Un estudio de Accenture con clientes bancarios en 13 países reveló que más de la mitad de los consumidores han adoptado métodos de pago digitales. A nivel global, las condiciones macroeconómicas desempeñan un papel importante en las preferencias de pago de los consumidores.
Luego de la pandemia cambió la forma en la que las personas realizan sus actividades cotidianas. Desde la manera en la que enfrentan una visita al médico hasta cómo se comportan dentro del transporte público, muchos aspectos sufrieron modificaciones que “mejoraron” sus calidades de vida o, por lo menos, simplificaron algunas tareas. La manera en la que se realizan los pagos de distintos productos o servicios no es la excepción y, sin dudas, se vio afectada por estos cambios.
La época del contacto cero obligó a las sociedades a adaptarse a nuevas formas de vivir. Al reducir casi por completo el manejo de efectivo, emergió de manera contundente el sistema de pagos virtuales que ya venía pisando fuerte desde un tiempo atrás. Luego de los años de pandemia, esta modalidad tomó protagonismo económico en Argentina (y en el mundo) y son cada vez más sus adeptos y sus beneficios. Pero, ¿cuál es su impacto real en números?
El crecimiento de los pagos digitales: ¿a qué se debe?
De acuerdo con un informe publicado por el Banco Central (BCRA), uno de cada cuatro pagos con transferencia se inicia a través del código QR. Siguiendo esta lógica, no es difícil prever que el futuro de los sistemas de pagos del país estará cada vez más volcado hacia la virtualidad.
En diálogo con POST, Agustín Mariani, Head de Santander Digital, comenta el caso particular de la compañía en cuanto a esta cuestión. “Hay un crecimiento sustancial en el uso de servicios financieros digitales, no solo de las billeteras virtuales, sino también -y sobre todo- de las aplicaciones bancarias o servicios específicos ofrecidos por bancos, financieras, y fintechs. En Santander, la cantidad de personas que usa la app pasó del 36% al 60% en 3 años”.
Consultado acerca de por qué cree que se da este fenómeno, el experto asegura que existen varias razones. “La principal de ellas es sin dudas la conveniencia que tiene para las personas hacer sus operaciones financieras y transaccionales desde cualquier lugar, en cualquier momento, y con el dispositivo que más utilizamos y que tenemos permanentemente al alcance de la mano: el teléfono celular”.
Así como Mariani subraya la facilidad que proporciona poder organizar las finanzas a través del celular, el estudio realizado por Accenture en 13 países de distintos continentes muestra que el pago digital ofrece muchas opciones, además del QR, como las billeteras digitales, las transacciones cuenta a cuenta (A2A), el Buy now, Pay later (BNPL) y los pagos en el metaverso, todas “nuevas funciones que cada vez ganan más terreno”.
Mariani comenta también que el desarrollo de la tecnología (tanto en hardware como en la lógica del software) permite que bancos, financieras, compañías de seguros, administradores de fondos, o incluso emprendedores “puedan ofrecer los servicios habituales o nuevos servicios financieros a las personas y empresas”.
Además, el especialista asegura que el incentivo para hacer estas inversiones por parte de los distintos agentes es “muy relevante porque los clientes están dispuestos a pagar comisiones y márgenes por estos servicios diferenciales”.
Los servicios de pago en Argentina (y en el mundo)
Axel Pfeiffer, account executive de Accenture Argentina, indica a POST que “América Latina es aún la región donde más se sigue usando el efectivo, pero también donde más se utiliza la tarjeta de débito”. Sin embargo, de acuerdo con Pfeiffer, es también un sector en el que lidera el uso de las apps A2A.
El estudio realizado por Accenture demuestra que, a nivel global, “las condiciones macroeconómicas, especialmente la inflación y el aumento de las tasas de interés, desempeñan un papel importante en las preferencias de pago de los consumidores” en los diferentes países entrevistados en Europa, Norteamérica, Asia, y América Latina.
La investigación además arroja que alrededor del 30% de los entrevistados que utilizan tarjeta de crédito como método de pago principal para las compras en persona “están considerando cambiar a otros métodos de pago”. Mientras que la mitad de ellos prefieren reducir sus gastos utilizando tarjeta de débito, efectivo, o tarjetas prepagas, la otra mitad prefiere el cambio porque favorece “la comodidad y el control de las apps bancarias o billeteras virtuales”.
