del riesgo financiero:
Mediante la creación de perfiles de riesgo, en base a la información que se posea del cliente, es clave para procesos de aprobación del riesgo en operaciones como financiaciones al consumo, hipotecas.
El campo de los pagos:
Es uno de los más avanzados en el uso de IoT. Permite facilitar la experiencia de los pagos, a través de teléfonos celulares, smartwatchs y pulseras contactless.
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