El QR interoperable mejorará significativamente la experiencia de las transacciones digitales en Argentina, al ofrecer mayor variedad en los métodos de pago y fomentar la competencia en el mercado financiero. Conocé más..
Llegó para quedarse. El QR interoperable aparece en Argentina como una nueva opción que mejorará la dinámica de compra y venta del país.
El concepto no es nuevo. En el comercio físico, todos podemos pagar con cualquier tarjeta, sin importar quién emite el plástico, cuál es la marca de la tarjeta o cuál es el servicio de cobro que utiliza el comercio. La tecnología avanzó, y comenzaron a incorporarse nuevas herramientas de cobro adicionales al POS, como el QR y los pagos NFC.
No obstante, el caso del QR se volvió un ejemplo paradójico: incorporó un avance en la tecnología y atrasó en cuanto a las prácticas comerciales. En esos mismos comercios en los que el usuario podía pagar con cualquier tarjeta, ello ya no fue posible a partir del uso del QR. Repentinamente, el usuario se vió obligado a usar una única billetera (de la misma empresa que le da los servicios de cobro al comercio) para pagar con sus tarjetas.
Aunque en los comercios nunca fue relevante para el pago si la tarjeta se transportaba en billeteras de tela, plástico, cuero o metal, la falta de interoperabilidad del QR hizo que ese absurdo se convierta en realidad.
¿Por qué es relevante? Fuentes del mercado afirman que el crecimiento del uso del Código QR pone en relieve la fuerte aceptación por parte del público y señalan que en lo que se refiere a los pagos con transferencia el QR sigue ganando participación en el mercado.
En ese contexto, en mayo del año pasado, el Banco Central de la República Argentina (BCRA), aprobó una medida para mejorar la experiencia de las transacciones digitales, y ofrecer más y mejor variedad de métodos de pago para los usuarios.
Múltiples estudios realizados tanto por el BCRA, como por entidades privadas revelaron que la mayoría de los códigos QR actuales no son interoperables, es decir, no pueden ser utilizados con billeteras o aplicaciones distintas a las del proveedor del QR.
Actualmente, para que un consumidor pueda pagar mediante un código QR en un comercio, debe hacerlo exclusivamente a través de un pago con transferencia (debitando directamente del dinero disponible en la cuenta del usuario). Si desea utilizar una tarjeta de crédito o débito, solo puede hacerlo con la billetera autorizada por el proveedor del QR.
A pesar de que la interoperabilidad con tarjetas de crédito ya debió entrar en funcionamiento desde el 30 de abril de este año (a casi un año de la publicación de la norma del BCRA, y luego de 4 prórrogas), algunos de los actores del mercado aún no cumplen con lo dispuesto por el BCRA.
El Banco Central ha aprobado la “interoperabilidad de los códigos QR para el cobro con tarjeta de crédito” con el objetivo de crear un sistema abierto e interoperable que estimule la competencia y fortalezca el ecosistema de pagos.
Ventajas del QR interoperable
La interoperabilidad no tiene como meta favorecer a uno u otro proveedor de servicios, sino a los consumidores, que son quienes deben ser impulsados al uso de pagos digitales de manera fácil y conveniente.
Estas son las 5 grandes ventajas que los consumidores conseguirán a partir de ahora:
- Posibilidad de elección: la implementación del “QR interoperable” permitirá a los usuarios elegir entre una variedad de aplicaciones de billetera digital para realizar sus pagos. Esta flexibilidad otorga a los consumidores la libertad de usar la aplicación que mejor se adapte a sus preferencias y necesidades.
- Democratización de los medios de pago: esta nueva entrada en vigencia, fomenta la competencia y la diversificación en el mercado de pagos. Al permitir que los clientes realicen pagos desde cualquier billetera digital, se nivelan las condiciones de juego para distintas marcas y se brinda igualdad de oportunidades a una gama más amplia de proveedores de servicios de pago.
- Procedimiento de pago más sencillo: a partir de hoy, la experiencia de pago en los comercios será más sencilla. Los clientes podrán usar sus aplicaciones de billetera digital preferidas y sus tarjetas de crédito cargadas en ellas, lo que agilizará el proceso de pago y eliminará barreras para completar transacciones en los puntos de venta físicos.
- Mayor transparencia y competencia: esta nueva norma tiene el potencial de aumentar la transparencia en el mercado de pagos y promover una competencia más saludable. La capacidad de elegir entre diferentes billeteras digitales y tarjetas de distintas marcas fomentará la innovación y mejorará la calidad de los servicios ofrecidos, beneficiando a los consumidores.
En sintonía con estos puntos, los especialistas añaden que sus beneficios se traducirán, de forma inmediata, en una “reducción de costos para el comercio porque no se vería obligado a contratar diferentes proveedores, e implicaría menos traslado de esa carga a los consumidores”.
Asimismo, explican que simplificaría la transacción en el momento de la compra “mejorando la experiencia de todos los usuarios, que contarían con más opciones y libertad para elegir cómo abonar”.
Por otra parte, sostienen que daría la posibilidad a los consumidores de acceder a cuotas y no solamente poder hacer una compra utilizando el saldo en sus cuentas a la vista o en cuentas de pago -como la Caja de Ahorro o Cuenta Corriente y ‘Cuentas de Pago- “sin antes tener que verse forzado a adherir su tarjeta de crédito a la plataforma que tiene una posición dominante en el mercado”.
Este simple ajuste normativo, es además un gran impulso para la competencia y el crecimiento del mercado de pagos, así como un paso adelante en la lucha contra el uso del efectivo.
En conclusión, la implementación del sistema de QR interoperable representa un avance significativo en la simplificación y universalización de las transacciones electrónicas.
Así, la gran ventaja de este sistema radica en su capacidad para ofrecer una solución inclusiva y segura, que promueve la democratización del acceso a servicios financieros.
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