Establecer un ambiente de camaradería donde los vínculos interpersonales se puedan desarrollar y mejorar continuamente es un desafío muy importante para las organizaciones en la actualidad. Los especialistas explican cuál es la relación entre amistad y rentabilidad.
Aunque los modos hayan cambiado y muchos hagan home office, lo cierto es que las personas pasan gran parte de su tiempo en el entorno laboral. Por eso, los vínculos que allí se crean tienen un impacto, sobre todo en las generaciones más jóvenes, que buscan espacios de trabajo donde puedan sentir bienestar económico, profesional y emocional.
Así es como muchos tienden a establecer amistades en el trabajo, integrando dos mundos que, hasta hace unos años, estaban separados: el trabajo y la vida personal. De acuerdo con un estudio realizado en 2023 por Randstad, empresa de servicios de Recursos Humanos, el 86% de los argentinos valora los vínculos de amistad en el trabajo; y cerca de 8 de cada 10 personas tiene actualmente amigos conocidos en el ámbito laboral.
¿Los buenos vínculos fortalecen los equipos de trabajo? ¿Qué relación hay entre la amistad y la rentabilidad? Los expertos nos explican cómo más allá de las tareas en sí mismas, los rituales, códigos y relaciones saludables conforman una atmósfera laboral única que estimula la productividad.
¿Qué tan importantes son los buenos vínculos en el ámbito laboral?
Paula Etter, Técnica en Psicología Social, Coach organizacional especialista en cultura y Agile Coach, explicó a POST que, desde una perspectiva psicosocial, los vínculos son estructuras complejas que incluyen un sujeto, un objeto y su mutua representación interna a través de procesos de comunicación y aprendizaje. Y siempre, esta interacción provoca una modificación en el otro.
Por ejemplo, cuando nos encontramos en situaciones cotidianas como el trayecto en el transporte público, interactuamos con otras personas, pero dichos encuentros no siempre generan un cambio significativo en nuestro comportamiento. Sin embargo, en contextos más cercanos como la convivencia familiar, la amistad o las relaciones laborales, la comunicación y el intercambio constante promueven un aprendizaje mutuo que afecta directamente nuestra forma de pensar, sentir y actuar.
“Queda claro que generar vínculos con nuestros compañeros de trabajo influye directamente en nuestro desempeño y que los resultados obtenidos están estrechamente relacionados con la calidad de nuestras relaciones laborales. Equipos con un buen clima laboral, una cultura de colaboración y cooperación experimentan un aumento significativo en su productividad”, explica la técnica especialista en HR.
Si la cultura de la organización es el resultado de las relaciones y las redes conversacionales entre colaboradores, se entiende que hay una íntima relación entre fomentar vínculos en los equipos y los resultados que estos logran.
Además, los vínculos laborales implican un intercambio constante de retroalimentación, lo cual favorece un crecimiento conjunto y una mejora continua tanto a nivel personal como profesional. Es a través de esta retroalimentación que se pueden identificar errores, talentos y fortalezas, poniéndolos al servicio del éxito del equipo. En este sentido, Paula Etter agrega que un claro ejemplo de esto se encuentra en las metodologías ágiles, donde la retroalimentación continua lleva a la optimización del tiempo, el dinero y el esfuerzo, multiplicando la rentabilidad y calidad del trabajo realizado.
“Esto mismo aplica a los equipos de trabajo que logran tener un feedback constante gracias a esa confianza y confiabilidad que brinda haber generado una red de contención. El trabajo que las empresas inviertan en generar estos espacios que fomenten la pertenencia, confiabilidad y comunicación, es la base de todo equipo de alto rendimiento”, argumenta Etter.
En resumen, establecer un ambiente de confiabilidad donde las relaciones interpersonales puedan desarrollarse, trabajarse y mejorarse continuamente es el desafío principal de las organizaciones en la actualidad, no solo para destacarse en términos de rentabilidad, sino también para atraer y retener a los mejores talentos.
¿Por qué es importante para las empresas fomentar la camaradería y amistad entre los equipos?
En diálogo con POST, Fernanda Vallone, licenciada en Comunicación social, CEO de Inventio Comunicación y especialista en Comunicación Interna, Gestión de Clima y Cultura Organizacional, explica que, más allá de las tareas en sí mismas, los rituales y la camaradería conforman una atmósfera laboral única. Cuando las relaciones son positivas, fomentan un ambiente de colaboración; y si son negativas, se manifiestan a través de la falta de entendimiento y divergencias entre colegas.
“En mi experiencia personal dentro de ambientes laborales, logré crear vínculos significativos que perduran hasta el día de hoy. Estos lazos trascendieron lo meramente laboral y fueron fundamentales para el éxito de proyectos importantes en mi carrera profesional y para surfear situaciones difíciles gracias al apoyo del equipo. Cuando visito empresas donde la falta de conexión entre los colegas es evidente, observo cómo los proyectos se traban, surgen reuniones innecesarias y se intercambian largos correos electrónicos para llegar a acuerdos mínimos. Es evidente que la falta de vínculos sólidos entre los miembros del equipo afecta directamente la eficiencia y el desarrollo de las tareas”, explica la licenciada Vallone.
Un equipo donde prevalece la camaradería tiene la capacidad de ejecutar su trabajo con mayor eficacia, comunicarse de manera asertiva y evitar procesos innecesarios. Todo esto influye en la rentabilidad porque la confianza garantiza el éxito de los negocios. Vallone destaca algunos beneficios específicos que la amistad genera en las unidades de trabajo:
- La camaradería motiva a los equipos a interactuar y colaborar y, en consecuencia, los proyectos ruedan sin fricciones y se cumplen objetivos del negocio.
- La confianza brinda el espacio perfecto para la generación de nuevas ideas. Deja las puertas abiertas al brainstorming sin temores ni restricciones, lo que a su vez fomenta la rentabilidad.
- El disfrute y la conexión con el equipo reducen el ausentismo, las renuncias “literales” y las silenciosas, asegurando el cumplimiento de deadlines y, por consiguiente, logrando verdaderos win win para las personas y las organizaciones.
- La amistad desempeña un papel crucial para que las personas expandan su potencial. Este ambiente positivo, sin lugar a duda, facilita la aparición de nuevos talentos y el crecimiento tanto personal como profesional.
La amistad como pilar en la cultura organizacional
Es importante comprender que, si bien estas relaciones de amistad pueden ser fomentadas mediante comportamientos e iniciativas organizacionales, a través de la cultura de una empresa, existe un factor más profundo que está ganando prioridad entre las nuevas generaciones: el “match” entre el propósito organizacional y el propósito personal.
“Establecer este tipo de conexión es fundamental en la arena donde se disputa la guerra por el talento y el sentimiento de pertenencia. Considero que no es suficiente implementar acciones aisladas desde la comunicación interna para lograr este objetivo, sino que se requiere un entendimiento profundo y una reflexión honesta por parte de las organizaciones acerca de su propósito, sus valores y su verdadera razón de ser, lo que diferencia a una empresa de otra”, concluye la licenciada y especialista en comunicación interna.
Las empresas deben asumir estas realidades y la búsqueda de las nuevas generaciones para fomentar la construcción de vínculos entre las personas, estableciendo lazos que permitan que tanto las debilidades como las fortalezas salgan a la luz y se expresen en entornos que fomenten el cuidado y la empatía.
1 comentario
Excelente nota! Sumamente importante y coherente con la realidad de las organizaciones! Por mas Profesionales como Paula Etter acompañando a los equipos a generar mejores vínculos, confianza, cooperación, para lograr mejores objetivos y resultados extraordinarios! 👏🏼👏🏼👏🏼