Hasta el momento, el techo de cristal sigue siendo un impedimento para que las mujeres puedan escalar, con la misma facilidad que los hombres, en sus trabajos. Por eso es necesario empaparse de algunas experiencias inspiradoras, no solo para no perder la esperanza, sino para demostrarle al mundo que ellas también se merecen estar ahí.
La lenta pero segura llegada de las mujeres a lo más alto de las empresas empieza a equilibrar la balanza. El mérito de las mujeres que alcanzaron altos puestos de trabajo es insoslayable en un mundo en el que los hombres siempre “la tuvieron más fácil”.
Por eso, si quienes están a cargo de una empresa desean perfeccionar su perfil de gestión, aprender de estas nuevas perspectivas del liderazgo es un paso imposible de ignorar.
Aquí, algunos casos de éxito recientes:
Adena Friedman – Presidenta y CEO del Nasdaq
La primera mujer en presidir y ser ejecutiva en jefe de una de las bolsas más grandes del mundo es todo un caso icónico de cómo las profesionales han ganado terreno en los lugares más importantes de la economía mundial.
Al frente de un espacio por el que pasan millones de acciones de las principales compañías del mundo a diario, Friedman se destaca por su capacidad para llevar adelante la modernización del Nasdaq y su coraje para tomar decisiones, como comprar por 705 millones de dólares eVestment Inc, una compañía de big data que optimiza las lecturas de los movimientos bursátiles.
Bajo su gestión también se desarrolló Nasdaq Analytics Hub, una plataforma de acceso a la información para estimular la compra de acciones.
Cinturón negro de Taekwondo, Friedman ha resaltado la importancia que este deporte tuvo en su formación como líder: “Definitivamente, tomé de esta disciplina la cuestión de la autoconfianza y el aprender a hacer cosas sólo porque sabés que eso va a hacerte más fuerte y no sólo para satisfacer a alguien más. Creo que eso es una enorme lección de vida para todos”.
María Elisa Martínez – Johnson & Johnson Colombia
La vicepresidenta de Recursos Humanos para América Latina de una de las empresas de consumo masivo más grandes del mundo es un caso sobresaliente de cómo una líder aplicó su visión a la evolución de una compañía —y de una a gran escala.
Recientemente la filial colombiana de esta empresa estableció una licencia por maternidad y paternidad biológica o adoptiva de ocho semanas para sus empleados.
En este sentido, el rol de las mujeres en las compañías no es solo indispensable por su talento, sino también para entender qué políticas son necesarias para que otras tengan la posibilidad de llegar más lejos. Algo que se llama sororidad.
Además de la licencia por maternidad establecida, durante los primeros meses de vida de los hijos, los trabajadores pueden dejar su espacio de trabajo a las 14. Consultada sobre esta decisión, Martínez explicó: “Nos preocupa que los empleados puedan ser productivos en el trabajo, pero también en el hogar. Estas políticas abren puertas para que las empresas comiencen a hablar de estos temas que le ayudan al empleado a tener un equilibrio”.
Abigail Johnson – CEO de Fidelity Investments
Abigail Johnson fue destacada por la revista Forbes como la mujer más influyente en el mundo de los negocios a nivel global durante 2017. Preside una compañía que reúne fondos de retiro e inversión de más de 25 millones de personas sólo en los Estados Unidos.
Con tamaña responsabilidad, la CEO no sólo se ocupa de velar por los intereses de sus clientes y de la empresa, sino que está llevando adelante un programa de contratación de mujeres para equilibrar la proporción de empleados varones puertas adentro de Fidelity Investments.
Su éxito como líder se ve reflejado también en una acción única: Johnson movió su oficina más cerca de las operaciones cotidianas del edificio principal de la firma para estar simbólicamente más cerca de las acusaciones de acoso laboral que se dieron en el último tiempo. Dos altos ejecutivos ya tuvieron que renunciar debido a denuncias apoyadas por la gestión. Un claro ejemplo de que las políticas contra el acoso no quedan siempre solamente en las palabras.
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