El reciclado es un proceso central de la economía circular y el nuevo paradigma mundial para la producción y el consumo sustentable. En el marco del Día del Reciclaje, la cooperativa ‘Cartoneros del Sur’ cuenta su historia y revela cómo dividir los residuos y hacer de esta acción, un hábito.
Tres R, tres palabras y tres acciones para un mismo objetivo: cuidar el medio ambiente. La acción de reducir, reciclar y reutilizar dentro de la denominada economía circular se convirtió, desde hace tiempo, en uno de los principales objetivos tanto de los organismos públicos y privados como la de los ciudadanos en sus hogares.
Los números denotan esta preocupación (o mejor dicho ocupación) en la comunidad. De acuerdo con un informe de la Fundación Ellen MacArthur y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), la reutilización de envases plásticos reciclados creció un 22% en el mundo entre 2018 y 2019, y sigue en aumento.
Más allá de esto, todavía hay mucho por hacer y más en Argentina. Pese a que hoy se reciclan 251 mil toneladas de plástico por año, el país es una de las naciones más contaminantes del mundo según la ONG Internacional Climate Transparency, que analiza la performance de los países del G20. Argentina se encuentra en el puesto 29 de 220 países en el mundo y en el tercer lugar en Latinoamérica detrás de Brasil y México.
Manos en acción
Esta realidad fue el punto de partida de muchas empresas para reducir el impacto de sus acciones en el medio ambiente. Una de ellas es Santander Argentina que, junto a cooperativas recicladoras, gestiona los residuos de sus edificios centrales y sucursales en municipios que cuentan con circuito de reciclaje. Así es que el #CompromisoSantander no es solo aminorar la problemática ambiental, sino también aportar en lo social.
Entre las organizaciones que acompaña, se encuentra la cooperativa de trabajo ‘Cartoneros del Sur’, que surgió en el 2000 cuando muchas personas, por la crisis, se quedaron sin trabajo y tuvieron que buscar un sustento. Lo hicieron en la calle, a través del cartoneo y la recolección de todo lo que sirva para sustentar a sus familia. Hombres, mujeres y niños recolectaban muchos materiales reciclados, pero no sabían dónde dejarlos o intercambiarlos.
Así fue como surge la figura de Graciela Ibarra (su actual directora) que comenzó a buscar la forma de reunirlos y canalizar todos los materiales. De esta manera nació la cooperativa que inició empleando 25 personas y que hoy cuenta con 54 colaboradores que tienen la posibilidad de no solo trabajar sino también contar con una obra social, un gran incentivo.
Sobre su actividad, Margarita, quien forma parte de la cooperativa, cuenta a POST que con los materiales que reciben, “los separamos en origen y luego va a la venta. Los Recuperadores Urbanos lo traen hasta la sede y de la venta, el 70% es para ellos y el restante 30% es para los gastos administrativos de la cooperativa”.
Gracias a un Recuperador Urbano que tiene su sitio de retiro alrededor del Edificio Garay de Santander, en el distrito de las Artes de la Ciudad de Buenos Aires, la cooperativa se vinculó con Santander para retirar todos los reciclados de su edificio. Margarita comparte que mayormente las compañías, “acuden gracias al boca a boca dentro del barrio o porque consultan a la página del Gobierno de la Ciudad para saber qué cooperativa le corresponde según su comuna”.
De esta manera, Santander, impulsa la separación de los residuos y se promueve el reciclado como una de las acciones fundamentales para aportar su granito de arena en el cuidado del medio ambiente. Con el objetivo de enseñar a los lectores, Margarita comparte las claves para separar los residuos:
“Sencillamente, para iniciar, la manera correcta es separar en bolsas diferenciadas. Los residuos húmedos se colocan en la negra y los reciclables y secos en bolsas verdes. En el caso de lo orgánico, siempre es ideal separarlo en un tercer lugar”. Como cierre, comparte qué materiales va en cada una de las bolsas:
– RECICLABLES
- Papel y cartón: cajas, envases, sobres, folletos, envases de tetrabrick.
- Plásticos: botellas y envases, tapitas, sachets, potes, film, vajilla descartable.
- Metales: latas de aluminio, conservas, latas de bebidas.
- Vidrio: botellas y frascos que no estén rotos.
– BASURA (no reciclables)
- Restos de carne
- Verduras o restos de ensalada condimentados
- Estos residuos son trasladados a rellenos sanitarios. Este método consiste en compactar y enterrar la basura, por eso es importante disminuir su cantidad al mínimo.
– ORGÁNICOS (sirven para hacer compost y fertilizar nuestras plantas)
- Yerba, café y saquitos de té
- Cáscaras y carozos de frutas y verduras
- Cáscaras de huevo
Si queres saber sobre los distintos puntos de recolección y conocer más sobre el reciclaje de distintos tipos de residuos, ingresa a Dónde Reciclo. Para conocer más sobre las acciones de Santander con el medio ambientes ingresa aquí.
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