Libertate: una organización que fomenta la inclusión en el ámbito laboral

Por Equipo Santander Post | 03-12-2020 | 5 min de lectura

En el marco del Día Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad desde la empresa social cuentan a POST cómo apuntan a fomentar iniciativas para lograr una cultura más igualitaria en las compañías. Cuáles son las claves para transformarse desde adentro.

Con la filosofía de que no son las personas con discapacidad las que deben cambiar, sino más bien sus entornos, es que nace Libertate, una empresa social de inclusión que busca la transformación cultural de las organizaciones en materia de diversidad, discapacidad y perspectiva de género.

“Nuestro objetivo es poder promover una cultura más justa y basada en el valor de la diversidad para que todas las personas puedan desarrollarse con autonomía en todos los espacios. Cuando pensamos en todas las personas, pensamos en personas con discapacidad y pensamos también en clave de género. Que cualquier persona pueda ser bienvenida a cualquier espacio sin importar su condición”, comparte en su entrevista con POST Brenda Pignol Ramos, Co-Directora de la consultora.

Libertate desde adentro

En la actualidad, la empresa social posee dos unidades de servicios. Una, donde brindan consultoría integral y formaciones con foco en promover una cultura diversa e inclusiva. Y por otro lado, la de accesibilidad digital -lanzada el año pasado- que con consultoría con formación y con una pata más técnica, acompaña específicamente todos los desarrollos de productos tecnológicos para que puedan ser diseñados basados en el paradigma de poder pensar en en todas las personas usuarias.

Al ser una organización sin fines de lucro, todas las ganancias y colaboraciones se transforman en programas de inversión social. Brenda cuenta que uno de ellos lo llevan a cabo en conjunto con GPESI (Organización que promueve la creación de Grupos de jóvenes Promotores de Educación Sexual Integral), donde brindan capacitaciones de Educación Sexual Integral, inclusivas y accesibles para juventudes y también, formaciones para el trabajo. 

Sobre el segundo programa, “Reciclando con inclusión”, afirma que promueve formaciones inclusivas para mujeres con discapacidad y en situación de vulnerabilidad social para que puedan aprender a generar productos a partir de materiales reciclados y puedan encontrar otra fuente de ingresos.

Cómo se trabaja la inclusión

Contratar a una persona con discapacidad, no hace a la empresa inclusiva. Para que lo sea, deberá plasmar la diversidad o su ‘ser inclusivo’ en toda su columna vertebral. “Para lograrlo, co-creamos estrategias inclusivas con las organizaciones y empresas que permitan transversalizar la diversidad e inclusión e integrarlas a todos los objetivos de negocio trabajándolo a lo largo de toda su cadena de valor y todas sus áreas”, se explaya la co-directora. 

Diagnóstico, operación de estrategias y sensibilización. Con el trabajo de estos tres puntos es que la empresa social comienza el proceso de transformación. Pignol Ramos añade que la acción a realizar dependerá del estadío en que esté la empresa. “Lo que se propone es hacer un diagnóstico en conjunto para poder detectar en qué puntos o qué diversidades sí están representadas, en qué ya están trabajando y poder pensar todo como parte de una misma estrategia”, continúa. 

La diversidad no solo se dirige hacia el personal de la empresa. El objetivo de Libertate es ir más allá y ampliar la temática, también a clientes y proveedores: “La gran pregunta que nos hacemos es: ‘Todos tus canales de relacionamiento con el cliente, tu atención inclusiva, tus comunicaciones, ¿están pensadas para la diversidad?’. Ahí vemos que, en general, no. Entonces empezamos a detectar las barreras que tienen también en cuanto a la comunicación o a la atención al público, por ejemplo”. 

Pensando en los proveedores, desde la empresa social buscan ligar a las marcas con emprendimientos basados en la economía social y popular. Brenda sostiene que existen “un montón de cooperativas u organizaciones sociales como talleres protegidos de producción, que son organizaciones que prestan productos y servicios y que están conformados mayoritariamente por personas con discapacidad, personas trans, personas campesinas o indígenas”. Así es como Libertate acompaña los procesos de compra inclusivos para que puedan integrar a su cadena de proveedores a estas organizaciones. De esta manera, la diversidad se expande aún más.

En Libertate también apelan a la “sensibilización” como estrategia. Es decir, a propuestas más tradicionales como charlas, iniciativas lúdicas, speakers o incluso danzas inclusivas para fomentar la inclusión en las empresas. 

Entre las diferentes organizaciones con las que llevan a cabo esta tarea, Pignol Ramos remarca el trabajo en conjunto con Santander. “Nos gusta la forma en que están abordando la temática, nos parece que están apelando a un gran cambio cultural interno”, comparte. Menciona además una iniciativa que llevan a cabo en pleno contexto de pandemia, para la que desarrollaron tres e-learning: “Uno en autoliderazgo, pensando en clave de diversidad; otro de Liderazgo en la diversidad, para líderes inclusivos; y otro de equipos diversos”. 

De esta experiencia, la líder de la consultora amplía que los primeros dos estaban apuntados a “los roles que están en posición de liderazgo” pero el tercero de “equipos diversos” estaba dirigidos a todas las personas de la empresa. “De esta manera apelamos a que esta perspectiva de diversidad vaya nutriendo y tocando a cada una de las personas que hacen a Santander”, comparte. 

La filial de la compañía en Argentina acompañó como sponsor a Libertate en el Ciclo de Workshops “Diversidad y Post Pandemia”, donde la Líder de proyectos de Diversidad de Santander, Alejandra Laucella, participó como oradora. 

La lucha no está ganada y todavía -para Brenda- la evolución es “lenta” y con la presencia de estrategias “aisladas” o “que empiezan con mucha fuerza, pero después no logran que se sostengan en el tiempo”. Más allá de esto, celebra que se haya profesionalizado internamente en las empresas la gestión de estos temas. “Lo que hemos visto es que este tema se ha integrado a las áreas de transformación cultural, de recursos humanos o incluso de sustentabilidad. Algunas organizaciones han visto la necesidad de que haya un rol específico que pueda llevar y poner en agenda todos los días el tema”, destaca.

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