El tradicional estudio anual de la agencia global de comunicación demuestra cómo, a diferencia de los gobiernos, las empresas ganan cada vez más confianza. Qué dice de la polarización y de las causas que la generan.
Una vez más, Edelman comparte su tradicional ‘Barómetro de Confianza’ donde explaye una realidad cruda en un mundo que vive múltiples fenómenos y realidades. En su investigación de este año, que incluyó a 28 países y un promedio de 32.000 encuestados, resume su trabajo en pocas palabras: “Navegando por un mundo polarizado”.
Aunque parecía que el optimismo plasmado en los años anteriores continuaría su tendencia, el estudio demostró lo contrario. “El principal hallazgo de la edición 2023 del Edelman Trust Barometer es el cambio en la percepción sobre la economía a nivel mundial, representado por un colapso generalizado del optimismo. 24 de los 28 países que forman parte del estudio reportaron los niveles más bajos de optimismo financiero”, comparte a POST, Matías Coudeu, Gerente General de Edelman Argentina.
Esta razón no se da porque sí. Existe varios motivos por los que las familias redujeron su ilusión y su entusiasmo por lo que vendrá. Estas se vieron expuestas en las respuestas de los partícipes del Barómetro. Entre los puntos más fuertes y destacados, Coudeu detalla:
- El optimismo económico se desploma: Solo el 40% de los encuestados en el mundo afirmó que ellos y sus familias estarán mejor dentro de cinco años, lo que supone un descenso de 10 puntos con respecto a 2022.
- La brecha de confianza entre los distintos niveles socioeconómicos aumentó: Las personas del cuartil superior de ingresos reportan mayores niveles de confianza que las consideradas de ingresos bajos. Se registró desigualdad en los niveles de confianza de dos dígitos en 21 de los 28 países estudiados.
- La polarización es más grave cuando las divisiones se enquistan: De acuerdo con los datos del Edelman Trust Barometer 2023, seis de los países estudiados están gravemente polarizados y nueve corren el riesgo de estarlo.
- La ideología se convierte en identidad: Pocas personas dicen que ayudarían, vivirían cerca o trabajarían con alguien que está en total desacuerdo con sus puntos de vista sobre algún tema que les preocupa.
- Existe una batalla por la verdad, en la que las empresas deben responsabilizar a las fuerzas divisorias: El 74% de las personas encuestadas afirmó que las empresas que apoyan a aquellos políticos y medios de comunicación que crean consensos podrían contribuir a aumentar el civismo y fortalecer al sistema social.
La confianza: empresas vs gobiernos
Uno de los grandes puntos a destacar es la diferenciación entre la confianza que generan a las personas las compañías, y la que provocan los gobiernos. Es decir, que se observa un desequilibrio institucional a nivel mundial.
“Existe una brecha de 11 puntos entre la confianza depositada en las empresas y la confianza depositada en el gobierno: el 62% de las personas encuestadas a nivel global confía en las empresas, mientras que solo el 51% confía en el gobierno”, focaliza Coudeu.
Para Adriana Amado, doctora en Ciencias Sociales, esta distinción no surge de la noche a la mañana. Es decir que no es un fenómeno sólo de este año, sino que “viene sostenido de hace bastante”.
En este sentido, reflexiona que, esa mirada de la sociedad hacia las empresas, confirma que la confianza “no es un concepto abstracto -aunque parezca-“, sino que se deriva de “las interacciones que la gente tiene con otras personas o con instituciones”. Amado agrega que, en la medida que la interacción responda a la expectativa y sea acorde a la actuación pasada, “la confianza se sostiene” y, en la medida que se corta y el comportamiento no es el esperado, “el nivel de confianza decae”.
Así es como las empresas buscan interactuar cada vez más con los usuarios/as mediante la priorización de sus canales como el servicio al cliente o la prestación de sus actividades: “Obviamente, mantienen un contrato de fe, fiduciario, entre ellas como organizaciones y sus públicos”, sostiene.
Las organizaciones entonces adoptan una nueva postura y se lanzan hacia nuevos objetivos. Para el Gerente General de Edelman Argentina, hoy las personas esperan que las empresas “se comprometan con los problemas sociales que les importan, creen un sentimiento de identidad compartida y sirvan para responsabilizar y mantener a raya a las fuerzas que hoy están profundizando la polarización”.
