En busca de expandir sus oportunidades, los emprendimientos apuestan a la inversión de su capital de trabajo. POST explica por qué lo hacen, cuáles son las distintas alternativas y cómo educarse en el tema.
En el terreno de los emprendimientos, el término “inversión” está presente desde hace tiempo. Ya sea a través de los denominados inversores ángeles quienes aportan y buscan hacer crecer, en la etapa inicial de su desarrollo, a las empresas o mismos emprendedores top que tras su éxito buscan invertir en ellos, con un modelo de acompañamiento, por ejemplo, para ayudarles a atravesar el famoso “valle de la muerte”.
Pero quienes se inician en este camino sinuoso del emprendedurismo también pueden convertirse en sus propios inversores o inversoras protagonistas e invertir su capital de trabajo. ¿Por qué quienes lideran un pequeño negocio deberían de hacerlo?
Para comenzar, desde Santander, la Gerenta de Inversiones Silvia Trujillo, define al capital de trabajo como los recursos “con los que una empresa cuenta en el corto plazo para operar: dinero y cualquier inversión que cuente con una liquidez inmediata”.
En base a esta definición, Trujillo comparte que, los y las líderes de un emprendimiento verían oportuno invertir este tipo de capital “para obtener una rentabilidad y defender su capital de trabajo de diferentes variables: inflación, tipo de cambio y tasa”.
Los comportamientos habituales
No todas las personas que emprenden actúan de la misma manera. Para la Gerenta de Inversiones de Santander se pueden identificar distintos comportamientos “en función de la magnitud de la empresa/negocio y el órgano decisor/ejecutor de las inversiones”.
Por eso, por ejemplo, en el caso de los pequeños emprendedores afirma que “requiere mayor acompañamiento en la transacción”. Aquí la persona que opera -asegura- es la que decide en cuanto a inversiones. “Tiene un comportamiento símil a cualquier Individuo”, agrega la especialista.
Otro punto importante para determinar el tipo de “emprendedor/a inversor/a” que se quiere ser, es conocer la salud financiera del emprendimiento y, con los datos en la mano, decidir para dónde y cómo invertir.
Así lo explica Trujillo: “Básicamente se debe analizar las entradas y salidas de dinero en un período determinado, y saber cuánto es el excedente de caja disponible para invertir. Una vez conocido este monto y el horizonte de la inversión, analizar los diferentes productos que hay en la web, leer la información, mirar los videos disponibles, hacer el test del inversor y ante cualquier consulta puede charlar con nuestros especialistas en inversiones. En resumen, elegir el mejor producto que se adecua a las necesidades de inversión del negocio/emprendimiento”.
Las opciones
Existen distintas alternativas de inversión. Dentro de Santander, por ejemplo, se ofrecen opciones que contribuyen a la formación y al incentivo de las personas emprendedoras para invertir. Entre la más adecuada para manejar su capital de trabajo y con mayor liquidez la gerenta comparte que se encuentran los ‘Superfondos’, que son los Fondos Comunes de la gestora de Santander.
“Dentro de las diferentes opciones de Superfondos el empresario/emprendedor debe elegir el mejor que se adapte a sus necesidades. Por ejemplo, si busca invertir el excedente de caja, obtener liquidez y poder contar con el dinero de forma inmediata la mejor opción es Súper Ahorro en $. Este Superfondo, es un fondo de la categoría mercado de dinero, invierte principalmente en cuenta remunerada y Plazos Fijos, y como todos nuestros Superfondos se puede realizar desde $100”, detalla sobre el servicio.
Por otra parte, comparte también que existen más opciones de Superfondos y aclara que es importante que el cliente “analice distintas variables como el horizonte de inversión y cuánto riesgo está dispuesto asumir” y agrega: “Ahora si quiere invertir directamente en productos de inversión contamos con Plazos Fijos, que tiene como ventaja poder conocer el rendimiento en el momento inicial pero como mínimo se debe dejar 30 días”. A su vez también pueden invertir en el mercado de valores a través de Bonos, Acciones y Cedears.
Cómo formarse
Uno de los grandes impedimentos para adentrarse en las inversiones es la falta de conocimiento. Sin información, no hay acción posible. Por eso, desde hace tiempo, las entidades financieras buscan las formas y los caminos ideales para compartir.
Desde Santander, por ejemplo, en primer lugar, ofrecen información explicativa de cada producto, cuadros comparativos, preguntas frecuentes y los pasos para invertir. También cuenta con videos educativos sobre inversiones como: “¿Qué es un Superfondo?” y “Cómo suscribir un Superfondo”.
En este 2021, con foco en microemprendedores, personas con discapacidad, adultos mayores y en la economía familiar, Santander promovió también la educación financiera a través de un Kit de Educación Financiera que incluye contenidos audiovisuales y de ejercitación. Esta se convirtió en una herramienta clave que circula en las comunidades para poner en práctica los conocimientos.
Por último, particularmente, para la semana mundial del inversor y la inversora celebrada la primera semana de octubre, Santander diseñó charlas para no solo fomentar una inclusión financiera justa, informada, segura y responsable, sino también potenciar en las personas emprendedoras los conocimientos en inversiones. Entre ellas se destacaron tres:
- Los principios de Inversión Responsable (PRI)
- Herramientas para medir la sustentabilidad de una inversión: los factores ESG
- Conceptos básicos financieros: una introducción al mundo de las inversiones
De esta manera es como, con el paso del tiempo, las personas emprendedoras saben que, su habilidad para emprender, puede ir de la mano de una nueva habilidad: la de invertir.
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