Cómo mejorar el uso de la tarjeta de crédito y evitar el estrés financiero

Por Equipo Santander Post | 19-12-2025 | 5 min de lectura

Detectar a tiempo una dificultad para pagar el resumen de la tarjeta de crédito puede marcar la diferencia entre reorganizar las finanzas o enfrentar una deuda creciente. Qué mirar y cómo actuar antes de que sea tarde. 

La tarjeta de crédito es una herramienta práctica que forma parte del día a día de muchas personas. Pero esa familiaridad también puede ser una desventaja: cuando su uso se vuelve automático y sin planificación, es fácil perder de vista que cada compra implica un compromiso futuro. Al no ver el dinero salir de inmediato, se diluye la percepción de gasto y se subestima el peso de lo acumulado mes a mes. 

En ese contexto, pueden pasar desapercibidos algunos indicios que anticipan un desequilibrio financiero. No se trata solo de mirar el monto final del resumen o la suma disponible para gastar, sino de prestar atención a ciertos patrones de uso y pago que, si se repiten, pueden generar problemas con el paso del tiempo. Estar atentos a esas señales permite tomar decisiones tempranas y evitar consecuencias difíciles de revertir

La señal más clara: no llegar al pago total

Una de las alertas más evidentes es no poder pagar el total del resumen de la tarjeta. Es un indicio concreto de que las finanzas personales están desbalanceadas. Si en los últimos meses venías cubriendo el 100% o al menos una parte significativa del saldo y ahora solo llegás al mínimo, es momento de revisar tu capacidad de compra.  

Es importante saber que, si bien el pago mínimo permite abonar solo una parte del gasto realizado en el mes, el saldo restante se traslada al período siguiente junto con intereses, además de los nuevos consumos que se realicen. 

Cuanto más tiempo pasa, mayor será el monto financiado y más altos serán los intereses asociados. Detectarlo a tiempo permite evaluar alternativas y tomar decisiones antes de que se convierta en una carga permanente.  

Tarjeta de crédito: otras alertas que vale la pena observar 

Usar gran parte del límite disponible de forma recurrente indica que los ingresos están quedando cortos para sostener el nivel de consumo. Esto no solo reduce el margen para imprevistos, sino que puede afectar el acceso a nuevas líneas de crédito

Pagar una tarjeta con otra es otro comportamiento que refleja un desequilibrio estructural. Es un recurso que quizá resuelve el mes, pero que a mediano plazo puede generar un ciclo de endeudamiento cruzado difícil de cortar. 

Por último, recibir una oferta para cuotificar el saldo antes del vencimiento puede ser una oportunidad, pero también una advertencia. Significa que el perfil de consumo está mostrando signos de tensión y que la entidad bancaria detectó una salud financiera débil. 

Comprender el impacto de los intereses 

En Argentina, el uso del crédito está fuertemente vinculado a la cultura del pago en cuotas. Muchas personas confían en que la inflación licuará esas deudas con el tiempo. Pero esa lógica puede llevar a subestimar el impacto del saldo pendiente por las cuotas acumuladas. 

Pagar solo el mínimo implica aceptar una financiación automática con tasas elevadas, donde los intereses se capitalizan mes a mes. Ese mecanismo, conocido como “revolving“, hace que lo que hoy parece una ayuda se convierta rápidamente en un compromiso difícil de desarmar

Herramientas disponibles y decisiones a tiempo 

Algunas entidades ofrecen alternativas antes de que la situación se complique. Por ejemplo, Santander permite cuotificar el saldo total con una tasa más baja que la del financiamiento automático. 

Esta opción aparece disponible para los usuarios en la solapa “Tu salud financiera, aunque es una herramienta disponible solo para ciertos perfiles de clientes de Santander. Permite transformar el saldo en un plan de pagos a una tasa reducida, conservando parte del límite de crédito. Está visible en la app, vía email o notificaciones push. El beneficio clave: actuar antes del vencimiento. Para quienes no acceden a esta opción personalizada, también existe la posibilidad de cuotificar el saldo. En todos los casos, anticiparse hace la diferencia. 

Mirar el resumen de la tarjeta de crédito con otros ojos 

El resumen mensual no es solo un comprobante de gasto: es una herramienta para entender tu situación financiera. Cuánto consumiste, cuánto podés pagar, cuánto vas a financiar. Leerlo con atención ayuda a tomar mejores decisiones. 

Revisá si hay cuotas que se superponen, si hay compras que podrías haber evitado o si hay gastos que se repiten sin aportar valor. Detectar patrones, establecer un plan de gastos en función de objetivos que nos gustaría alcanzar es un buen primer paso para cambiar hacia hábitos financieros más saludables 

No se trata de dejar de usar la tarjeta, sino de hacerlo con criterio. Planificar y revisar son formas concretas de cuidar tu salud financiera. 

Cuidar tu salud financiera es posible 

Anticiparse a los problemas que pueden aparecer con el uso de la tarjeta de crédito es parte de asumir una actitud activa. Usar la tarjeta con responsabilidad, revisar el resumen, aprovechar las herramientas disponibles y buscar ayuda si es necesario puede marcar una diferencia real. 

Reconocer a tiempo que algo se está desajustando no es un fracaso: es el primer paso para volver a tomar el control. Porque tener una buena salud financiera no es vivir sin crédito, sino saber cómo usarlo a tu favor.

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