Vía Bana: una heladería que es también un emprendimiento social

Julia Mencia Careaga nunca creyó que el llamado de su amiga Silvia Flores, directora ejecutiva de la Cooperativa La Juanita, en 2019 le iba a cambiar la vida para siempre. Insegura y aún sin saber de qué se trataba, Julia asistió a la reunión que le propuso Silvia quien, sin tapujos, le aseguró: “Esto es para vos”. 

En el encuentro le presentaron Vía Bana, una propuesta social de la cadena de helados Grido, que ofrece a emprendedores de barrios vulnerables abrir su propia heladería en su propia casa. La iniciativa fue perfecta para Julia quien, para sus adentros, según relata a POST, se dijo: “Esto es lo mío. Yo puedo quedarme en mi casa a trabajar”.

Hasta ese llamado, Julia tenía 65 años y trabajaba como emprendedora textil. Llegó de Paraguay hace 35 años y durante diez recorrió todas las ferias de su barrio para vender las prendas que confeccionaba con los retazos que podía conseguir. “Fue muy duro porque pasábamos mucho frío y calor con las otras feriantes”, recuerda. Además, en un pequeño taller en su casa en el barrio La Juanita, de Laferrere, hacía disfraces para el jardín de la esquina de su casa.

Luego de asistir a todas las reuniones para escuchar los pasos que debía seguir para montar la heladería, de tener educación financiera, con conocimientos acerca de cómo vender, y de conocer acerca de la higiene del espacio de trabajo, Julia abrió a finales de enero de 2020 una sucursal de Vía Bana en su casa. 

Julia Mencia Careaga en su heladería de Vía Bana

Vía Bana es la segunda marca de la heladería cordobesa Grido y cuenta con 90 sucursales distribuidas en las provincias argentinas de Córdoba, La Rioja, Santiago del Estero, Catamarca, Jujuy y Tucumán.

Julia cuenta a POST que el financiamiento de Santander fue clave no solo por el préstamo que le otorgó, sino también porque le abrió las puertas a tener una cuenta bancaria. “Conocí al Banco cuando llegó al barrio. Con el tiempo aprendí la importancia de tener documentación para después bancarizarme y hacerme el monotributo. Me abrió los ojos”, señala.

Hoy con 65 años y con su Hijo Nahuel que ayuda en el despacho de la heladería, Julia vive el sueño de “trabajar desde su casa, tener un proveedor cerca y vender un producto de marca y calidad”. Para ella los cambios de su vida radicaron en que a través de los demás se puede lograr lo que uno quiere. 

Se autodefine como “emprendedora del alma” y busca ser un ejemplo a la sociedad. “Si te dan una oportunidad, no importa tu edad o tu posición económica, solo tenes que escuchar, confiar y ser perseverante como lo hice yo. He logrado lo que quería”, manifiesta. 

Hay numerosos casos de Vía Bana en el país en los que Santander ofrece créditos productivos a quienes quieran emprender. En Córdoba, lugar donde nació la iniciativa, ya hay más de 170 sucursales. En cuanto a las zonas de CABA y AMBA, Helacor, fabricante de Grido, busca alcanzar las primeras 100 heladería sociales. 

En este proyecto, la empresa une su propia red de franquicias de Grido –que se encarga de dar contención, formación y proveer los productos- con organizaciones del tercer sector, que son fundamentales para la detección de los emprendedores sociales. Quienes se presentan deben pasar por un proceso de aceptación en función de su perfil. A su vez, se verifica que su locación no sea una zona geográfica muy cercana a otro punto de la cadena.