Fecha de cierre, vencimiento y más: las claves al usar una tarjeta de crédito

Por Equipo Santander Post | 03-10-2025 | 4 min de lectura

Te contamos cómo funciona la fecha de cierre, vencimiento, los tipos de pagos que se pueden hacer con una tarjeta de crédito, entre otros aspectos a tener en cuenta. 

Tomar la decisión de solicitar una tarjeta de crédito por primera vez es un paso de gran relevancia. Significa acceder a una línea de financiamiento, generar y/o reforzar el historial crediticio al abonar en tiempo y forma, y la posibilidad de aprovechar promociones exclusivas, entre otros beneficios importantes. Sin embargo, si no se tienen en cuenta conceptos como la fecha de cierre, el vencimiento o los intereses por mora, la experiencia puede volverse complicada y costosa. 

Tarjeta de crédito: fecha de cierre y vencimiento

Uno de los puntos más importantes es la fecha de cierre, que marca el final del ciclo de facturación. Esto significa que todos los consumos realizados hasta ese día se consolidan en el resumen que recibirás, mientras que cualquier compra posterior pasará al siguiente período. En el resumen de la tarjeta siempre encontrarás esa fecha para identificar con claridad qué operaciones incluye. 

Por otro lado, la fecha de vencimiento indica el último día para pagar ese resumen. Generalmente se ubica algunos días después de la fecha de cierre y otorga un pequeño “período de gracia” que permite organizar el pago sin entrar en mora. 

Tipos de pago y sus implicancias

Otro aspecto a considerar son las modalidades de pago. El pago mínimo es la alternativa que permite mantenerse al día y evitar intereses punitorios por mora. Sin embargo, el saldo restante genera intereses compensatorios, lo que encarece el costo final. En cambio, el pago total es la opción más conveniente, ya que evita tanto intereses compensatorios como punitorios. 

El límite de financiamiento en la tarjeta de crédito

También resulta esencial conocer el límite de crédito, es decir, la cantidad máxima de dinero que se puede gastar con la tarjeta. Este límite se divide en tres categorías: las operaciones en un pago, las compras en cuotas y los adelantos en efectivo. 

Las operaciones en un pago son aquellas que se consideran de contado y se abonan en el resumen correspondiente al mes de la compra, teniendo en cuenta la fecha de cierre. Las compras en cuotas, en cambio, representan el valor que el banco permite financiar a lo largo de varios períodos. Y los adelantos en efectivo habilitan la extracción de dinero utilizando la tarjeta como medio. 

Tasas de interés y costo financiero

Al momento de financiar una compra, es fundamental comprender cómo funcionan las distintas tasas de interés. La tasa nominal anual (TNA) es la que se utiliza para calcular los pagos de interés de un préstamo o tarjeta, y se aplica sobre el capital prestado durante un año. La tasa efectiva anual (TEA) refleja el interés efectivamente pagado, ya que incorpora la capitalización de intereses en un período de tiempo determinado. 

Más allá de estas tasas, el indicador más completo es el costo financiero total (CFT), que muestra el costo real o final de la financiación de una compra. Este es el valor más importante a tener en cuenta, ya que resume lo que el usuario realmente asume al utilizar el crédito. 

El CFT incluye la TNA —que determina la cuota pura, fija o variable—, los gastos de evaluación y otorgamiento del crédito (que pueden ser fijos o un porcentaje sobre el monto total), y los gastos de administración, como apertura y mantenimiento de cuentas o cargos vinculados a la tarjeta y a compras financiadas. También contempla los gastos por cancelación anticipada, que en caso de estar permitida se cobran por única vez al momento del pago. A esto se suma el IVA, que debe estar incluido, aunque algunos resúmenes permiten ver el CFT con y sin impuestos, y los costos de productos adicionales que el cliente haya adquirido junto al crédito. 

La “tasa 0” y sus límites

Finalmente, es importante aclarar que aunque existen productos que se promocionan como “tasa 0”, esto no significa que estén libres de costos. Pueden implicar cargos adicionales vinculados a otros conceptos, por lo que siempre conviene revisar las condiciones antes de utilizarlos. 

 

Aún no hay comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más historias
¡No te pierdas nada! Suscribite a nuestro Newsletter