Por qué el Hidrógeno Verde es una oportunidad histórica, ambiental y económica para el país

Por Equipo Santander Post | 13-09-2021 | 5 min de lectura

Es la gran apuesta de muchos países para reducir las emisiones que hoy causan la nafta y el gasoil. La región presenta un gran potencial para producirlo y por qué Argentina se prepara para ser una referente en el sector. 

“La implementación de fuentes de energías limpias es un tema de interés global”, dice Norma Amadeo, Directora interina de la Unidad Ejecutora del ITHES (UBA-CONICET). La Comisión Europea, por ejemplo, propuso reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% para el 2050. Lo propio también hizo China, que presentó un plan para alcanzar la neutralidad de carbono en el año 2060, y también el recién electo presidente Joe Biden, quien en la Cumbre Mundial del Clima se comprometió a disminuir “a la mitad” las emisiones de gases de efecto invernadero de su país para 2030.

Pero, ¿qué sucede en América Latina y en Argentina? A mediados de mayo, el presidente Alberto Fernández participó del foro “Hacia una Estrategia Nacional Hidrógeno 2030”, en el cual remarcó que Argentina cuenta “con un enorme potencial para la producción futura de hidrógeno verde” y que “la energía limpia y libre de carbono es la energía del futuro”.

Qué es el hidrógeno verde

“El hidrógeno es versátil en términos de suministro y uso. Es un portador de energía libre que se puede producir por muchas fuentes de energía. Las opciones de abastecimiento actuales y futuras incluyen: producción de hidrógeno basado en combustibles fósiles (hidrógeno gris); producción de hidrógeno a base de combustibles fósiles combinado con captura, utilización y almacenamiento de carbono (hidrógeno azul); e hidrógeno de renovables (hidrógeno verde)”, sostiene Amadeo en diálogo con POST.

El hidrógeno verde se obtiene mediante energías renovables, a través del agua o la biomasa. Miguel Ángel Laborde, químico argentino especializado en la tecnología del hidrógeno, explica que “si se usa agua, el proceso se conoce como electrólisis y obtenés H2 puro y O2 puro. Hay que gastar mucha electricidad para romper la molécula de agua. Esa electricidad, para que el proceso sea sustentable, debe provenir de una fuente renovable (eólica, solar, hidráulica). Este H2 verde es ideal para usarlo como alimentación a un tipo especial de pila de combustible para generar energía eléctrica. Se la conoce como pila PEM”.

“En cambio -agrega-, si usas biomasa, hay diferentes procesos según el tipo de biomasa. Algunos generan CO2 pero, como la biomasa en su crecimiento captura el CO2 (proceso conocido como fotosíntesis), el efecto total es neutro. La biomasa pueden ser alcoholes provenientes del maíz o la caña de azúcar, residuos, desechos, plantas que crecen en tierras no aptas para cultivo, algas y demás”.

Avances en Argentina

Y-TEC, la empresa de investigación de YPF, será la encargada de liderar el desarrollo de una plataforma que impulse el trabajo colaborativo entre empresas y que permita innovar en este área. Laborde introduce que Y-TEC lidera un consorcio de empresas en asociación con institutos alemanes.

Por su parte, Norma Amadeo recalca que “en la actualidad, la idea es impulsar el H2 AZUL y el H2 verde a partir de electrólisis de agua. “El desafío en la investigación científico tecnológica es desarrollar tecnologías de captura y secuestro de CO2 para descarbonizar el  H2 gris y, respecto de la electrólisis, habría que desarrollar  electrocatalizadores más eficientes”, completa.

Argentina tiene los siguientes desarrollos:

  • HYCHICO – COMODORO RIVADAVIA
  • PLANTA PICO TRUNCADO – SANTA CRUZ
  • BASE ESPERANZA EN ANTARTIDA – MAEL I

Miguel Ángel Laborde explica que Latinoamérica es bastante dispar en recursos naturales y en RRHH. “Argentina es un país gasífero: casi un 50% de la energía se produce a partir del Gas Natural (GN). Chile no lo tiene, tampoco Colombia ni Uruguay; los otros dos países con proyectos en H2. En nuestro país hay amplia experiencia en la industria en la producción y manejo del H2 a partir de GN”, completa el  ex presidente del CONICET entre septiembre y diciembre de 2019.

En cuanto a recursos humanos, en Investigación & Desarrollo, Brasil y Argentina llevan la delantera ampliamente. “Brasil ha desarrollado tecnología propia en producción de H2 -sea a partir de biomasa o de agua- y también en pilas de combustible. “Argentina también posee grupos consolidados en casi todos los temas relacionados con la economía del H2. Tenemos una planta piloto de producción de H2 en FIUBA y en el ITBA y CITEFA hay grupos trabajando muy seriamente en electrolizadores”, profundiza.

En el caso de Chile, no tiene experiencia en el hidrógeno, dice Laborde. El país vecino hizo una alianza con institutos alemanes para generar H2 por electrolisis aprovechando la energía solar del norte chileno. La idea es usar ese H2 para mover los vehículos que se utilizan en las minas de cobre y el resto exportarlo. 

Paralelamente, a la hora de explicar por qué la región tiene un potencial grande para posicionarse en la producción de hidrógeno verde, Norma Amadeo sostiene que “la inmensa extensión de regiones con vientos permiten la instalación de parques eólicos para dar energía a los electrolizadores para producir H2 limpio. Tenemos en el norte del país zonas con alta radiación solar lo que también posibilita la instalación de paneles solares que podrían dar energía a los electrolizadores”.

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