Con 300.000 estudiantes y cinco premios Nobel, la Universidad de Buenos Aires sigue siendo una referencia de la educación superior de Hispanoamérica. En su aniversario, reconoció a dos centenares de exalumnos, entre ellos el Presidente del Directorio de Santander.
Existen pocas instituciones que tengan el lujo de cumplir, como Argentina en 2016, un Bicentenario. Esta semana fue el turno de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que celebró el jueves sus doscientos años de historia. Considerada la casa de estudios superiores más importante de habla hispana, la UBA decidió festejar entregando reconocimientos a 200 egresados de sus 13 facultades. Uno de los homenajeados fue Enrique Cristofani, Presidente del Directorio de Santander, quien durante su conducción como CEO impulsó miles de becas y programas destinados a la educación superior, como Universia.
Tras el reconocimiento, POST dialogó con Cristofani acerca de su paso por las aulas de la educación pública, primero en la destacada Escuela Carlos Pellegrini y luego en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. En su opinión, la educación, en todas sus vertientes, tiene una importancia crítica en la sociedad, como factor de movilidad social ascendente y el desarrollo económico de una Nación.
“La educación pública, en primer lugar, me dio las primeras herramientas para poder desarrollar mi carrera profesional. Tengo un especial agradecimiento a la sociedad que financia la educación pública”, comienza Cristofani. En lo personal, añade, “es un premio que me llena de orgullo, pero creo que también están reconocidos todos los que hacen Santander cada día, y todos los que contribuyeron al crecimiento de Santander en los últimos veinte años. Lo veo como un reconocimiento a una tarea donde muchas personas hicieron valiosos aportes”.
En palabras del Ejecutivo, la educación pública fue durante muchos años “un facilitador de la igualdad social, aunque lamentablemente esto en parte se ha perdido”. Por eso, exhorta al “protagonismo de todos para que la educación en general (y la pública en especial) vuelva a ser un importante factor de movilidad social”. Para ello, destaca que “necesitamos que la educación sea una prioridad y una política de Estado”.
Santander, ya hace más de veinte años, viene trabajando, a través de Santander Universidades y Universia, en el apoyo a una mejor educación. ¿Por qué? “Porque tenemos la firme convicción de que la educación es clave para el desarrollo de las personas y del país”, concluye Cristofani. En efecto, Santander Universidades hace dos décadas acompaña la educación de los jóvenes a través de iniciativas como el Premio Nacional Santander al Mérito Académico, por el que se reconoce a los mejores promedios universitarios del país con 600 becas anuales de 8.000 pesos para cada uno. En todo el mundo, para estudiar, empezar a trabajar o iniciar un emprendimiento, más de 156.000 jóvenes recibieron becas y otros estímulos por parte de Santander Universidades, un récord histórico.
La UBA, los números de un emblema
La UBA es la principal universidad de América Latina en muchos aspectos. Por ejemplo, en cantidad de alumnos: tiene unos 300.000 estudiantes distribuidos en 13 facultades y 23 sedes del Ciclo Básico Común, dice un artículo de Perfil. Además, es la única universidad de la región que tiene cinco premios Nobel que pasaron por sus claustros.
Con un plantel de 24.000 docentes que dictan más de 100 carreras de grado y casi 500 de posgrado y que albergó en sus aulas a 18 estudiantes que terminaron siendo presidentes de la Nación, el bicentenario encuentra a la UBA entre las mejores universidades del mundo, según rankings internacionales citados por el mismo medio.
La UBA cuenta además con cinco hospitales públicos de diferentes especialidades y una red de 23 museos. El último ranking de la consultora internacional especializada QS la ubica en el puesto 69, en un indicador que mide desde cantidad de alumnos hasta trabajos científicos publicados. Lo más sorprendente es que es la única masiva, pública y gratuita en estar en el top 100 mundial.
Además de los reconocimientos, se esperan numerosas actividades para celebrar los 200 años. Esta semana, por ejemplo, el Obelisco fue intervenido con un alusivo mapping, una técnica artística que utiliza proyectores de vídeo para desplegar una animación o imágenes sobre superficies reales.
Muy cerca de allí, el 12 de agosto de 1821, la UBA había sido inaugurada: más precisamente en la Iglesia de San Ignacio. Hasta allí llegó el mismísimo Bernardino Rivadavia, entonces ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires y el sacerdote Antonio Sáenz, su primer rector.
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