En la vida cotidiana pueden existir algunos hábitos de consumo y comportamientos que, aunque parecen inofensivos o pasan desapercibidos, pueden dañar las finanzas de las personas. En qué consisten estos tipos de gasto y qué hacer para evitarlos.
Se esconden en la oscuridad, no se perciben y cuando menos lo piensas… te chupan la sangre. Así como el vampiro, algunos gastos, que parecen imprescindibles y no se sienten en el momento, pueden impactar en la economía personal.
Existen consumos que las personas no detectan o que parecen muy pequeños y no se les da importancia. Sin embargo, en ambos casos se pierden recursos económicos y tendrán un impacto en sus finanzas.
A este tipo de gastos se les conoce como “gastos vampiro”, aludiendo a algunas características de dichos personajes creados por la literatura y el cine: no son fáciles de ver y pueden absorber la sangre (el dinero en este caso) de un momento a otro sin que te des cuenta.
Hacer una revisión periódica de la economía doméstica es la forma más sencilla y efectiva que hay para identificar gastos que pasan desapercibidos, o que las personas pueden considerar extra, y que podrían evitar. Santander.com comparte los más comunes:
Consumo energético irresponsable
Este es uno de los gastos silenciosos más frecuente en los hogares, también conocido como “consumo vampiro”. Mantener dispositivos electrónicos o sus cargadores conectados de forma permanente a la corriente produce pequeños consumos que, sumados, representan un gasto adicional en tu factura. Estos dispositivos vampiro consumen energía y dinero sin que te des cuenta. Ocurre lo mismo con puertas y ventanas mal cerradas o dañadas, que no mantienen la temperatura y hacen que la calefacción o el aire acondicionado gasten más energía y, por tanto, aumenten tu factura. Dejar la canilla abierta mientras te enjabonás o cepillás los dientes, o utilizar el coche en trayectos que podrías hacer en bicicleta, por ejemplo, son algunos hábitos que podés modificar, ya que afectan tanto a tu economía personal como al medioambiente.
Suscripciones a servicios innecesarios
A la hora de contratar servicios como internet, telefonía móvil o la suscripción al gimnasio es común que quieras elegir el plan más completo posible, pero quizás no siempre utilizás todo lo que pagas mes a mes. Ocurre lo mismo cuando tienes varios servicios similares, como suscripciones a varias plataformas de streaming de video o música que te ofrecen un contenido parecido. Para evitar esto, hacé una lista y compará los servicios que tenés y el uso que les das con el fin de identificar si existe alguno del que puedas prescindir o si ofrecen una oferta más baja que se ajuste a tus necesidades.
Reparaciones y averías
El mal uso del teléfono móvil, la computadora, el coche y, en general, de todas tus pertenencias, puede hacer que sus prestaciones y tiempo útil de vida disminuyan más rápido de lo normal. El desembolso inesperado que tenés que hacer cuando es necesario reparar o reemplazar alguno de ellos se podría prevenir con un uso adecuado. Además, este tipo de gastos imprevistos puede alterar tu presupuesto mensual y disminuir tu capacidad de ahorro. Podés comprobar y anotar las fechas de la revisión del coche y de aquellos electrodomésticos que lo requieran, como el sistema de calefacción y de aire acondicionado, para asegurarte de realizarlas a tiempo y evitar mayores costos debido a las averías.
Alza en las tarifas
Puede que un servicio que tenías contratado en el pasado haya subido de precio y su nuevo importe no lo tuvieses previsto en tu presupuesto mensual. Sin embargo, al estar en tu cuenta bancaria, no identificás con facilidad el dinero adicional que te cobran. Consultá los extractos de tus tarjetas bancarias, o el historial de tu cuenta corriente, para verificar el costo actual y tomar medidas si es necesario. Agendar el momento de renovación es una idea para revisar con antelación otras opciones y valorar si continuar con la contratada.
Este tipo de gastos que disparan el costo de tus facturas son más frecuentes de lo que parecen. Pueden afectar negativamente a la salud financiera de las personas. Una mayor previsión y cuidado con sus hábitos de consumo será fundamental para combatirlos.
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