Conocer cómo se trabaja en Argentina para vincular el turismo y la discapacidad, es una ayuda para lograr la plena inclusión de las personas con discapacidad a todos los sectores. Cuáles son las habilidades y conocimientos específicos que se deben aplicar.
Argentina es uno de los países del mundo que, desde 2002, cuenta con una Ley de Turismo Accesible (Ley 25.643). Esta norma se aprobó para cumplir con ella uno de los derechos humanos establecidos en el artículo 75 de la Constitución Nacional, que consagra el derecho que tienen las personas al descanso, a la honesta recreación y a la oportunidad de emplear útilmente el tiempo libre en beneficio del mejoramiento espiritual, cultural y físico.
Siguiendo la definición de turismo que hace la Organización Mundial del Turismo, se entiende como “el conjunto de actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su residencia habitual con fines de ocio, negocios u otros motivos”.
Ahora bien, ¿a qué se refiere el término turismo accesible? Según la mencionada ley, turismo accesible es “el complejo de actividades originadas durante el tiempo libre, orientado al turismo y la recreación, que posibilitan la plena integración —desde la óptica funcional y psicológica— de las personas con movilidad y/o comunicación reducidas, obteniendo durante las mismas la satisfacción individual y social del visitante y una mejor calidad de vida”.
En este sentido, en diálogo con POST, Gala Llano, Directora del Instituto de Accesibilidad, explica que el ocio “es un derecho y por eso es importante fomentar políticas de mejora en turismo accesible. El turismo accesible es un concepto para todas las personas, incluidas las personas mayores, las personas con discapacidad y las familias”.
El turismo accesible entonces está pensado para aquellas personas que tienen alguna deficiencia motriz, sensorial, intelectual o mental y que no pueden participar de los diferentes espacios físicos de manera plena y en igualdad de condiciones, tal como están planteados porque se encuentran con alguna barrera que se los impide.
¿Qué tipo de servicios incluye el turismo accesible?
La ley argentina establece que el turismo accesible debe pensarse en pos del diseño universal y la accesibilidad. El diseño universal se da cuando los productos y servicios están pensados para que todos y todas, incluidas las personas con discapacidad, puedan utilizarlos.
La accesibilidad, por su parte, se cumple cuando se eliminan las barreras de todo tipo que impiden la participación de personas con discapacidad. Por ejemplo, cuando los edificios y veredas tienen rampas, puertas amplias, existen baños adaptados, señalización en Braille, entre otros.
“Los espacios accesibles son espacios que tienen un diseño centrado en las personas, son diseños excelentes que son más cómodos para todos los usuarios. Por ese motivo no debemos pensar en que es una solución que únicamente sirve para las personas con discapacidad, sino que nos beneficiamos todos”, explica Llanos y agrega: “en ningún caso es necesario considerar un diseño hospitalario. Hoy en día hay buenas soluciones que además cumplen con las necesidades estéticas”.
Playas, hoteles y restaurantes
Si bien al hablar de turismo accesible se deben contemplar los lugares de esparcimiento y los servicios, también se debe prestar especial atención a las recomendaciones en términos arquitectónicos, comunicacionales, de seguridad y de recursos humanos en torno a cada uno de estos espacios.
Durante la temporada de verano, por ejemplo, las playas argentinas son lugares que muchos eligen para descansar. Pero no siempre es sencillo acceder de manera cómoda y segura a la playa. “Para empezar tenemos que poder llegar a la playa. Necesitamos transporte público accesible y estacionamientos accesibles. Además la costanera y la bajada a la playa debe ser cómoda y segura para todas las personas, sin escalones, con pavimento en buen estado, sin huecos”, explica Llano.
Bajo esta línea, agrega que para bajar a la playa es necesario que exista una rampa bien diseñada y, suma, que sería deseable que en la playa existan zonas de sombra, donde puedan estar las personas mayores o las personas con discapacidad. “Para llegar hasta el mar existen unas alfombras o mats que facilitan muchísimo a los usuarios de silla de ruedas el poder disfrutar del mar”, propone.
El concepto de diseño universal es el que más debe aplicarse a la hora de pensar hoteles, restaurantes, teatros y espacios cerrados accesibles. “Son necesarios espacios amplios, ingresos en el calle, bajos accesibles, pero también piscinas y bares accesibles. No nos podemos quedar en solo una habitación accesible y nada más, cualquier persona debe poder usar todos los servicios del hotel en el que se hospeda”, sostiene Llano.
“Los espacios accesibles son espacios que tienen un diseño centrado en las personas, son diseños excelentes que son más cómodos para todos los usuarios. Por ese motivo no debemos pensar en que es una solución que únicamente sirve para las personas con discapacidad, sino que nos beneficiamos todos”, aporta la especialista.
Ranking de accesibilidad en Argentina
Según la Red de Turismo Accesible, una ONG liderada por Alejandro López que se encarga de proponer ideas y relevar los distintos destinos turísticos argentinos en cuanto a cuestiones de accesibilidad, son muchos los cambios que se han dado en esta materia en la última década.
El Parque Nacional Iguazú, ubicado en Misiones, es el destino turístico accesible por excelencia del país, el cual se puede recorrer en un 90% con condiciones de accesibilidad para todas las discapacidades. Puerto Madryn, por su parte, ofrece hoteles, hostales, departamentos, bares y restaurantes accesibles con carta de platos en Braille y la posibilidad de realizar el mayor atractivo turístico de la región, que es el avistaje de ballenas, con embarcaciones adaptadas.
En cuanto a la costa argentina, los balnearios de Mar del Plata, Villa Gesell y la Costa Atlántica son algunos de los destinos bonaerenses que cuentan con información sobre el nivel de accesibilidad de los diferentes atractivos turísticos e históricos.
Asimismo, existe la Guía de Turismo Accesible de Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca y La Plata, con breves biografías, puntos turísticos como museos, hoteles, monumentos, teatros y centros culturales de cada ciudad y su respectiva accesibilidad para aquellas personas con algún tipo de discapacidad.
Trabajar para lograr que las principales ciudades argentinas sean accesibles no solo tiene una importancia de justicia social, solidaridad y sensibilidad, sino que también puede generar enormes impactos y beneficios económicos para el sector.
“En toda Latinoamérica se están tomando acciones para mejorar los espacios, y por supuesto, la accesibilidad. El turismo, que es una industria económica muy importante en la región, no se queda atrás, y son varios los proyectos de accesibilidad que esperemos pronto se concreten tanto por parte de organismos públicos como entidades privadas”, concluye la especialista.
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