Regla del ‘silencio incómodo’: cuando el gesto de frenar, crea las respuestas más creativas

Por Equipo Santander Post | 17-11-2021 | 4 min de lectura

Especialistas del comportamiento y cerebro humano analizan un método aplicado por el fundador de Amazon en reuniones. Cómo impacta en el entorno y qué cambios produce en las reuniones específicamente.

Jeff Bezos, fundador de Amazon, fue noticia recientemente por su viaje espacial, que le permitió lograr una hazaña alcanzada por pocos. De todas formas, no es necesario que el empresario estadounidense abandone la Tierra para que se hable de él. También, suele ser un objeto de estudio por la forma de ejercer su liderazgo. 

Recientemente, Forbes contó que Bezos tiene una costumbre bastante particular a la hora de llevar a cabo reuniones con sus equipos: lejos de empezar con una tradicional presentación, el empresario se limita a leer en silencio los documentos y memorándums dando un espacio de hasta media hora para que todos hagan lo mismo.

Y eso no es todo. Colegas que compartieron mesa chica con él aseguraron que es una persona que se toma su tiempo antes de responder a una pregunta. La persona más rica del mundo puede tardar hasta 20 segundos bien deliberados en pronunciarse. En Forbes lo presentaron como el ‘Método del silencio incómodo’.

El impacto en el cerebro

Gabriela González Alemán, Directora Ejecutiva en Brainpoints y Doctora en Genética del Comportamiento (UBA), explicó a POST que el silencio “produce efectos a nivel cerebral. De hecho, está comprobado que los períodos de silencio generan nuevas células cerebrales que luego se especifican como neuronas. Así, el silencio es una auténtica herramienta para la renovación neuronal. Los períodos cortos, de pocos segundos, también tienen efectos positivos. Actúan, sobre todo, en el pensamiento”.

“Nuestro cerebro se acostumbró a que debe dar respuesta inmediata a cada requerimiento del exterior y lo hace a fuerza de incrementar la liberación de las hormonas del estrés. Correos; mensajes; reuniones virtuales; presenciales; todo requiere de una respuesta instantánea. Los mensajes ingresan a nuestro sistema cognitivo y el cerebro usa todas las claves y señales que permiten la comprensión más rápida de los mensajes. Ahí es cuando entran en juego nuestros sesgos y prejuicios llevándonos a parcializar completamente la información”, profundiza González Alemán.

Según precisó la doctora, al permitir algunos segundos de silencio, el cerebro integra la información que ya posee con la que recibe y es capaz de internalizarla y evaluarla de una manera novedosa. “Con 10 o 20 segundos de silencio previo a la respuesta, podemos reestructurar la información y responder desde la reflexión y no desde la reacción. Además, nuestras respuestas se vuelven creativas y suelen generar auténticas soluciones para los problemas planteados”, precisa.

Una reunión diferente

La directora ejecutiva en Brainpoints remarcó que utilizar el silencio como forma de iniciar una reunión, “ayuda al cerebro a ingresar en lo que se llama el ‘modo por defecto”’. Es decir, el cerebro -aclara la doctora- se aparta del ruido y de las demandas del ambiente y suspende la necesidad de mantener el foco atencional en las cosas. “Cuando logramos ingresar al ‘modo por defecto’ la mente se vuelve creativa, receptiva y se llena de claridad. Así, al iniciar la reunión en este estado, estamos abiertos a la realidad, recibimos los mensajes con menos sesgos personales y somos más capaces de encontrar una gran cantidad de alternativas de solución”.

Por su parte, Selene Vicario Domínguez, Doctora en Neurociencia, agregó a POST que las pausas permiten al oyente recopilar mejor la información y, para el hablante, organizar mejor las ideas. “Además, las pausas son una comunicación en sí dependiendo del contexto. Supongamos una persona que habla sin pausas, con mucha velocidad y va aumentando el tono del habla. Esta persona nos está mandando un mensaje de que es una persona con un nivel de ansiedad alto”, indica.

Como cierre, Dominguez, hace hincapié en la intervención del “cerebro social” que se vuelve importante para el procesamiento de las pausas en el habla ya que estas son -según detalla- también contextuales: “Si el contexto de la pausa es interpretado como negativo, provocará una activación del sistema autónomo aumentando la producción de la hormona esteroidea del cortisol, pudiendo provocarnos estrés”, concluye.

3 comentarios

  1. Susie dice: 2021-11-19

    Excelente nota. Creo que también influye el contexto cultural de cada país. Al terminar la nota me quedé pensando en lo bien que les haría a nuestros políticos el método del silencio incómodo!!!

  2. Beatriz Liliana Weisemberg dice: 2021-11-28

    Un poderoso momento que ayuda a pensar mejor. Mejores pensamientos inciden en el resultado de las reuniones y además evitan acciones violentas y respuestas agresivas.

  3. Alem dice: 2023-02-07

    Mas o menos es piensa para hablar y no hablar para pensar?.

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