Muchos economistas y especialistas coinciden en algo: el tiempo es lo más valioso, incluso por sobre el dinero. En este sentido, desde POST te contamos cómo podés generar más ingresos sin la necesidad de gastar tu tiempo.
El tiempo es uno de los elementos más importantes en nuestra vida, ya que, a diferencia de casi cualquier “activo”, este no solo es finito, sino que, una vez “gastado” no se puede recuperar, por lo que es un “bien” sumamente valioso.
Teniendo este aspecto en cuenta, muchas personas quieren incrementar sus ingresos, que conllevará a un nivel de vida más alto, pero no están dispuestas a resignar más horas libres. Sin embargo, afortunadamente, existen vehículos automatizados de ingresos que te permiten incrementar tu capital sin la necesidad de “gastar” tu tiempo.
¿Qué son los vehículos automatizados de ingresos?
Nicolás Litvinoff, director de Estudiodinero.org, explica a POST que los vehículos automatizados de ingresos son activos que requieren una inversión inicial para su creación, pero no necesitan una dedicación activa por parte del beneficiario. Por ejemplo, fondos comunes de inversión, bonos, depósitos a plazo fijo, entre otros.
“Para ser considerados dentro de esta categoría debe existir un flujo de ingresos cierto a cobrarse entre el momento de la inversión y la posterior devolución del capital al vencimiento. También podría darse el caso de que no haya devolución de capital o vencimiento, como, por ejemplo, en los bonos o acciones preferentes perpetuas. Las acciones ordinarias no entran dentro de esta categoría porque no sabemos si el flujo de la inversión será positivo (ganancia) o negativo (pérdida) hasta que concretemos su venta”, argumenta.
En este sentido, el especialista hace una distinción entre las variables T0, T1 y T2. Los T0 se denominan como “VAI Patentados” y tienen que ver con la creatividad e invención, pero esto no quiere decir que hace falta ser una persona “superdotada” para poder generarlos.
“En términos simples, consiste en ideas que deriven en una invención que posteriormente sea patentada, de manera tal que recibirá flujos de ingresos provenientes de las ganancias que su implementación genere. Por ejemplo, libros, e-books, películas, entre otros”, señala.
Por otra parte, el magister en finanzas explica que los T1 se conocen como VAI Propietarios y, a diferencia de los anteriores, la persona es dueña de un bien o propiedad y decide ceder la explotación o el uso de este a cambio de una remuneración. “Los casos más típicos son los inmuebles y los vehículos que se alquilan”, destaca.
Estos requieren un mayor nivel de dedicación, aunque siguen siendo rentas pasivas, ya que se debe llevar a cabo un mantenimiento y/o gestionar los bienes. Además, suelen tener un “precio de entrada” mucho más alto.
Finalmente, están los V2, mejor conocidos como VAI Monitoreados. “Estos derivan de la creación de un negocio que no requiere nuestra presencia física ni dedicación total, sino que basta con una dedicación parcial para monitorear la generación y la concreción de esos ingresos pasivos. Un ejemplo son las ventas online en la que parte del proceso se terceriza, aunque nos llevará algunas horas a la semana, pudiéndose aumentar o disminuir la intensidad”, argumenta.
Por otra parte, Diego Ilan Méndez, analista de PPI, señala a POST que los fondos comunes de inversión (FCI) y los Cedears de ETFs son, a su criterio, las mejores alternativas de inversión sin la necesidad de una gestión activa por parte de los inversores.
“Cabe recordar que ambos tipos de instrumentos pueden ser de gestión activa o pasiva por parte de sus portfolio managers (PMs). En el caso de aquellos que sean de gestión pasiva, típicamente buscarán replicar un índice. Un ejemplo de ellos son los Cedears de ETFs SPY, DIA o IWM, que buscan replicar los índices S&P 500, Nasdaq y Russell 2000, respectivamente”, recuerda.
“Sin embargo, también se puede dar el caso que busquen replicar un sector, como es el caso de XLE, que busca tomar el rendimiento del sector energético, o XLF, que busca imitar el comportamiento del sector financiero”, añade.
Por otro lado, el experto recalca que, en el caso de aquellos que sean de gestión activa, hay un portfolio manager y un equipo de analistas de inversiones que se encarga de llevar a cabo la selección de activos individuales.
“La mayoría de los fondos comunes de inversión trabajan de dicha manera. En el caso de los Cedears de ETFs, ARKK, de Cathie Wood, también lo hacen, siendo ella y su equipo quienes seleccionan las que creen serán las empresas más disruptivas del futuro. A su vez, vale la pena destacar que estos vehículos generalizados pueden estar vinculados a distintos tipos de activos”, asegura.
¿Cómo transformar tus finanzas personales?
Méndez recuerda que cualquier instrumento de inversión puede mejorar las finanzas personales de los individuos, aunque todo ello dependerá de la performance de estos. Es decir, así como la compra de un bono o de una acción nos puede ayudar a capitalizarnos (o descapitalizarnos si la inversión es mala), comprar una cuotaparte de un FCI o una acción de un ETF puede tener el mismo efecto.
“En este sentido, es fundamental tener en cuenta que el valor de ambos vehículos está directamente relacionado al valor de sus activos subyacentes. De todas formas, cabe señalar que una gran virtud de estos instrumentos es que le permiten al individuo diversificarse sin tener que invertir grandes sumas de dinero, dado que cada cuotaparte o acción estará vinculada a la canasta de activos que posea el vehículo”, enfatiza.
De esta forma, según el experto, las personas pueden potenciar sus ganancias y mantener una inversión diversificada incluso con flujos de ahorro relativamente bajos. En otras palabras, se puede invertir dinero sin la necesidad de grandes capitales ni una gestión activa, permitiéndole a las personas complementar sus ingresos sin la necesidad de “intercambiar” tiempo por dinero.
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