10 consejos para mejorar tu salud financiera

Por Equipo Santander Post | 14-08-2023 | 5 min de lectura

Mantener una buena salud financiera es clave para poder lograr todos tus objetivos como, por ejemplo, tener una casa propia.

Al igual que la salud física y mental, la salud financiera tiene un rol fundamental en nuestras vidas. En términos simples, podríamos definirla como la capacidad de gestionar de manera efectiva nuestros recursos económicos, planificar nuestro futuro y tomar decisiones informadas y equilibradas. Desde POST te contamos cuáles son los mejores consejos para mejorar tu salud financiera.

¿Cuáles son las mejores formas de mejorar tu salud financiera?

Fernando Villar, asesor financiero independiente, explica en diálogo con POST que el consejo más simple es no gastar más dinero del que ingresa. “Hay que tratar de llegar a tener un superávit personal que nos permita ahorrar. Para llegar a eso, como segundo consejo, es importante llevar una planilla de presupuesto en el día a día y en el mes, o incluso en el año, para saber cuánto uno está gastando, cuánto ingresa y de qué manera identificar los posibles errores que uno está cometiendo”, señala el experto.

El tercer consejo para el especialista es tener un adecuado establecimiento de la situación financiera o patrimonial actual.  Al sumar estos tres consejos, es posible identificar cómo va a ser tu presupuesto, guardar un dinero para ahorro y comenzar a pensar en posibilidades de inversión. “Siempre que se piense en una inversión debe ser acorde a los objetivos que estés planteando, ya sea de corto, mediano o largo plazo y según el perfil inversor de cada persona. En estos casos, lo mejor es contactar con un asesor financiero o profesional del área que te permita llegar a esos objetivos con los activos correctos”, enfatiza.

Es de suma importancia no dejar dinero en efectivo en cajas de ahorro o aplicaciones que no remuneren el saldo. “Existen un montón de fondos comunes de inversión o diferentes alternativas que te permiten ganar un dinero extra con el simple hecho de tener el dinero ahí. Además, no suelen tener un alto nivel de riesgo, ni presentan algún inconveniente a la hora de recuperar el dinero debido a la liquidez”, apunta Villar.

“Entonces, si una persona está invirtiendo constantemente el dinero sobrante que tiene en ese tipo de instrumento de corto plazo, va a generar un extra adicional y no va a estar perdiendo tanto dinero por efecto de la inflación, como perdemos todos en el día a día”, añade.

Deudas y salud: ¿van de la mano?

Hay algunos puntos claves a tener en cuenta si se va a tomar deuda. El especialista recomienda que, en caso de tomar esa decisión, se debe hacer a una tasa razonable y después de verificar el costo financiero total. 

Además, el experto señala que siempre que esto ocurra, es importante pensar en la posibilidad de tener un trabajo o negocio paralelo (para las personas que tienen un trabajo en relación de dependencia) que les permita generar un nuevo ingreso. Es decir, que no tenga un techo definido tal como sucede en los trabajos que se realizan para un tercero o en relación de dependencia. “Es importante generar una nueva ola de emprendedores que logren tener un diferencial económico y no solamente dependen de un trabajo con cierto horario o con ingresos que no le van a permitir tener un salto de calidad en la vida a mediano plazo”, destaca.

Por otra parte, Abel Cuchietti, contador, asesor financiero y creador de ABC herramientas financieras, añade los siguientes consejos:

  • Llevar un correcto control entre los ingresos y los gastos para determinar cuáles son importantes y cuáles son innecesarios, para ver el potencial de ahorro.
  • Emplear la gratificación diferida, es decir, preguntarse si un gasto es estrictamente necesario, evaluando que no sea más del 2% de los ingresos y si lo fuera, analizar nuevamente la viabilidad.
  • Prorrogar gastos como cambio de auto o vacaciones hasta que se tenga invertido un monto que los mismos no signifiquen más de un 10% del capital que se tiene en inversiones.
  • Ahorrar e invertir al menos un 20% de los ingresos, aunque lo ideal es el 50%.

  • Hacer compras en los supermercados cuando hay ofertas y descuentos. Además, crear un stock de alimentos no perecederos para aprovechar este tipo de bonificaciones.
  • Los gastos como cambiar el auto, salir a comer o irse de vacaciones no deben tomarse como “derechos adquiridos”, sino que deben ser gratificaciones producto de ser “libre financieramente” y poder decidir sin ninguna atadura si gasto o no.
  • Planificar un retiro en 15 o 20 años, con un capital invertido no inferior a u$s 150.000 para afrontar una mejor jubilación.
  • Entender que cada vez que se gasta dinero se pagan impuestos al ingresar a la billetera (monotributo, aportes previsionales, ganancias, IVA), mientras que si se colocara en inversiones estas no pagan impuestos y pueden gastarse sin haber perdido dinero en impuestos previamente.

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