La bolsa es la gran protagonista de los mercados financieros. Qué es lo que debes saber para entender si es la mejor opción para hacer crecer tu patrimonio.
La bolsa es un mercado en el que se reúnen compradores y vendedores para negociar acciones y otros activos financieros -tanto de renta fija como variable- (bonos, públicos o privados, o ETF, fondos cotizados, entre otros valores). Las compañías que cotizan en la bolsa, que buscan financiación, obtienen capital por la venta de sus acciones, mientras que los inversores, que encuentran en este opcion una forma de rentabilizar su dinero.
En este sentido, una acción es un título que representa una parte proporcional del capital de una compañía. Por ende, los accionistas son propietarios de un porcentaje del negocio (según la proporción de las acciones que poseen).
Para que una empresa cotice en bolsa debe cumplir con una serie de requisitos, como demostrar solvencia económica y transparencia ante el ente regulador. Entre los principales mercados de valores del mundo, por su capitalización bursátil, se encuentran la Bolsa de Nueva York (New York Stock Exchange), la de Tokio (Tokyo Stock Exchange) y la de Londres (London Stock Exchange).
Aunque invertir en la bolsa es quizás la primera idea de inversión que aparece cuando uno piensa en invertir, no es la única ni mucho menos la más sencilla. ¿Conocés qué pasos debes seguir para invertir en ella? Desde Santander.com te ayudamos a responder a estas y otras preguntas clave.
¿Qué necesito para invertir en bolsa?
Lo primero es organizar tus finanzas. Saber cuáles son tus ingresos, gastos, ahorros y deudas servirá para identificar con certeza si contás con recursos disponibles para invertir en un mercado bursátil. También te servirá para que tengas una planificación económica a futuro, porque la bolsa es considerada un instrumento de inversión a medio y largo plazo.
El siguiente paso es informarte sobre el funcionamiento bursátil. Consultar a profesionales del sector, leer medios especializados o realizar alguna formación son opciones para resolver las dudas que te puedan surgir. Además, te pueden ayudar a conocer algunas cuestiones de importancia para definir tu perfil de inversor, como el objetivo financiero, el tiempo o tu tolerancia al riesgo.
En la actualidad existen aplicaciones y portales web en los que se pueden simular operaciones financieras y familiarizarte con el entorno, que son muy útiles para tomar decisiones de inversión de manera ficticia y ver cómo se comporta el mercado, pero sin todavía invertir tu dinero.
Una vez que tengas tu situación financiera clara, hayas definido tu perfil de inversor y decidas que querés invertir, el siguiente paso sería acudir a un intermediario financiero autorizado, quien ejecuta las órdenes de compra o venta, dado que los inversores no pueden comprar y vender por sí mismos acciones.
En ese sentido, hay dos roles que juegan un papel principal en la bolsa. El primero es el bróker –también conocido como corredor de bolsa- y puede tratarse de un profesional o una empresa intermediaria autorizada que ejecuta las operaciones de compraventa requeridas por parte de sus clientes, a cambio de una comisión al cliente (el inversor). El segundo es el agente encargado de definir las operaciones de compraventa o negociador -trader, en inglés- que se dedica a comprar y vender los valores, en nombre propio o para terceros, para obtener ganancias por las operaciones. En consecuencia, el trader usará la plataforma del bróker para realizar las transacciones.
¿Dónde debo invertir?
Una vez que hiciste una inversión inicial, y mientras esperás que la empresa crezca y obtenga buenos resultados a lo largo del tiempo, un buen consejo es diversificar la inversión. Combinar diferentes empresas, sectores, tipos de activo o zonas geográficas es una estrategia para que todo el capital no quede expuesto a un mismo mercado. Construir una cartera diversificada a partir de acciones es posible, pero requiere investigaciones considerables.
La bolsa refleja las realidades y expectativas empresariales y, por lo tanto, la situación económica de un país. Desastres ambientales, crisis políticas o conflictos bélicos, entre otros, son factores que pueden afectar el desempeño de las compañías y que se reflejan en la cotización de sus títulos en bolsa.
También podés optar por aquellos productos financieros que, además de ofrecerte rentabilidad, tienen un impacto positivo en el entorno. Se trata de inversiones sostenibles que tiene en cuenta criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo, ESG, por sus siglas en inglés.
En cuanto al tipo de activo financiero en el que invertir, es algo que dependerá, principalmente, de tu capacidad de inversión y perfil de riesgo. Es decir, de cuánto tiempo estás dispuesto a esperar para recibir las ganancias y en qué momento. A través de las acciones, por ejemplo, podés beneficiarte de posibles resultados positivos de una compañía a mediano y largo plazo, al mismo tiempo que podés vender tu participación en el momento que necesites liquidez. En cambio, en productos como los bonos, existen plazos establecidos para la devolución de las ganancias y el capital invertido. Generalmente entre 5 y 10 años.
Tres consejos para invertir en bolsa
Disponer del capital para invertir, entender cómo funciona la bolsa y elegir el tipo de activo financiero más adecuado para tu perfil inversor es, a grandes rasgos, una primera fase a la hora de incursionar en los mercados bursátiles. La segunda sería saber cómo gestionar tus activos cuando ya invertiste según los objetivos que te propongas.
- Trabajá tu paciencia
La vas a necesitar tanto para esperar a que tu inversión ofrezca los rendimientos con el paso del tiempo como para no reaccionar impulsivamente ante la volatilidad del mercado. Recordá que generalmente son inversiones a largo plazo y es normal que, en diferentes periodos de tiempo, suban y bajen las cotizaciones.
- Marcá límites
Antes de invertir en activos financieros como las acciones es necesario que definas claramente cuánto capital estás dispuesto a perder y, también, qué ganancias esperás. De este modo, cuando alcances dichos límites será más fácil que tomes la decisión de negociar tus activos y evites sesgos financieros como el efecto reflejo y dotación, que te pueden llevar a asumir riesgos aún mayores.
- Buscá un profesional
Si no estás seguro del tipo de inversión y no querés tomar las decisiones de compra y venta o, simplemente, no tenés tiempo para encargarte de los activos, existen profesionales y empresas especializadas en gestionar las operaciones bursátiles en tu nombre o que pueden orientarte. Es importante que compruebes que se trata de entidades o profesionales capacitados y autorizados.
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