¿Qué es el IPC y para qué sirve?

Por Equipo Santander Post | 15-10-2024 | 3 min de lectura

Si bien existen algunas diferencias entre la inflación y el IPC, en la práctica se suelen tomar como equivalentes. Desde POST, te contamos los detalles de cada indicador y para qué sirven.

El IPC (índice de precios al consumidor) es un indicador muy utilizado para medir la variación en el nivel de precios. En Argentina es difundido por el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) a mediados de cada mes.

Entre sus funciones, este índice permite ver el aumento del costo de vida de la sociedad en general, motivo por el cual suele tomarse como el equivalente a la inflación. Sin embargo, desde un punto de vista técnico eso es erróneo.

¿En qué consiste el IPC y cuál es su función?

El IPC consiste en un índice que usa como referencia una canasta concreta de bienes y servicios consumidos por una sociedad en particular. Los productos que se toman en cuenta para medir si hubo un aumento o descenso de precios puede variar con el paso de los años porque la sociedad cambia constantemente sus formas de consumir.

En el caso de Argentina, el INDEC lleva a cabo una encuesta a distintas familias conocida como Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo). Su utilidad no solo permite calcular el IPC, sino también elaborar informes sobre la estimación de la pobreza e indigencia.

En cambio, la inflación se define como un aumento generalizado en el nivel de precios, es decir, no abarca una canasta específica de bienes y servicios, sino que hace referencia a toda la economía en general.

Sin embargo, como el IPC es muy representativo -y tanto las subas o bajas de precios no suelen diferir con la inflación- suele ser tomado por los gobiernos y bancos centrales como un indicador de referencia.

En Argentina, dicho índice suele utilizarse para:: 

  • Ajustar salarios.
  • Calcular medidas de consumo e ingresos reales.
  • Analizar el tipo de cambio.
  • Definir contratos como, por ejemplo, los alquileres.

Otro de los errores que se suele cometer es asociar al IPC como un índice de costo de vida. Según la revista Consejo Digital, elaborada por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el IPC mide el costo de comprar una determinada canasta fija mientras que un índice de costo de vida suele habilitar la posibilidad de sustituir bienes y servicios con el fin de mantener cierto nivel de vida, satisfacción o utilidad.

En otras palabras, el costo de vida suele tener en cuenta decisiones subjetivas que surgen de las preferencias de consumo de las personas en la búsqueda de maximizar la satisfacción de sus necesidades.

El IPC no varía en función de la decisión de cada individuo, sino que toma una canasta representativa y mide los cambios en los precios de las mismas cantidades e iguales bienes y servicios. 

Conocer los detalles de este índice y las diferencias con otros indicadores permite comprender de forma clara su funcionamiento dentro de la economía de un país.

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