Cuáles son las últimas novedades de este tipo de formato, a quiénes atrae, cuánto creció en el último tiempo y por qué puede transformarse en un digno rival de Netflix.
El concepto del audiolibro no es nuevo. Este modelo fue explorado por la industria editorial hace ya varias décadas y de muchas formas. En un momento dado, se vendían audiolibros en formatos de CV o cassette. Actualmente lo novedoso, según Daniel Benchimol, director de Proyecto 451 que brinda servicios en materia de estrategia digital a más de 200 editoriales y organizaciones de toda Latinoamérica y España, está en los modelos de suscripción y en sus formas de comercialización y distribución a través de canales digitales. En diálogo con POST, asegura que “estamos en un contexto donde el consumo de contenido en audio está en una curva ascendente fuerte”.
“Hace como diez años empezaron a emerger plataformas que ofrecen el consumo de audiolibros con el modelo de suscripción tipo Netflix, en donde las personas acceden con un abono y pueden consumir todos los libros que quieran”, describe Benchimol, quien además señala que es un formato que está más avanzado en el idioma anglosajón. Tal es así que “es uno de los negocios que más ingresos les genera a los locutores o narradores de Hollywood”.
Entre los hispanohablantes es un fenómeno mucho más reciente, de no más de 3 años y España es el país con más desarrollo. Según datos aportados por el Benchimol, existen cerca de 10 mil a 12 mil audiolibros en nuestro idioma y la mayoría provienen del Viejo Continente.
El mercado digital
Según el último informe de Bookwire publicado en 2020, más de 450 sellos editoriales entre España y América Latina experimentaron crecimientos en las ventas de sus ebooks y audiolibros.
Una de las principales conclusiones del estudio fue que las ventas derivadas de las plataformas de suscripción se están volviendo cada vez más relevantes para las editoriales. Tal es así que en 2019 generaron por segundo año consecutivo cerca del 18% de los ingresos digitales a las editoriales, cuando en 2016 no superaba el 5%.
Y en cuanto a América Latina, de acuerdo a la investigación de Bookwire, México continúa liderando las ventas de los contenidos digitales publicados en español. El resto se distribuye entre otros países de la región, tales como Argentina, Colombia, Chile, entre otros.
Plataformas populares
Las plataformas más fuertes del mercado a nivel mundial son Audible (propiedad de Amazon), que es una empresa norteamericana de venta y producción de entretenimiento, información y programación educativa en formato de audio, donde se puede encontrar contenidos en diferentes idiomas. Inclusive español.
Otro sitio muy popular es Storytel, de origen sueco, que ofrece un servicio de streaming de audiolibros, e-books y podcast a través de su propia plataforma de suscripción. Su catálogo cuenta con unos 200.000 títulos. Uno de los últimos en llegar fue El Principito, de Antoine de Saint Exupéry.
Según la revista ELLE (versión España), una de las especialidades de Audible es fichar a grandes actores para la narración de las obras y, así, entre otros, cuentan con la saga completa de Harry Potter, Drácula y Sherlock Holmes; Alicia en el país de las maravillas; Emma; Las alianzas de Stan Lee: Un juego de luz; Balada de pájaros cantores y serpientes; y la precuela de Los juegos del hambre.
Otro sitio conocido pero no tan popular para este modelo es Project Gutemberg, que si bien ofrece más de 56.000 libros electrónicos gratuitos de dominio público, no se caracteriza por su colección de audiolibros grabados.
Cómo es su proceso de creación
En cuanto a los procesos de creación, en la mayoría de los casos, primero se parte de un contenido en formato ya escrito. Es decir, un libro ya publicado. Sin embargo, desde hace poco se empezó a explorar la idea de que los contenidos se piensen en formato de audiolibro primero, y después ver si existe la adaptación al formato escrito.
Respecto al tema, Benchimol señala que esto es algo muy importante para el negocio ya que existe una demanda muy fuerte de contenido por parte de los usuarios. “Storytel, la plataforma sueca, por ejemplo, tiene más de un millón de suscriptores pagos mensuales y esto significa que también tienen la exigencia de producir un volumen de contenido muy grande para atender a esta demanda”, comenta.
Cuando se parte de un libro ya escrito, añade Benchimol, lo que primero se hace es una adaptación del texto. Después, se graba la voz en un estudio junto con un Director de Arte que va guiando la narración. “Son producciones muy intensas, de varios días de jornadas. Pensemos que el formato final de un audiolibro puede estar arriba de la hora y media, dos horas o incluso tres de contenido final. Entonces, eso exige la voz de un narrador muy profesional”, explicó.
En su gran mayoría, añadió Benchimol, quienes hacen la narración de un audiolibro son los mismos que realizan los doblajes en las series y películas, o también locutores profesionales de cualquier tipo. Aunque también existen situaciones específicas en donde es el propio autor el que cuenta la historia. Por lo general, esto se da en los libros de no- ficción.
Ventajas del audiolibro
Según Digital Editorial, una compañía que crea productos y servicios digitales, está comprobado que la velocidad de lectura y de habla es más lenta que la velocidad con la que captamos información que escuchamos. “Es por eso que prácticamente oímos un audiolibro sin pausas y captamos todo lo que dice”, señalaron en su Blog.
A su vez, es cierto que existen diferentes tipos de personas con distintas fortalezas al momento de aprender: hay quienes son más visuales y otros más auditivos. Éstos últimos son quienes se suelen volcar por esta forma de lectura en vez de la tradicional.
Para Benchimol, la industria suele abrazar a este formato porque permite llegar a un perfil de personas que no se caracteriza por ser lectora, o que sí lo es, pero perdió el hábito de hacerlo. A su vez, añade, brinda la posibilidad de alcanzar a personas con ciertas dificultades físicas que no pueden leer un libro en papel, ya sea por alguna discapacidad o problemas en la visión.
En varias encuestas sobre el consumo de audiolibros, las personas valoraron la posibilidad de poder escucharlos mientras realizan otras tareas o en sus “tiempos muertos”. Es decir, de camino al trabajo a la facultad. También, hay quienes prefieren hacerlo antes de dormir o mientras se ejercitan.
Otras cuestiones que destacaron es que haya una persona del otro lado que les cuente una historia, sumado a la idea de poder consumir entretenimiento, aprender o informarse, sin recurrir a una pantalla y reduciendo la fatiga visual; algo que se marca mucho en estos tiempos.
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