Con el avance tecnológico, las barreras físicas desaparecen y es posible trabajar para otros países desde la comodidad del hogar. Desde POST te contamos cómo podés exportar servicios y ganar en dólares.
Cada vez son más las personas, especialmente jóvenes, que optan por el trabajo autónomo. Los motivos son, por un lado, la búsqueda de la libertad y flexibilidad en sus jornadas laborales, para acceder a una gran diversidad de proyectos y, por otro, potenciar sus ingresos al cobrar en moneda extranjera y ganar en dólares.
En pocas palabras, la autonomía laboral se presenta como una opción atractiva que permite tomar el control de sus carreras. Desde POST te contamos todos los detalles sobre cómo los jóvenes profesionales utilizan su talento en el exterior, sin salir del país, y obtienen una remuneración en dólares.
¿Cuáles son las claves para exportar servicios?
Lucas Gioffré, Ingeniero y Product & Project Manager de una empresa estadounidense, considera que lo primero a tener en cuenta son los requisitos que se establecen para un perfil o rol al que se aspira.
“Si bien, al tratarse de un mismo trabajo, los requerimientos suelen ser similares a un puesto local, en el exterior es común que se demande algunos extras, generalmente asociados al idioma. Yo, en lo particular, trabajo 100% en inglés y la realidad es que para una persona que no maneja este idioma de forma avanzada o al menos con competencia profesional le será difícil”, detalla en entrevista con POST.
Sin embargo, agrega que existen empresas que, si bien brindan servicios en el exterior, los equipos están compuestos por argentinos o latinos, “lo que implica la posibilidad de que todo el equipo esté centralizado en habla hispana, pero que la persona que reporta al cliente se comunique en inglés”, cuenta.
“El mercado está repleto de potenciales clientes, pero también de otros freelancers. Por este motivo, hay que ‘salir a tocar puertas’ sin tener vergüenza”, Gonzalo Andrés Castillo, periodista en Forbes, Emprelatam, entre otros medios de comunicación.
Estos últimos casos, para el experto, le simplifican las cosas a las personas que no dominan esa lengua, aunque recalca que suele ser esencial, sobre todo para brindar servicios a Estados Unidos e incluso otros países, aunque hay excepciones como la mayoría de los países latinoamericanos, México y España.
En paralelo, Gonzalo Andrés Castillo, periodista en Forbes, Emprelatam, entre otros medios de comunicación, comenta a POST que un trabajador independiente (freelancer) que desee ofrecer servicios en el exterior debe ser muy proactivo y audaz, ya que el mercado internacional es muy grande.
“El mercado está repleto de potenciales clientes, pero también de otros freelancers. Por este motivo, hay que ‘salir a tocar puertas’ sin tener vergüenza, haciendo una buena propuesta mediante plataformas como LinkedIn, Workana, Fiverr, Freelancer, entre otras. En este punto, el profesionalismo es indispensable. Es decir, se tiene que dar una buena imagen y mostrar trabajos destacados para captar la atención del potencial cliente”, asegura.
¿Qué aspectos impositivos hay que tener en cuenta?
Gioffré detalla que hay un montón de alternativas con respecto al formato impositivo. “Sin embargo, en la actualidad, lo más común es darse de alta en el monotributo y generar facturas de tipo ‘E’ a la empresa que se le brinda servicios al exterior”, asegura.
Por otro lado, el monotributo tech es un tema que ha estado en boca de muchos emprendedores. Este proyecto, propuesto durante la gestión anterior, proponía crear un “nuevo monotributo” para las facturas del exterior. De esta forma, el “monotributo tradicional” se utilizaría para la facturación de servicios locales y en pesos, mientras que la variante “tech” para proyectos del exterior cobrados en moneda extranjera.
En este aspecto, Castillo argumenta que, a priori, se presentó como una mejor opción que la modalidad actual para los exportadores de servicios. Sin embargo, recalca que ese esquema, pese a las mejoras, seguiría complicando la operativa tributaria.
“El freelancer tiene que poder cobrar en dólares, o en la moneda que elija, en pocos pasos, sin tanta burocracia ni trabas, y con un solo régimen. Además, la presión fiscal debería ser lo suficientemente atractiva como para que realmente valga la pena traer el dinero al país en lugar de dejarlo en cuentas extranjeras”, recalca.
¿Cómo apoya Santander a los emprendedores?
Valeria Caprioli, la responsable del equipo de Comex, explica a POST que Santander es un banco que se caracteriza por ser ‘pro exportación’ y fuerte en materia de importación: “Desde que empezó la pandemia, nos propusimos apoyar a los individuos en la exportación de servicios. Y en muchos foros digitales nos refieren como un banco que les facilita el cobro de los dólares o los pesos a su cuenta”, enfatiza.
En esta línea, han firmado acuerdos de colaboración con plataformas que ayudan a los emprendedores a exportar el trabajo argentino al mundo. Uno de ellos, el más maduro, es con Payoneer, una billetera virtual muy conocida entre los developers que facturan a otras geografías y reciben sus pagos apoyados en esta solución digital.
Por otro lado, se encuentra Bukest, una nueva plataforma que facilita la venta de servicios a nivel local como global. “También conformamos una alianza que permite a una profesora de yoga dar su clase virtual a cualquier país y cobrar en moneda dura lo mismo que un profesor de idioma, un psicólogo o una maestra de apoyo”, comenta.
Así es como Santander facilita el camino a miles de trabajadores y trabajadoras que cuentan a disposición dos alianzas estratégicas que los ayuda a expandir sus conocimientos al exterior y crecer profesional y económicamente.
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