Empresas familiares: ¿cómo armar un negocio exitoso sin perjudicar los vínculos personales?

Por Equipo Santander Post | 18-08-2023 | 9 min de lectura

Estas empresas forman el 90% del total de empresas en el mundo y son uno de los principales motores para el PBI de un país. Conocé las claves para armar un negocio exitoso y mejorar los vínculos personales, en lugar de perjudicarlos. 

Crear y mantener un negocio nunca ha sido tarea fácil, y mucho menos si se trata de uno de raíz familiar, en el que más allá de lo comercial o económico hay vínculos emocionales y afectivos. 

Las empresas familiares han sido, históricamente, el motor de la sociedad. Tal como comenta Cristina Caffaro, Marketing Manager de Vulcanita en una columna acerca del tema, aunque el término “empresa familiar” suene quizás a negocio pequeño con éxito moderado, los gigantes del mundo han sabido convertirse en tales a partir de uniones en familias: Walmart, Ford, BMW, solo por nombrar algunas, tienen sus raíces arraigadas en los vínculos familiares. 

En 2019, el Centro para la Empresa Familiar de la Universidad de St. Gallen (Suiza) publicó un informe acerca de las empresas familiares en el que se estimaba que las mismas componen un “80 y 90% de las empresas en todo el mundo”, siendo un importante motor del PBI y del crecimiento del empleo.

Respecto de lo que sucede en Argentina, Caffaro explica que “las empresas familiares son una muestra del espíritu emprendedor y la perseverancia que caracteriza a millones de ciudadanos”. De acuerdo con la experta, las empresas familiares en nuestro país “a menudo son iniciadas por un grupo reducido de personas, y luego logran establecerse en el mercado y consolidarse como marcas líderes, gracias a una combinación de creatividad, aprendizaje, identidad, propósitos comunes, estrategia, visión a largo plazo y una cultura empresarial fuerte y coherente”. 

Sin embargo, para construir una empresa familiar y que perdure en el tiempo (tanto el negocio como el vínculo personal), es muy importante tener en claro determinadas consideraciones que conservarán el factor emocional intacto, que no se verá afectado por cualquier tipo de acontecimiento que pudiera suceder en la unidad de negocio en sí. 

Caffaro comenta que desde su experiencia personal en Vulcanita- una distribuidora de juguetes con más de 50 años en el mercado -, “la misma fue puesta en marcha por generaciones anteriores que fabrican otros productos, pero a medida de que se sumaron nuevos talentos familiares, las ideas y propuestas de negocio fueron evolucionando”. Es a partir de este punto que la emprendedora reflexiona que “si bien la incorporación de nuevas perspectivas puede ser desafiante al principio, es crucial para el éxito continuo de la empresa y para mantenerse a la vanguardia de la competencia”.

Vínculos de confianza: un arma de doble filo

Trabajar en un ambiente de absoluta confianza puede ser muy beneficioso desde un punto de vista, ya que no existen tapujos al momento de expresar lo que uno piensa respecto de determinadas ideas, procesos, resultados, o incluso propuestas. Además, trabajando desde primer momento con gente con la que se tiene tal grado de cercanía, como pueden ser los familiares, es seguro que desde el comienzo habrá un entorno lo suficientemente cómodo como para plantear lo que se cruce por la mente. 

Sin embargo, a veces la excesiva confianza puede traer problemas porque de la misma forma en la que no permite dar nuestra opinión sobre cualquier situación presentada, podría hacernos también utilizar modos no tan agradables al hacerlo, volviéndonos propensos a peleas o discusiones innecesarias. 

POST dialogó sobre los riesgos de los vínculos de confianza en empresas familiares con Martín Quirós, consultor de PyMES y empresas familiares en Quirós Consultores, quien expresó cuál es su recomendación principal para que una empresa familiar sea exitosa. “Una sugerencia importante es que nos tratemos casi con el respeto que nos trataríamos si no fuéramos familiares. ¿Por qué se da tanto conflicto entre familiares? Porque a mayor confianza con una persona, menor es la paciencia. Y obviamente que yo a mi padre, a mi hijo, a mi hermano le tengo muchísima confianza, por lo tanto le tengo muy poca paciencia”, explica. 

