Disminuir o compensar la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) que emiten las personas y las empresas se convierte en una acción fundamental para aminorar las consecuencias del cambio climático. En el ‘Día de la Tierra’, expertos revelan a POST de qué se trata esta medición y cómo trabajar en ella.
Empresas y organizaciones generan los llamados Gases de Efecto Invernadero (GEI), responsables de uno de los grandes problemas ambientales de la actualidad: el cambio climático. Por eso, conocer cómo y cuánto se emite, se vuelve fundamental para aminorar los efectos.
En este sentido, para reflejar y tener conocimiento de cuánta es la emisión, ya sea de una persona individual o una empresa, por ejemplo, existe la huella de carbono, un indicador ambiental clave para reconocer, primero, la totalidad de GEI emitidos, para luego accionar en pos del cuidado ambiental.
“La huella de carbono tiene que ver con la posibilidad de dimensionar cuáles son las distintas actividades dentro de una empresa que aportan en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, además de identificar la proporción. En base a este panorama en general, uno puede implementar medidas o políticas para poder reducirla. Así se conoce el problema y se busca una solución”, explica a POST Luz Falivene Fernandez, Co-fundadora y Directora de Investigación de ‘Sustentabilidad Sin Fronteras’.
Qué es ser neutros en carbono
Para saber cuál es la huella de carbono, se contempla el consumo de electricidad, de gas natural y de combustibles, entre otros. Cada consumo tiene una unidad de medida específica, que se convierte a toneladas de CO2. De esta manera, los resultados y las conclusiones se transforman en un dato imprescindible para que las personas o las empresas reduzcan la huella ambiental, es decir, los GEI.
Para hacerlo, será relevante convertirse en “neutros de carbono”. ¿Cómo se puede? De dos maneras: eliminando o compensando las emisiones. La compensación no es una medida sustitutiva de la reducción, pero sí complementaria para las emisiones remanentes que hoy no es posible reducir.
Falivene Fernandez, clarifica a POST la diferencia entre los conceptos de reducir y compensar: “El primero, como dice la palabra, es una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero que no necesariamente va atado a una compensación. La segunda va por el lado de no reducir necesariamente, sino que, por ejemplo, si mis emisiones son de 100 toneladas al año, y tengo un objetivo o una meta de no emitir más de 80 toneladas, esos 20 los compenso con forestación u otro tipo de actividad”, detalla.
Cómo convertirse en neutros de carbono
“Todos somos parte del problema, por lo que todos debemos ser parte de la solución” afirma uno de los lemas de Fundación Vida Silvestre, organización con más de 40 años de experiencia trabajando en la Argentina sobre temáticas ambientales. Desde su visión, desafían el cambio de conciencia de la sociedad en lo que tiene que ver con el cuidado del medio ambiente.
Martín Font, su Director de Comunicación y Educación Ambiental, sostiene que se observa cómo las personas “se están interesando en estas temáticas y que cada vez más gente busca sumar su grano de arena”. Bajo esta línea, comparte a POST que este interés se va permeando en la sociedad “con los movimientos de la juventud vinculados con temáticas ambientales y a nivel local e internacional”.
“Hay afortunadamente cada vez más personas que están sensibilizadas por el tema ambiental y la sustentabilidad o del cambio climático”, agrega la co-fundadora de Sustentabilidad Sin Fronteras. Por otro lado, afirma que la tendencia llegó a las grandes empresas que “están empezando a medir su huella”.
Sobre cómo pueden estas ser estas neutros en carbono, afirma que lo primero es identificar “cuáles son las actividades o sectores de la empresa que genera estos tipos de gases y cuáles son su proporción”. Después de haber hecho esa medición y de tener esa línea de base -afirma la especialista- lo que se recomienda es hacer un análisis estratégico de cuáles son aquellos sectores o aquellas actividades por las cuáles uno quisiera empezar.
“Puede utilizar un criterio de empezar por aquellos que signifiquen más en porcentaje de emisiones o aquellos que me sean más sencilla la transformación. Tanto en términos económicos como de la cultura organizacional de la empresa. Es algo que apunta a la esencia y a repensar todo el sector para que no quede como una acción superficial”, se explaya.
Caso Santander
Santander cuenta con 11 compromisos públicos con la comunidad, entre los cuales se encuentra su compromiso con el medio ambiente para impulsar iniciativas que reduzcan la huella de carbono. En 2020, su huella fue de +18.300 toneladas de carbono, mientras que en 2019 fue de +22.300 toneladas. Para reducirla contó con un plan que consistió en numerosas acciones.
“Los programas de disminución de reducción de la huella implicaron acciones como planes de eficiencia energética; recambio de luminaria Led en las sucursales; la inclusión de tecnología ‘inverter’ en los aires acondicionados; la reducción de consumo de plástico o de cualquier otro tipo de recurso natural, entre otros. Todo eso hace que nosotros reduzcamos nuestra huella de carbono a la vez que la compensamos al 100%”, comparte a POST Pamela Landini, líder de los temas ambientales dentro del equipo de Banca Responsable de Santander Argentina.
En busca de fomentar hábitos responsables con el ambiente, el #CompromisoSantander apoya distintas capacitaciones ambientales que brinda en alianza con organizaciones, como Fundación Vida Silvestre y Cascos Verdes.
A principios del 2021, la presidenta del Grupo Santander, Ana Botín, anunció un plan para que toda la actividad del Grupo sea Net Zero (es decir, neutral en emisiones de carbono) en 2050. Esto, además de incluir la neutralidad en la propia actividad como sucede actualmente, se refiere también a las emisiones de los usuarios, derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrecen.
También, a partir de abril 2021 Grupo Santander se adhiere a la Net Zero Banking Alliance (NZBA). Esto significa que además de comprometerse a ser neutros respecto al CO2 (compromiso NetZero al 2050), se involucra en compensar otros GEI (las emisiones de carbono representan el 70-80% de las emisiones de GEI y el otro 20-30% incluye óxido nitroso y metano).
“A veces parece que necesitamos ser todos ambientalistas perfectos y no cometer ningún error o desliz en este sentido. Si bien esto sería muy bueno, lo que necesitamos es que todos estemos haciendo algo todos los días por nuestro planeta”, deja como mensaje de cierre Font, sobre una realidad que existe y que, el ser humano, empieza a hacerse responsable.
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