Los servicios en la nube son programas que se alojan en un servidor, accesibles desde cualquier dispositivo conectado a Internet y todos ellos ofrecen al usuario final unas funcionalidades y capacidades adecuadas a necesidades específicas. En los últimos años, estos servicios se están haciendo cada vez más accesibles para las compañías y personas. Hoy en día es difícil encontrar un usuario de internet que no pase por algún servicio en la nube, ya que al usar correos electrónicos, online banking o sistemas contables en forma directa o indirecta estamos utilizando cloud.
Un artículo de Santander Global Tech explica que las tecnologías ‘cloud’ tienen que ver con tecnologías diferentes y explora los significados detrás de siglas que vemos hoy muy a menudo como IaaS, PaaS, SaaS, CaaS o FaaS. Dice el texto que hace unos pocos años no podíamos llegar a pensar en disponer por ejemplo de un cluster de bigdata en unos minutos o incluso algo mucho más simple como un servidor de aplicaciones, configurado y preparado para ejecutar solamente con un click. Ahora este tipo de servicios proporcionan unas ventajas notables, ya que su uso no está restringido a un solo equipo físico, y la seguridad, capacidad de almacenamiento y recursos de la nube son mayores que los de un servidor tradicional.
Los servicios en la nube son conocidos por su especial nomenclatura, con el ya conocido formato “as a Service” que de forma genérica se representa por XaaS, básicamente “cualquier cosa como servicio”. En el artículo, firmado por Miguel Ángel Salas, de Santander Global Tech, se cuenta el significado de los servicios más comunes y utilizados hoy en día, aunque cada vez los proveedores de nube poseen más y más servicios específicos y van surgiendo nuevos servicios y nomenclaturas asociadas. Los más comunes y conocidos por los usuarios de Nube son IaaS, PaaS, SaaS, CaaS o FaaS.
IaaS (Infrastructure as a Service)
Este servicio se basa en que el proveedor “alquila” la infraestructura (servidores, discos, etc.) y le da al cliente la posibilidad de controlarla casi en su totalidad. Podríamos elegir o seleccionar los recursos de la máquina (como procesador, memoria RAM, disco duro…) en función de las necesidades.
El modelo más usual de facturación es el de pago por uso, pudiendo tener el control de los costes basándonos en que solamente nos cobrarán el tiempo que la máquina esté en uso, y no se facturará siempre que esté apagada. Este modelo es una ventaja notable, porque permite empezar pequeño, pagar poco, y sólo cuando el uso crece, empezar a pagar más”. Además, el proveedor se encarga de mantener el hardware actualizado de forma transparente.
Si hacemos uso de este modelo, solamente tendremos que seleccionar el Sistema Operativo con el que queramos trabajar, y a partir de ese momento seremos los usuarios administradores de la misma, pudiendo hacer uso de los recursos asignados libremente e instalar o modificar lo que queramos.
PaaS (Platform as a Service)
PaaS es un paso adicional al IaaS. En IaaS, en general se entrega un servidor y el usuario es responsable de instalar y mantener el sistema operativo, el software y configurarlo para poder crear las aplicaciones y servicios. En PaaS, el usuario solo debe ocuparse de su aplicación y servicio, el resto lo proporciona “la nube”.
De esa forma, un desarrollador no necesita inversión en infraestructura, ni tiempo en su administración, lo que facilita centrarse en el desarrollo de aplicaciones, mejorando el time to market y reduciendo la complejidad de gestionar todo el sistema operativo o middleware.
Un ejemplo de PaaS sería un WebApp de Azure o ElasticBeanstalk de AWS , donde se nos ofrece un “servidor de aplicaciones” ya instalado y preconfigurado, capaz de correr con un par de configuraciones varios tipos de software, desarrollados con tecnologías diferentes.
SaaS (Software as a Service)
Estos servicios fueron, históricamente, los primeros en aparecer. Consiste en ofrecer aplicaciones completas que se ejecutan desde la nube, listas para ser usadas.
De esta forma, el usuario se desentiende completamente de crear cualquier infraestructura y se puede centrar en usar el software de forma inmediata.
Ejemplos de esto, hay muchos, pero por citar uno, Office 365 es el SaaS evolución de Exchange y del Office.
¿Existen más servicios de este tipo?
Los servicios van creciendo prácticamente por días, y realmente cualquier servicio que podamos imaginar es posible que tenga ya una implementación existente en cualquiera de los proveedores de nube que existen en el mercado. Existen conceptos como Bakup as a Service, Monitoring as a Service, Storage as a Service, etc… y un sinfín más.
¿Cuál es el mejor o el más completo?
Eso depende y mucho de las necesidades de quien lo vaya a utilizar, cada uno tiene sus ventajas y hay que analizar muy bien cuál es nuestro caso particular antes de decidirse por cualquiera de ellos.
Lo mejor es que todos estos tipos están disponibles en el mercado, y además en varios proveedores diferentes de nube, pudiendo utilizarlos de forma combinada en una arquitectura que pueda compaginar lo mejor de cada uno de ellos, ya sea exclusivamente en nube pública o híbrida.
En Santander, el experto refiere que hacen uso de todos ellos, así como se utiliza una cloud privada para diferentes servicios y clientes. Todo esto mezclado con las metodologías Agile y DevOps y las herramientas adecuadas de desarrollo y ciclo de vida del Software (ALM), nos proporcionan un entorno moderno, adaptado a las nuevas tecnologías y colaborativo donde crecer y ser cada vez más fuertes tecnológicamente.
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