La tasa efectiva anual refleja el costo o el rendimiento real de un producto financiero al considerar la capitalización de intereses. Entenderla permite comparar mejor opciones de crédito e inversión.
Al momento de solicitar un préstamo o financiar una compra con tarjeta de crédito, es clave entender qué es la tasa efectiva anual (TEA). Saber cómo se calcula y en qué se diferencia de la tasa nominal anual (TNA) permite tomar decisiones financieras más informadas.
Cuando se accede a un crédito, se hace un depósito a plazo fijo o se abonan cuotas con interés mediante una tarjeta, es habitual encontrarse con distintos porcentajes que indican el costo o el rendimiento de una operación. Entre ellos, la TNA y la TEA son los más frecuentes.
Entender en qué se distinguen ayuda a evaluar con mayor precisión el impacto real de una inversión o un financiamiento.
¿Qué es la tasa efectiva anual?
La TEA indica el porcentaje real que se paga o se gana en un año, considerando la capitalización de los intereses. A diferencia de la TNA —que es solo una tasa de referencia y no contempla cuántas veces se aplican los intereses— la TEA refleja el costo o rendimiento real de una operación financiera.
Por ejemplo, si se realiza un depósito a plazo fijo, la tasa efectiva anual muestra el interés que se ganará al cabo de un año, incluyendo el efecto de que los intereses generen nuevos intereses. En el caso de un préstamo, indica cuánto se terminará pagando luego de 12 meses bajo ese mismo criterio de capitalización.
Por qué conviene prestar atención a la TEA
Uno de los errores más comunes es fijarse únicamente en la TNA. Dos productos pueden tener la misma tasa nominal —incluso uno puede parecer más conveniente—, pero diferir en la frecuencia con la que se capitalizan los intereses: mensual, trimestral o anual. Esa diferencia altera de forma significativa el monto final que se paga o se cobra.
En términos simples, un producto con menor tasa, pero capitalización más frecuente puede terminar siendo más rentable —si se trata de una inversión— o más costoso —si se trata de un préstamo— que otro con mayor tasa pero capitalización anual. La TEA contempla justamente esta frecuencia de capitalización.
Cómo se calcula
El cálculo de la TEA depende tanto de la TNA como de la cantidad de veces que los intereses se capitalizan en el año. Una fórmula habitual es:
TEA = [(1 + r/m)^m] – 1
Donde “r” representa la tasa nominal anual expresada en decimales y “m” la cantidad de períodos de capitalización al año.
Por ejemplo, si un producto tiene una TNA del 24% y capitalización mensual, el cálculo sería:
- TEA = [(1 + 0,24 / 12)^12] – 1
TEA = [(1 + 0,02)^12] – 1
TEA = [1,02^12] – 1
TEA = 1,2682 – 1 = 0,2682
Convertido a porcentaje, da 26,82%. Es decir, con una TNA del 24% y capitalización mensual, la tasa efectiva anual asciende al 26,82%.
Como se explicó, la TEA es un indicador clave para evaluar productos tanto de ahorro como de crédito. Por eso, al contratar un plazo fijo, solicitar un préstamo personal o financiar una compra con tarjeta de crédito, conviene tener presente esta tasa para conocer el verdadero impacto financiero de la operación.
Aún no hay comentarios