Qué son las SGR y por qué son claves para las PyMEs

Conseguir financiamiento sigue siendo un desafío para muchas PyMEs. Pero existe una herramienta que puede cambiarlo: las SGR. Qué son, cómo funcionan y por qué cada vez más empresas las eligen para crecer.  

Para la mayoría de las PyMEs argentinas, acceder a un crédito bancario en condiciones razonables puede convertirse en una verdadera carrera de obstáculos. Falta de garantías, historial financiero limitado o simplemente tasas difíciles de asumir son algunas de las razones por las que muchas empresas quedan fuera del circuito financiero tradicional. 

 Pero existe una herramienta —poco conocida para quienes recién se inician, pero fundamental para quienes ya la probaron— que puede marcar la diferencia: las Sociedades de Garantía Recíproca, o SGR. 

¿Qué es una SGR? 

Las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) son Sociedades que nacieron a mediados de la década del 90 con el objetivo de facilitar el acceso al crédito de las Pymes. Fueron creadas por la Ley 24.467 y reglamentadas por el Decreto 699/2018, para actuar como respaldo o garantía de aquellas Pymes que no consiguen asistencia a sola firma suficiente o no cuentan con un track record en el sistema financiero que les permitan acceder a la línea de capital de trabajo o inversión que están necesitando. 

En términos simples: cuando una PyME necesita un préstamo, descontar un cheque o emitir un pagaré, pero no cuenta con una línea suficiente para cursar la operación, puede acudir a una SGR. Esta entidad analiza la situación de la empresa y, si la aprueba, le otorga un aval que le permite acceder a ese financiamiento en mejores condiciones: con tasas más bajas y plazos más amplios. 

En caso de que la Pyme avalada no pueda cumplir con su compromiso, la SGR responde con su fondo de riesgo ante el acreedor (por ejemplo, un banco o una sociedad de bolsa). Esto reduce el riesgo para el prestamista y mejora las condiciones para la PyME, que de otra manera no podría acceder a ese financiamiento o lo haría en condiciones mucho más costosas. 

Además de brindar avales, muchas SGR también acompañan a las empresas con asesoramiento financiero y asistencia técnica, lo que suma un valor adicional para profesionalizar la gestión. 

¿Cómo funciona?

Toda SGR está conformada por dos tipos de socios: los socios partícipes, que son las PyMEs que buscan financiamiento, y los socios protectores, que suelen ser grandes empresas o inversores que aportan capital al fondo de riesgo. Este fondo es lo que permite a la SGR emitir avales y respaldar a las PyMEs frente al sistema financiero. 

Actualmente, hay 44 SGR activas en la Argentina, reguladas por la SEpyme y bajo la órbita del Ministerio de Economía.  

Las ventajas para una PyME

Uno de los beneficios más valorados es el acceso a mejores tasas y plazos. Al tener el respaldo de una SGR, los bancos ven reducidos los niveles de riesgo, y eso se traduce en condiciones más convenientes para el solicitante. Pero también hay otras ventajas no menores: muchas SGR ayudan a la Pyme en la preparación del legajo, ofrecen acompañamiento técnico y hasta conectan con otras herramientas del ecosistema financiero. 

Más allá del crédito bancario, las SGR son un actor clave para que las PyMEs accedan al mercado de capitales. ¿Cómo? Mediante instrumentos como los cheques de pago diferido (CPD) avalados, que pueden ser negociados en el Mercado Argentino de Valores (MAV) o el Mercado Abierto Electrónico (MAE). En estos casos, el aval de una SGR hace que esos cheques sean considerados de “riesgo bajo”, lo que los vuelve más atractivos para inversores. 

Según datos de la CNV, más del 80% de los CPD negociados en el mercado durante 2023 estuvieron avalados por una SGR. Ese porcentaje habla por sí solo del protagonismo que tienen estas entidades para canalizar financiamiento hacia el sector productivo. 

Por otro lado, de la mano de un ente de garantía como un Banco o una SGR, la pyme puede empezar sus primeros pasos en el Mercado de Capitales, mediante la emisión de Obligaciones Negociables Pyme Garantizadas. 

Se trata de un programa especial para pymes que cuenten con estas garantías y que les permite acceder a la emisión de deuda en el Mercado de Capitales con menos requisitos regulatorios y reduciendo significativamente el costo financiero de la misma. 

¿Cuánto cuesta y cómo se accede?

El proceso de alta suele ser simple y puede gestionarse de forma digital en muchas SGR. Una vez aceptada como socia partícipe, la PyME presenta el proyecto o necesidad de financiamiento, y la SGR evalúa si lo avala. Si la respuesta es afirmativa, se firma el contrato de garantía y se avanza con la operación ante el banco o la entidad bursátil. 

Es importante mencionar que las SGRs no cobran ningún cargo por la evaluación y asignación de línea a favor de las Pymes, las cuales una vez aprobadas quedan disponibles para ser utilizadas cuando la compañía así lo solicite. 

Recién se va cobrar una comisión ante la efectiva emisión del aval a favor de un tercero. La comisión suele rondar el 2% nominal anual sobre saldo, aunque puede variar según el riesgo de la operación, la fianza o contragarantía aportada por el socio  y la duración del aval. Aun así, para muchas PyMEs ese costo se compensa con creces frente a los beneficios obtenidos. 

¿Cómo accedo a una garantía de una SGR?

1. Contactá a una SGR habilitada.
   Buscá una Sociedad de Garantía Recíproca registrada y ponete en contacto para iniciar el trámite.
2. Presentá tu documentación.
   Vas a necesitar:

• Tu Certificado PyME vigente.  

• Información societaria y contable de tu empresa o actividad comercial. Podés presentarla a través del Legajo Único Financiero y Económico (LUFE), si lo tenés.

3. Recibí la garantía.
   La SGR evaluará tu caso y, si lo aprueba, te otorgará un aval para respaldar tu operación.
4. Usá la garantía donde la necesites.
   Podés presentar el aval ante bancos, entidades del mercado de capitales, organismos públicos o proveedores, según el tipo de financiamiento que estés buscando.