El salario emocional combina beneficios, bienestar y sentido de pertenencia, y se posiciona como un factor clave para atraer y retener talento.
A la hora de elegir una oportunidad laboral, cada vez más personas consideran no solo la retribución económica, sino también las condiciones que favorecen su bienestar. Este conjunto de beneficios y experiencias es lo que se conoce como “salario emocional” y, en muchos casos, puede ser tan determinante como el sueldo.
En un primer análisis, al recibir una oferta laboral, suele evaluarse la carga de trabajo y la remuneración. Factores como el costo de vida, las oportunidades profesionales o la experiencia previa influyen en esa decisión. Sin embargo, una vez alcanzado cierto nivel de ingresos, entran en juego otros elementos que pueden inclinar la balanza. Contar con un buen plan de salud, espacios de descanso o servicios como snacks, bebidas y café de calidad son ejemplos de beneficios que impactan en la percepción del puesto.
Bienestar y sentido de pertenencia
Para Cecilia Russo, fundadora de Cecilia Russo Equipo + Humano, el salario emocional es clave porque el trabajo se ha convertido en un espacio de búsqueda de satisfacción, bienestar y sentido de pertenencia. “Si estos aspectos no están presentes, aparece la desmotivación y con ella la pérdida de productividad y eficacia”, señala.
En ese sentido, considera que, además de un salario fijo competitivo, es fundamental incorporar remuneraciones variables ligadas a resultados y beneficios flexibles, que permitan al colaborador elegir en función de sus intereses y prioridades, muchas veces vinculadas a la etapa de vida en la que se encuentra.
Víctor Dosoretz, director ejecutivo y cofundador de Briut Salud, resalta el crecimiento del enfoque “well health”, que integra la salud física, mental y emocional en el entorno laboral. Su objetivo es crear un ambiente positivo que potencie tanto el bienestar individual como el éxito organizacional.
“Equipos saludables contribuyen al bienestar de la organización, y una organización saludable fomenta el desarrollo de sus equipos. Este vínculo dinámico es la base de una cultura empresarial sostenible y exitosa”, explica.
Las políticas orientadas al “well health” favorecen la creatividad, la colaboración y la resiliencia. Programas de bienestar físico y mental, horarios flexibles y el reconocimiento al esfuerzo individual son iniciativas que fortalecen los equipos, reducen el estrés y previenen el agotamiento.
Salario emocional: un factor clave para retener talento
Russo subraya que, según diversas encuestas, el salario económico no es el único criterio al momento de elegir un puesto. Se valoran el proyecto en sí, su viabilidad y el estilo de liderazgo. Este último, aunque difícil de evaluar al inicio, resulta determinante para motivar y desarrollar al equipo a futuro.
En esa línea, considera que la relación con el líder es central: un liderazgo cercano, que actúe como coach y promueva el crecimiento del equipo, puede marcar la diferencia en el desempeño y en la permanencia dentro de la organización.
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