Beatriz Goyoaga: “Ni en el dinero, ni en el trabajo. El estrés está en la mente”

Por Equipo Santander Post | 21-04-2022 | 7 min de lectura

En una entrevista exclusiva con POST, la coordinadora general del Arte de Vivir para Latinoamérica cuenta los secretos para llevar una vida personal plena y qué hacen hoy los CEOs y ejecutivos más importantes del mundo para lograrlo.

“Si curamos la mente, habría menos violencia y más felicidad”, dice Beatriz Goyoaga, reconocida periodista española, experta en política y economía. En la actualidad, es la coordinadora general del “Arte de Vivir” en Latinoamérica y España, organización creada en todo el mundo por Ravi Shankar.

En un mundo atravesado por las nuevas tecnologías, y en el que las personas están ocupadas gran parte del tiempo, Goyoaga destaca la importancia de “darle un estado feliz a la mente” y sostiene que cada uno es responsable de hacer aquellas cosas que lo hacen feliz.

Beatriz Goyoaga pasó de hacer preguntas a dar respuestas. De entrevistar a personajes como la princesa Diana y George Bush, a darle herramientas a CEOs, empresarios, políticos y deportistas de todo el mundo para manejar el estrés y la ansiedad.

En una conversación exclusiva con POST, la comunicadora y conferencista cuenta sobre su transformación personal, cómo es el “arte de preguntar”, qué aprendió de entrevistar a líderes mundiales y su secreto más preciado: dos recursos para gestionar las emociones, liberar estrés y vivir una vida más placentera, tanto en el terreno personal como en lo laboral.

Fuiste una reconocida periodista que entrevistó a múltiples personalidades de distinto sectores. ¿Qué fue lo que más aprendiste de estas conversaciones?

Que de todos se aprende algo. Lo más sorprendente fue Nelson Mandela, cuando me dijo después de veinte años de cárcel que no quería que en su país corrieran ríos de sangre y no iba a tomar ninguna revancha. Me pareció admirable. Me pareció también admirable la princesa Diana, cuando me dijo que quería que sus hijos fuesen a hacer un voluntariado en África. Aprendí que los políticos tienen todos un discurso similar y que la política no les permite vivir el momento presente. 

De todas esas personas, ¿cuál es la que más te sorprendió y por qué?

La persona que más me sorprendió fue Sri Sri Ravi Shankar, que dando conferencias tanto en Harvard como en Naciones Unidas, nunca la prepara y tampoco lee. No se trastabilla y, además, habla de temas de física, de política o de economía internacional con sencillez y familiaridad. Una mente brillante.

¿Cómo las personas pueden adquirir el arte de preguntar? ¿De qué manera se puede preguntar “mejor”?

Preguntar es un arte. La clave es saber e investigar todo al máximo sobre el entrevistado:  si es un Premio Nobel, saber mucho sobre el premio que le fue otorgado; si es un deportista, saber mucho sobre ese deporte, y así. También es muy importante saber qué es lo que el lector quiere saber y a qué tipo de público uno le va a enviar el mensaje. No es lo mismo una empresaria que una abuelita. 

Pasaste de entrevistar a políticos y economistas a hablar de emociones, estrés y espiritualidad. ¿Cuándo y cómo surgió el cambio? ¿Qué te llevó a tomar esta decisión?

Cuando hice el programa de El Arte De Vivir y pude dejar la ansiedad, el insomnio y la irritabilidad, descubrí la paciencia, la alegría y el foco, Me di cuenta que la calidad de vida era distinta, muy superior.  Nunca dejé de ser periodista, deportista, ama de casa y emprendedora, pero con una calidad de vida diferente; una mente y una serenidad distinta a partir del curso de meditación de El Arte de Vivir. A partir de ahí me hice voluntaria. 

Muchos hablan de él pero quizás pocos lo conocen realmente. ¿Cómo es Ravi Shankar? ¿Qué fue lo que más te enseñó?

Estudió Ciencias Físicas y Ciencias Védicas, recibió 14 doctorados HC y más de 50 nombramientos. Conduce organizaciones en todo el planeta con más de 53.000 voluntarios. La última reunión en Dehli convocó 6,5 millones de personas de todos las ideologías políticas, religiones y culturas. Lo que observé, a diferencia de muchos líderes, es que Sri Sri hace lo que dice y no sólo ordena. Da el ejemplo. Lo he acompañado a negociar la paz con las FARC en Cuba o en Irak con los Yaszidis. Estuve con él en lugares de guerra o guerrilla como Palestina, y también en las villas miserias más humildes. Enseña con el ejemplo.

Atendés hasta 60 llamados telefónicos por día y recibís más de 700 consultas por WhatsApp. ¿Cómo se puede escuchar los problemas ajenos sin que repercutan en uno? ¿Cuál es tu técnica para que no te influyan?

No hay una técnica para que los problemas no te influyan. Es la misma técnica que tiene el médico cuando tiene que operar a un bebé o la misma técnica que tiene un juez cuando tiene que mandar a la cárcel a una persona. Uno actúa en pos de ayudar a otro y no absorbe el problema del otro.

¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo de hoy?

Disfruto el contacto humano, las relaciones humanas, los valores, la alegría, la honestidad, la camaradería, la compasión, la fiesta y la celebración. Esto se disfruta más cuando uno no tiene estrés porque, cuando uno está estresado, no puede disfrutar de estas cosas. Cuando uno está estresado, hasta la luna llena le irrita y, sin estrés, los problemas se convierten en desafíos. 

Trabajás con empresarios, futbolistas, políticos… ¿Se utiliza el mismo método con cada uno para trabajar el estrés y la ansiedad? ¿O varía según la personalidad y el rubro?

La respiración y la meditación es la misma para un presidente de un país como para un mendigo en situación de calle. El diálogo, el coaching psicoemocional, sin embargo, es distinto; no podés hablar de un partido de golf con un mendigo en la calle como tampoco podés hablar de la salsa blanca con el presidente de la nación. Ahí radica el arte de saber a quién estás ayudando. 

¿Qué mecanismos hay para prevenir el estrés o la ansiedad?

El estrés y la ansiedad no están en el dinero, en el trabajo, en la familia o en el tráfico. El estrés y la ansiedad están en la mente, y no hay alternativa mejor que cuidarla. La segunda alternativa son los psicofármacos, que tienen un alto costo de efectos secundarios. La meditación y la respiración están íntimamente unidas a las emociones y, tanto la ansiedad como la angustia y la depresión, son emociones negativas que se pueden manejar con la respiración y la meditación. Esto está probado ya en estudios importantes de universidades como Harvard y laboratorios. En mi caso, lo vengo practicando con decenas de miles de personas en el mundo: 460 millones de personas han hecho los programas.

¿Creés que la espiritualidad y el mundo corporativo pueden convivir en un mismo espacio? ¿Por qué?

Más que espiritualidad, yo le llamaría la evolución emocional. Las empresas están conformadas por individuos que tienen corazón, emociones y sentimientos. Un ejecutivo sereno es mejor ejecutivo, una empleada feliz es mejor empleada, un directivo alegre es mejor directivo y un presidente enfocado es mejor presidente definitivamente. Eso no es una necesidad. Es casi una obligación tener evolución emocional en las empresas.

Por otro lado, la espiritualidad no es más que saber que, detrás de todo, de las fórmulas físicas como matemáticas, hay una energía vibratoria, una energía poderosa que pocos entendemos y que algunos llaman espíritu. Eso sería la espiritualidad desde el punto de vista laico y moderno. La espiritualidad desde la ciencia es parte de todo y necesaria en todos los ámbitos.

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