Google es el gran núcleo de los sitios web y la forma en que los presenta no es azarosa. Estas son las recomendaciones que hay que seguir para garantizar la calidad y relevancia que el gigante tecnológico pretende.
Según estadísticas de Moz, Google controla el 92% de los motores de búsqueda en todo el mundo, es decir, que la mayoría de las personas recurre a Google cuando quiere buscar algo. Es por este motivo que las marcas, organizaciones y empresas procuran de manera constante mejorar el alcance de sus páginas web para encontrar con ello a su público objetivo.
El buscador permite que los dueños de marcas inviertan en publicidad para llegar mediante anuncios a potenciales clientes y también brinda herramientas para que eso pueda lograrse de manera orgánica y sin necesidad de pago.
SEO (Search Engine Optimization) son las condiciones que Google valora para determinar el lugar que otorga a una web en su página de resultados. Si bien es una técnica que cambia continuamente y se actualiza según el comportamiento de los usuarios, hay una serie de recomendaciones que se pueden cumplir para mejorar el posicionamiento de una página web.
Por otro lado, organizar el contenido del sitio web técnicamente de acuerdo a los factores de posicionamiento permite que Google esté mejor capacitado para cumplir su misión de crear la mejor experiencia de búsqueda posible para los usuarios, sirviéndolos rápidamente con resultados de búsqueda relevantes, de alta calidad y que se ajusten a cada necesidad.
Google no revela de manera explícita cuáles son esos factores, debido a que forman parte de la patente del sistema de indexación, pero estudios y consultores externos se han ocupado de enumerarlos. “Los factores clave que determinan qué resultados se muestran cuando se hace una consulta en el buscador son: el significado, la relevancia, la calidad, la usabilidad y el contexto”, explica a POST el consultor experto en SEO Gustavo Echeverría.
“Para ofrecer resultados relevantes se tiene en cuenta la intención que hay detrás de una consulta. Google creó modelos de lenguaje que ayudan a descifrar en qué medida las pocas palabras que se introducen en el cuadro de búsqueda coinciden con el contenido más útil disponible. Además, datos como la ubicación, el historial de la búsqueda y la configuración de las búsquedas ayudan a Google a mostrar los resultados más útiles y relevantes en un momento concreto”, aporta el especialista.
Lo que Google quiere
First Page Sage publicó durante 2022 un estudio donde estima la importancia que Google le da a ciertos factores. Entre ellos, se destacan: la publicación constante de contenido de alta calidad, el uso de palabras clave en etiquetas del metatítulo, los backlinks, la experticia del nicho y la participación del usuario. Existen, además de los mencionados, otros factores que influyen en el objetivo SEO en menores porcentajes.
“Existen dos factores de posicionamiento web principales. El primero de ellos es la relevancia temática y el segundo es la autoridad de un sitio web, dada por los backlinks (enlaces entrantes). Por tal motivo, se debe trabajar en la creación de contenidos de calidad únicos que respondan a la intención de búsqueda del usuario y también en la obtención de enlaces desde otros sitios web de relevancia, autoridad y afinidad temática”, explica a POST, Mauricio Silvester, consultor SEO y founder de la consultora Perseo.
Otro de los principales factores de posicionamiento es el uso de palabras claves en el metatítulo. “Insertar las palabras clave a las que apunta cada página en su metaetiqueta de título ha sido esencial para la clasificación de SEO. Tanto la ubicación como la concentración de palabras clave dentro de una etiqueta de título son importantes. Idealmente, una etiqueta de título contendría sólo la palabra clave específica; pero en realidad, agregar artículos y adjetivos a su alrededor es importante para la legibilidad”, cuenta Echeverría.
En los últimos dos años, Google aumentó su escrutinio del contenido para garantizar integridad, es decir, que los usuarios no encuentren información errónea o fakenews. “Para optimizar este nuevo factor, es importante asegurar que el contenido que se publica esté libre de afirmaciones falsas demostrables y que contenga citas de fuentes académicas, gubernamentales u otras fuentes confiables”, agrega Echeverría.
Experiencia y velocidad
El sistema también tiene en cuenta la usabilidad del contenido. Cuando hay varios contenidos parecidos, aquel que sea más accesible será el que funcionará mejor. “La clave está en la optimización de la velocidad de carga del sitio web y en la implementación de una interfaz de usuario amigable y adaptada al dispositivo del usuario”, aporta Silvester.
En el mismo sentido, Echeverría agrega: “El sistema se fija en distintos aspectos de la experiencia en la página, por ejemplo, si el contenido está optimizado para móviles para que los usuarios de este tipo de dispositivos puedan verlo sin problemas. Asimismo, comprueban si el contenido se carga rápidamente, algo que también es importante para los usuarios de móviles”.
Si bien el estándar solía ser la compatibilidad con dispositivos móviles, hoy en día los visitantes móviles son el objetivo principal del diseño web. “El sitio debe verse exactamente igual en dispositivos móviles y computadoras de escritorio: el diseño debe ser bastante simple y la navegación del sitio debe estar optimizada para una experiencia de usuario móvil”, agrega el especialista.
Algo similar ocurre en cuanto a la experticia del contenido: Google continúa recompensando a los productores constantes de información de alta calidad, lo que otorga a estos sitios web una indexación más rápida y una clasificación más alta. “Aquí lo importante es que los visitantes de nuestro sitio web tengan una buena experiencia y no lo abandonen por motivos de usabilidad o seguridad“, destaca Silvester. En el mismo sentido, Echeverría aporta que el compromiso, que combina la tasa de rebote, el tiempo en la página del usuario y las páginas por sesión, es un “buen indicador de la calidad del contenido”.
La seguridad, una prioridad
Que un sitio funcione con HTTPS es, para Google, una garantía de seguridad. “A fines de 2017, Google comenzó a marcar los sitios como inseguros cuando carecían de certificados SSL o los tenían configurados incorrectamente (indicados por la “s” al final de “https”) y disminuyó su capacidad de clasificación en consecuencia. Hoy en día, un certificado SSL es fundamental por lo que suele ser gratuito y se puede obtener de su registrador con bastante facilidad”, aporta Echeverría.
El último de los factores que Google destaca es el marcado de esquema. Esto es, un código que se puede agregar a las páginas del sitio web para ayudar a Google a brindar resultados de búsqueda más visuales. Como beneficio adicional, también hacen que los resultados de búsqueda se destaquen del resto de los demás en la página.
“Hay otros 22 factores que en diferentes investigaciones prácticas se han encontrado para hacer alguna diferencia en la capacidad de clasificación de un sitio web y/o página, por ejemplo, colocar palabras clave en metaetiquetas de título y etiquetas de encabezado, menciones fuera del sitio de su marca y densidad de palabras clave de texto de anclaje o de la URL. Sin embargo el foco y el peso real está en los factores principales mencionados”, concluye Echeverría.
El SEO es, entonces, aplicable a cualquier negocio para el cuál existan posibles clientes que busquen sus productos o servicios en Internet. Respetar los factores de posicionamiento en Google es una medida que garantiza calidad y relevancia a un sitio web y, por lo tanto, aumenta el tráfico orgánico que recibe mediante la promoción de su oferta en el buscador de mayor importancia del mercado de internet.
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