El sistema jubilatorio en Argentina es de carácter público y de aporte obligatorio para todas las personas que trabajan en el país.
El sistema jubilatorio en Argentina es un sistema público y de aporte obligatorio para las personas que realizan alguna actividad económica en el país. El mismo es administrado por la Administración Nacional de la Seguridad Social, mejor conocida como ANSES, que financia, a través de contribuciones de los trabajadores activos, a los trabajadores inactivos (jubilados).
Cómo funciona el sistema jubilatorio en Argentina
Como mencionamos anteriormente, el sistema jubilatorio es público y lo administra ANSES, financiado por los aportes de los trabajadores activos. Para poder acceder a esta contraprestación es necesario cumplir con los requisitos de edad y años de aporte al sistema, que pueden variar según el tipo de actividad.
Sin embargo, a rasgos generales, la edad mínima para jubilarse es de 60 años para las mujeres y de 65 para los hombres. Además, tanto hombres como mujeres, deben haber realizado aportes por un mínimo de 30 años.
Por otra parte, el monto del haber jubilatorio, se calcula con base en una fórmula establecida en la ley, que tiene en cuenta el salario promedio de los últimos 10 años de aportes, como también la cantidad de años de aportes realizados.
En el caso de los monotributistas, la jubilación que recibirán, siempre que no realicen otra actividad como un trabajo en relación de dependencia, es la jubilación mínima, ya que, para todas las categorías, el monto que se aporta en concepto de jubilación es el mínimo para acceder a dicha contraprestación y no puede modificarse.
Por este motivo, lo ideal es que, en la medida de lo posible, aquellos trabajadores independientes como los monotributistas creen su propio fondo de retiro para que, en el futuro, puedan tener una jubilación más alta.
Una de estas opciones son los Sistemas de Capitalización, que funcionan como un fondo de ahorro individual y se financian a través de las contribuciones voluntarias de los trabajadores y empleadores, siendo una gran opción para complementar la jubilación obligatoria.
¿Qué son los regímenes especiales y las moratorias previsionales?
Si bien para acceder al beneficio jubilatorio hay dos requisitos indispensables, que son la edad (60 años para las mujeres y 65 para los hombres) y la cantidad de años de aportes (30 años), existen algunas condiciones que se configuran como excepciones al sistema.
Una de ellas es la existencia de moratorias previsionales. Actualmente en Argentina existen dos: la que se rige por la ley 24476 y la de la norma número 27705. Ambos casos son procedimientos que permiten que las personas que no cuentan con los 30 años de aportes, puedan regularizar esta situación a través del pago de un canon mensual. Las dos moratorias vigentes permiten, entonces, que las personas puedan jubilarse aun no teniendo los 30 años de servicios, mediante la adhesión a este tipo de plan de pago el cual, por lo general, suele descontarse de manera automática del haber jubilatorio.
Por otro lado, en Argentina, existen algunas actividades especiales que cuentan con un régimen de jubilación distinto al mencionado. Entre estas actividades especiales se destacan: los docentes, trabajadores rurales, trabajadores de la construcción, personal de casas particulares, trabajadores de viñas, aeronavegantes, militares, personal de Prefectura, Gendarmería o Policía, entre otros.
Cada una de las actividades reguladas como especiales tienen distintos requisitos tanto de edad como de cantidad de años de servicios. En el caso de los trabajadores rurales, por ejemplo, el requisito jubilatorio es de 57 años de edad y 25 años de servicios. En el de los trabajadores de la construcción, en tanto, son necesarios 25 años de servicio con aportes, con al menos 12 de los últimos 15 años trabajados en el sector.
Esto hace que, según la historia laboral de cada trabajador, se deba evaluar cuáles son las condiciones más beneficiosas para tramitar su jubilación así como la edad y la cantidad de años de aportes que le da derecho al beneficio. Esto se debe evaluar teniendo en cuenta que pueden coexistir aportes que se hicieron bajo el sistema común y también otros hechos bajo regímenes especiales.
Jubilados: cómo y dónde cobrar
Una vez que las personas tienen la edad requerida y los años de aportes necesarios a su historia laboral, pueden solicitar el beneficio previsional y cuando este queda aprobado, se convierten en jubilados. A partir de ese momento, comenzarán a recibir un haber mensual que suele ajustarse al menos dos o tres veces al año. También, los jubilados por la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) tienen derecho a una cobertura de salud.
Asimismo, son cada vez más las opciones financieras que tienen las personas para cobrar su jubilación. En Santander, existen múltiples beneficios para aquellos que decidan abrir su cuenta para cobrar la jubilación, entre los que se destacan descuentos en compras, ahorro y tasas preferenciales para la solicitud de créditos. El trámite debe hacerse en Anses y se puede realizar de manera presencial, telefónica u online siguiendo tan solo unos pocos pasos.
Por otra parte, al cobrar la jubilación en Santander ya no será necesario hacer el trámite de fe de vida, requisito que durante mucho tiempo volvió engorroso el cobro del beneficio previsional. Con tu cuenta de jubilado Santander, la Fe de vida se realizará de forma automática y el cobro de la jubilación no dependerá de que hagas ninguna operación.
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