Cuando todo cambia de golpe, la única forma de no quedarse atrás es recurrir al reskilling. Adquirir nuevas habilidades y reinventarse dejó de ser una opción: hoy es la manera más segura de seguir siendo relevante en el trabajo.
Aprender es la mejor manera de no quedarse atrás en un mundo laboral que da giros inesperados cada semana. Los proyectos cambian de rumbo de un día para otro, las herramientas tecnológicas evolucionan antes de que termines de dominarlas y quien se detiene corre el riesgo de quedar fuera de este círculo. En este escenario, quienes logran adaptarse y reconvertirse tienen más posibilidades de mantenerse relevantes.
Según el informe Randstad Employer Brand Research 2025, el 79% de los trabajadores argentinos considera que adquirir nuevas habilidades es fundamental. Dentro de ese grupo, un 59% sostiene que contar con el apoyo del empleador marca la diferencia.
“El reskilling dejó de ser algo aspiracional: hoy es una decisión necesaria para sostenerse activos, moverse entre proyectos y responder a distintos escenarios sin quedar fuera del mapa laboral”, comentó Susana Monzo, consultora en Talento y Diseño Organizacional, en diálogo con POST.
Empleabilidad en tiempos inestables
La tendencia no sorprende si se considera el panorama actual del empleo en Argentina. La inestabilidad económica y el avance acelerado de la tecnología cambiaron lo que significa estar preparado para el mundo laboral. En este escenario, la mejor forma de asegurar la empleabilidad es anticiparse.
“Muchas personas entendieron que la forma de seguir siendo empleables es desarrollando nuevas habilidades, incluso sin apoyo directo de sus empresas”, explicó Monzo. Además, añadió: “Hacen cursos online gratuitos, aprenden herramientas digitales y empiezan a usar inteligencia artificial”.
El conocimiento se convirtió en una inversión directa en el futuro personal y profesional de la gran mayoría de los argentinos. Esa energía, según la especialista, debería ser acompañada por las empresas: “El desafío de las empresas es canalizar esa motivación y convertirla en aprendizaje útil para el negocio”.
Qué buscan los trabajadores y cómo deben responder las empresas
El estudio de Randstad también arrojó datos sobre los factores que más valoran los trabajadores al momento de elegir un empleador. Entre ellos, las oportunidades de aprendizaje y desarrollo profesional ocupan un lugar central.
Además, el informe también reveló que las mujeres argentinas le otorgan más importancia al reskilling (81%) que los hombres (76%). Esto sugiere la necesidad de diseñar planes de formación inclusivos y adaptados a distintas realidades.
Desde la mirada de las empresas, el foco está en generar capacidades internas que permitan a sus empleados adaptarse a los nuevos desafíos. “Hoy muchas empresas no están lidiando con rotación voluntaria, sino con ajustes de dotación y trabajo por proyecto”, advirtió la consultora. Y también añadió que “por eso, más que retener talento, necesitan desarrollarlo para que pueda moverse dentro de la organización”.
Por su parte, Luciana Pugliese, psicóloga especializada en talento y reclutamiento, le comentó a POST sobre un matiz muy importante como identificar a los perfiles que tengan esa capacidad de adaptabilidad. “Hoy los reclutadores no se enfocan solo en el currículum, sino en cómo una persona enfrenta la incertidumbre”, detalló.
Además, comentó que las señales más claras suelen verse en:
- La capacidad de aprender rápido de la experiencia.
- Tolerar cambios sin perder foco.
- Proponer alternativas ante imprevistos.
- Mantener una comunicación clara incluso en entornos de presión.
También explicó que en entrevistas se observa mucho esta capacidad a través de los siguientes ejemplos concretos:
- Cómo resolvió cambios repentinos en su rol.
- Qué hizo cuando no tenía todos los recursos.
- Cómo transformó un error en aprendizaje.
Reskilling: capacitación útil y aplicable
Las iniciativas de reskilling no necesitan de grandes estructuras ni de presupuestos millonarios. Monzo habló de dos experiencias exitosas que tuvo en empresas pequeñas:
- La especialista comentó que en una PyME en la que trabaja una administrativa aprendió a utilizar herramientas de gestión de datos y empezó a colaborar con el área comercial.
- También contó que tuvo una experiencia con un operario que se capacitó en mantenimiento y ahora cumple funciones cruzadas.
“Esos son casos de reskilling concreto que aumentan la empleabilidad interna”, agregó la consultora en Talento y Diseño Organizacional. Este tipo de estrategias, además de optimizar recursos, incrementan el compromiso de los trabajadores y su sentido de pertenencia. Los trabajadores se involucran más con los objetivos del negocio cuando sienten que se valora su aprendizaje.
Sin embargo, Pugliese advirtió sobre los errores comunes de los programas de reskilling, y comentó que muchas empresas caen en dos trampas:
- Falta de diagnóstico real: brindan capacitaciones genéricas sin alinearlas con las necesidades estratégicas ni con los intereses de las personas.
- Se olvidan del acompañamiento: piensan que basta con “dar cursos”, sin generar espacios de seguimiento, práctica y reconocimiento.
“La clave está en diseñar programas co-creados con los equipos, vinculados a la cultura y al propósito de la organización, y que reconozcan los logros en el día a día, no solo al final”, enfatizó la psicóloga.
Reskilling: las habilidades más valoradas en la actualidad
La velocidad del cambio le exige a los trabajadores una capacidad cada vez mayor de adaptación. Monzo las resumió en tres grandes grupos:
- Habilidades digitales: uso de sistemas de gestión, plataformas colaborativas, herramientas de IA y productividad.
- Habilidades humanas: comunicación, organización, trabajo en equipo y compromiso.
- Actitud de aprendizaje: disposición a reconvertirse y asumir nuevos roles ante cada cambio del mercado.
“El trabajo no desaparece: se transforma. Y quienes sigan aprendiendo, se van a poder reubicar más fácilmente en cada nuevo escenario”, afirmó la consultora.
Por su parte, Pugliese se refirió a la urgencia y la incertidumbre del contexto argentino, y recomendó tres ejes fundamentales para equilibrar la urgencia de capacitarse y evitar caer en la sobrecarga:
- Aprendizaje dosificado con micro-capacitaciones que se puedan aplicar de inmediato.
- Priorizar lo relevante y formarse en lo que aporta valor al rol actual y al futuro cercano.
- Cuidar el bienestar, porque una persona agotada difícilmente pueda sostener el trabajo y la formación.
“La adaptabilidad y el aprendizaje continuo necesitan conciencia, foco y acompañamiento humano”, sostuvo.
Un momento clave para anticiparse
A pesar de que la intención de cambiar de empleo creció al 34%, los cambios efectivos son del 12% y se mantienen bajos. Este dato refleja una actitud prudente frente a la incertidumbre, pero también representa una oportunidad para las empresas.
“Esta relativa estabilidad es una oportunidad para que las empresas se anticipen y refuercen sus estrategias de formación y reskilling como un factor clave para consolidar el vínculo con el talento”, explicó Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay.
La pregunta, entonces, no es si vale la pena invertir en el desarrollo de habilidades, sino cómo hacerlo de forma estratégica y sostenible. Porque hoy, aprender no es solo crecer, es cuidar el futuro.
Aún no hay comentarios