Entender cada uno de estos conceptos te ayuda a saber cómo se usan tus datos y qué beneficios podés tener.
Los conceptos de Open Banking, Open Finance y Open Data son fundamentales en el ecosistema financiero actual y se utilizan a diario con propósitos específicos.
De hecho, Santiago Bausili, presidente del Banco Central, anunció el lanzamiento de un Sistema de Finanzas Abiertas (SFA). Este mecanismo permitirá que los diferentes actores del sistema financiero puedan compartir información de los usuarios para ofrecer mejores productos y servicios.
Entender sus particularidades es clave para la realidad financiera actual y su influencia en consumidores, empresas y reguladores.
¿Qué es Open Banking?
El concepto de Open Banking hace referencia a la idea de compartir datos entre instituciones financieras de forma segura y estandarizada. Esta tecnología permite que los usuarios pueden visualizar su información bancaria—como saldos y movimientos de cuentas—en distintas entidades, sin necesidad de operar exclusivamente dentro de una sola institución.
Este avance es posible gracias al uso de interfaces de programación de aplicaciones (APIs) seguras, que facilitan la comunicación entre bancos y terceros autorizados. Su implementación no solo fomenta la competencia en el sector, sino que también otorga a los consumidores un mayor control sobre su información financiera.
Otro ejemplo es MODO, la billetera virtual de los bancos, que combina la oferta de distintos actores del sistema financiero en un solo lugar.
Desde MODO resaltan los siguientes beneficios del Open Banking:
- Competencia: mayor competencia en el sector financiero, lo que se traduce en mejores productos y servicios.
- Innovación: mayor innovación en servicios financieros personalizados y más eficientes.
- Control y transparencia: mayor control y transparencia para los consumidores sobre sus datos financieros.
- Inclusión financiera: inclusión financiera al permitir nuevas formas de evaluación crediticia y acceso a servicios bancarios.
En pocas palabras, esta tecnología permite a los consumidores utilizar aplicaciones de gestión financiera que integran datos de múltiples bancos, acceder a nuevas alternativas de crédito, conocer las mejores promocione y descuentos, como realizar pagos de manera más conveniente, promoviendo una mayor inclusión y dinamismo.
Open Finance: una expansión natural
Si bien Open Banking se concentra en el ecosistema bancario, Open Finance amplía el espectro, porque abarca a todo el ecosistema financiero. En esta línea, además de entidades financieras, pueden participar otros participantes como empresas de seguros, fondos de pensión, entre otros.
De esta forma, los usuarios pueden ver y gestionar toda su vida financiera desde un solo lugar, de forma segura, transparente y con poder de decisión sobre sus datos. Un ejemplo práctico de esto sería que un usuario hipotéticamente pueda, a través de una sola app, conocer los saldos de sus diferentes cuentas, seguros contratados, inversiones, entre otros.
Open Data: un marco más amplio
El Open Data representa un enfoque más amplio sobre el acceso a la información. Este concepto se basa en la disponibilidad de datos que pueden ser utilizados por cualquier persona, institución o gobierno, promoviendo la transparencia y la toma de decisiones fundamentadas.
Su alcance abarca diversas áreas, incluyendo estadísticas sanitarias, mapas de movilidad urbana y patrones de consumo, entre otros. Al combinarse con la tecnología y la innovación, el Open Data se convierte en una herramienta clave para el desarrollo económico y la eficiencia institucional.
Por ejemplo, al analizar datos sobre hábitos de consumo, los gobiernos pueden diseñar políticas económicas más ajustadas a las necesidades de la población, optimizando recursos y generando estrategias más efectivas para el crecimiento y bienestar social. Su implementación no solo democratiza el acceso a la información, sino que también fortalece la participación ciudadana y el desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas.
Cuáles son las diferencias entre Open Banking, Open Finance y Open Data
El Open Banking, entonces, se enfoca en el intercambio seguro de información financiera entre bancos y terceros autorizados, permitiendo a los usuarios acceder a servicios personalizados. Este modelo ha sido adoptado en países como el Reino Unido y Brasil, donde los marcos regulatorios han incentivado su desarrollo.
Por su parte, el Open Finance amplía el alcance del Open Banking al incluir actores más allá del sector bancario, como aseguradoras, fondos de inversión y fintechs. Su integración compleja requiere marcos regulatorios robustos y sólidos mecanismos de protección al consumidor para garantizar un acceso equitativo y seguro. En América Latina, la expansión del Open Finance es clave para mejorar la inclusión financiera, particularmente en mercados con alto grado de informalidad económica.
Finalmente, el Open Data abarca una perspectiva aún más amplia, permitiendo que datos de diversos sectores estén disponibles para gobiernos, empresas y ciudadanos. Aunque su acceso libre fomenta la transparencia y la innovación, existe un desafío en la inversión en infraestructura tecnológica para garantizar la seguridad y el correcto uso de la información.
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