De acuerdo con Quirós, dentro de la “poca paciencia” que uno podría llegar a tenerle a un familiar uno termina diciendo “cosas que no tendría que decir, o dichas de una manera en la que no le hablaría nunca ni a un jefe, que no le hablaría nunca a un socio o que no le hablaría nunca a un empleado”. Son estas las situaciones en las que podría decirse que los vínculos de extrema confianza pueden jugarnos una mala pasada

Por otro lado, el consultor explica que esto es un punto de valor a tener en cuenta también por aquellos que trabajan en empresas con raíz familiar, pero que no son parte de la familia en sí. Siendo parte de un equipo familiar compuesto por parientes, no sería raro encontrarse con situaciones de enojos, discusiones, o desacuerdos. Aquí es importante salirse del lugar “de afuera” de la situación y tener en cuenta que entran en juego los códigos específicos con los que se maneja cada familia, explicando así la naturaleza de determinadas reacciones.

¿Por qué estas empresas funcionan tan bien?

Las empresas familiares tienen muchos más aspectos positivos que negativos, y esto es sin dudas lo que las hace conformar un porcentaje tan alto del total de empresas que existen a nivel mundial. 

Una vez sobrepasado el factor de la confianza, uno de los más difíciles de domar, y de aprender que no siempre podemos culpar a un familiar por los inconvenientes sucedidos a nivel laboral de la misma forma en la que se lo incrimina en la casa por dejar algo desordenado, no es difícil comprender dónde está aquí la verdadera ganancia. 

Quirós asegura que el secreto está en que las empresas familiares son mucho más innovadoras que las que no lo son. Según el experto, esto se debe a que “las empresas familiares tienen algo similar a cualquier empresa, ya que tienen que mirar la parte del capital, tienen que ser rentables, tienen que ganar cada vez más dinero, tienen que manejar bien las finanzas, tienen que hacer crecer el mercado, igual que las no familiares”. 

Asimismo, “tienen algo que se llama valor socioemocional, ya que no están pensando a 3, a 5, a 10 años, están pensando a 20, a 30 años. ¿Por qué? Porque hay un legado, hay valores y que la empresa continúe es muy importante para la familia.  Para poder continuar vigente necesitas y estás obligado sí o sí a innovar”. 

A propósito de este punto, Caffaro considera también que la innovación es uno de los factores más importantes para mantenerse vigente. “Para esto es esencial tener una visión amplia y clara de lo que está sucediendo en el entorno empresarial, estar atentos a las oportunidades de mejora, solución y transformación, así como a la identificación de nuevos productos y servicios”, señala la experta. 

Empresas familiares hoy

En los últimos años, ha resurgido el concepto de empresas familiares, con más ejemplos y casos de éxitos de negocios que se han puesto en marcha en los últimos años. Sin embargo, ¿podríamos asegurar que hay más empresas familiares ahora que antes?

Si bien es muy difícil responder con exactitud, Quirós aproxima una respuesta. “No creo que haya más empresas familiares ahora que antes, no creo que la gente apueste más al trabajo en familia que en el pasado. Quizás simplemente está más de moda o se habla más del tema”, expresa, y asegura que “siempre cuando alguien emprende de cero, siempre los primeros empleados que toma son familiares o amigos, o amigos de amigos, porque lo que busca es confianza. Por lo tanto, una de las formas de crear empresas es que se sume primero gente de absoluta confianza”.

Quirós no cree que deba haber “ni más ni menos” empresas familiares. “Lo que hay es lo que hay, y eso está bien, porque se va dando naturalmente. Lo que sí creo es que deberíamos tomar conciencia del rol que tienen las empresas familiares, que son la mayoría de las empresas”, expresa, asegurando que la mejor forma de hacerlo sería “no castigándolas tanto, no desmereciéndolas y viéndolas como un gran valor que tienen las economías de cada uno de los países”.

Finalmente, el especialista se refiere al término “familiarización” en las empresas como algo que excede a los negocios formados a partir de vínculos afectivos. “Cualquier empresa con los años tiene la tendencia a familiarizarse. Supongamos que yo tengo un amigo y tenemos 30 años: nos asociamos – no somos familiares, somos amigos – y ponemos una empresa. Cuando los dos tengamos 50 años, es muy posible que tengamos, tal vez, hijos de 20. Y cuando esos hijos empiezan a ingresar al negocio, ya la empresa automáticamente se empezó a familiarizar”, explica, y asegura que es por este tipo de cadena que la empresas más antiguas del mundo son empresas familiares.

Para finalizar, Quirós considera que “la empresa familiar tiene y debe ser una fuente de oportunidades para todos sus miembros, los que trabajan y los que no trabajan, y nunca debemos permitirnos que sea una fuente de frustraciones, y eso no depende del gobierno, ni del mercado, ni del periodismo, ni de nada: depende de esa familia empresaria”.

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