Como generalmente se utilizan para digitalizar las tarjetas de los consumidores, las billeteras virtuales se encuentran en un punto medio entre los pagos tradicionales y los pagos en línea. El informe arroja que el 75% de las billeteras digitales están vinculadas a tarjetas de crédito o débito, y utilizan los mecanismos tradicionales de las tarjetas en lugar de sustituirlos. Más del 50% de los encuestados asegura que “ya utiliza las billeteras digitales más de cinco veces al mes para realizar transacciones”, contra el 48% que utilizan sus tarjetas de crédito con esa misma frecuencia.
Respecto de este punto, Mariani asegura que “la realidad nos sigue demostrando que los pagos físicos siguen teniendo un lugar importante entre los distintos tipos de pagos” y agrega que Argentina “sigue siendo uno de los países con mayor uso de efectivo de la región”.
En concordancia con lo que dice el informe, el especialista indica que a pesar del esfuerzo de los bancos, el BCRA, y el Estado para digitalizar todos los pagos, “la realidad local genera incentivos a distintos actores a vender en efectivo para bajar la carga impositiva”. A partir de esto, Mariani considera que “la migración de pagos en efectivo a digitales continuará sucediendo, pero no depende solo del sistema financiero que esto termine con el efectivo”.
¿Por qué son los pagos digitales el futuro de la región?
Todo indicaría que el contexto está preparándose para moverse por completo hacia la digitalidad de los pagos, aunque, como indican los expertos, esto podría demorar más o menos dependiendo del contexto socioeconómico que enfrente cada país. Sin embargo, distintos aspectos están en carrera hacia este objetivo.
De acuerdo con Pfeiffer, “los pagos son cada vez más digitales, con nuevas tecnologías como la biometría y los pagos entre máquinas, que eliminan las fricciones”. Además, el vocero de Accenture comenta que el metaverso “también podría crear nuevas oportunidades y generar disrupción en el ecosistema de pagos” y suma: “En general, los nuevos sistemas de pago digitales representan una oportunidad de US $25 mil millones para la Banca de América Latina”.
Como es de esperarse, no hay nada que interese más a la gente que opera en la digitalidad que nuevas medidas de seguridad sobre su dinero. Quienes tienen una parte de su vida volcada en el metaverso (más allá de las operaciones financieras: también las redes sociales, sus vidas laborales, etc.), optan cada vez más por elegir opciones que les brinden mayor sensación de seguridad (como las verificaciones de dos pasos, los sistemas biométricos, entre otros).
De acuerdo con el informe de Accenture, “el 42% de los encuestados dijo estar de acuerdo con que la biometría se utilizará ampliamente en 2025, y el 9% afirmó que estaría dispuesto a utilizarla como principal sistema de pago en persona si estuviera disponible”. La consultora estima que esto podría representar 5,2 billones de dólares en valor de transacción.
Además, la creciente y anhelada comodidad y confortabilidad también son factores que influyen en este acercamiento hacia la digitalidad total. El estudio indica que los pagos de máquina a máquina (M2M) son “pagos automatizados y en tiempo real entre dispositivos conectados, como carteras digitales o vehículos autónomos que requieren una intervención humana mínima o nula. Un ejemplo es un auto conectado que paga la nafta, la carga de la batería o el estacionamiento desde una billetera digital, sin que el conductor tenga que bajarse a presentar una tarjeta”.
Casi el 60% de los encuestados aseguró no tener inconvenientes en perder control sobre sus gastos si una máquina realiza los pagos por ellos. El 40% restante, sin embargo, mostró algunas objeciones al respecto e indicó que prefiere tener control sobre su dinero y dejar el M2M solo para transacciones de poco valor.
Para concluir, podría establecerse que América Latina se encuentra en camino a ser una región comandada por los pagos digitales. Factores como la inflación y la situación sociopolítica en los distintos países pueden haber demorado un poco este avance, pero las intenciones de las personas son claras: realizar sus pagos con mayor seguridad, efectuando un menor esfuerzo y menor despliegue.
Es en este el momento que los bancos y entidades financieras deberán invertir capital económico y humano en este tipo de tecnologías, buscando ofrecer siempre los servicios preferidos por la gente. Con las intenciones de apuntar hacia esto, Mariani aseguró que Santander invertirá “alrededor de $125 mil millones de dólares por año en tecnología para continuar mejorando sus servicios digitales” y concluye: “Seguiremos desarrollando soluciones con Getnet para que los comercios de todo tamaño puedan vender sus productos y servicios y cobrar con medios electrónicos”.
Conocé mas sobre Getnet y los pagos digitales
Aún no hay comentarios