Esta cercanía se ve reflejada en números. El 68% a nivel mundial dice que las marcas que celebran lo que une a las personas y enfatiza sus intereses comunes, ayudarían a aumentar la civilidad y fortalecer el sistema social.
Desconfianza hacia los gobiernos
De esta manera, las empresas comienzan a llenar el vacío que los gobiernos dejan. Estos se ven afectados por la desconfianza de las personas que dejan de creerles. Parte de esas diferencias en la confianza institucional entre ambos están ligadas, según Coudeu, con el acceso a información de calidad.
“Específicamente, las personas encuestadas tienen la percepción de que los gobiernos en el mundo proporcionan más información falsa que información de calidad, mientras que consideran que tanto las compañías como las ONG proveen mucha más información confiable. De hecho, el 46 por ciento y el 42 por ciento, respectivamente, dicen que el gobierno y los medios son fuentes de información falsa o engañosa”, comparte el ejecutivo.
Sobre los gobiernos en particular, Amado comparte su análisis y dice que el pacto de confianza se rompe en el mismo momento que los candidatos asumen su lugar. “Como muestran muchos estudios de confianza o de gobernabilidad, en cuanto el candidato adopta el rol ejecutivo, tiene una caída de confianza”, comparte.
De acuerdo a la Doctora en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), esta desconfianza es producto de que los servicios que presta la política y las respuestas que le da la ciudadanía, “no son las que se espera” y se extiende:
“Hay que entender que la prestación que pueda hacer cualquier gobierno la hace a través del Estado. Como nunca se cuida el estado y el estado persiste más allá de las administraciones (porque los empleados públicos acompañan varios cambios políticos), no se entiende que la confianza no es a la persona o al candidato, como dice nuestra política personalista, sino a lo que ofrece. Lo que pasa es que el candidato, cualquiera sea el partido, siempre lo va a terminar ofreciendo desde el estado. Por eso, si no se cuida esa prestación, es decir, que el estado esté al servicio del ciudadano, nunca se va a recuperar la confianza en la política”.
La polarización marcada
El concepto de la “polarización” también estuvo marcado en el Edelman Trust Barometer 2023. Como se afirmó anteriormente, seis de los países estudiados están gravemente polarizados y nueve corren el riesgo de estarlo. Los motivos que conducen y fortalecen esa disputa entre oposiciones -según la encuesta- son:
- La ansiedad económica: El optimismo económico se desploma en todo el mundo: 24 de 28 países registran mínimos históricos en el número de personas que creen que sus familias estarán mejor en el futuro.
- El desequilibrio institucional: Las empresas son ahora la única institución considerada competente y ética; el gobierno es visto como poco ético e incompetente. Se presiona a las empresas para que ocupen su lugar dejado por el gobierno.
- La división de clases: Las personas del cuartil superior de ingresos viven en una realidad de confianza diferente a la de las del cuartil inferior, con diferencias de más de 20 puntos en Tailandia, Estados Unidos y Arabia Saudí.
- La batalla por la verdad: Un entorno mediático compartido ha dado paso a cámaras de eco, lo que dificulta la colaboración para resolver problemas. No se confía en los medios de comunicación, sobre todo en las redes sociales.
- Amado explica que el problema no está en que haya diferencias porque “las sociedades más ricas son las sociedades más plurales” sino más bien se encuentra cuando una de las voces intenta acallar a las otras:
“La problemática se encuentra cuando la identidad de un grupo es la razón de la exclusión del grupo que no comulga con esas ideas. Esa es la base de la polarización. La polarización no es la diferencia, sino es la oposición llevada a un grado tal que excluye el derecho del otro a tener otro pensamiento o comportamiento”, detalla.
Como cierre, la doctora en Ciencias Sociales comparte que la forma de solucionar la polarización es “trabajar con objetivos comunes”, la base para todo vínculo de confianza:
“Tener capacidad de respuesta y un acuerdo en cuanto a las expectativas, fortalece a la confianza y reduce el nivel de polarización, sin que por eso tengamos que buscar consenso. No se trata de que yo tengo que abandonar mi pensamiento, sino tengo que mantener mi pensamiento en la medida que voy a respetar al otro y que entiendo que aún en las diferencias, hay objetivos comunes en la sociedad por las que podemos trabajar, cualquiera sea nuestra ideología”.
Aún no hay comentarios