Lucía Bellocchio: “Las ciudades inteligentes serán fruto de aquello que estamos construyendo hoy”

Por Equipo Santander Post | 01-03-2023 | 12 min de lectura

La fundadora de ‘Trend Smart Cities’, empresa que ofrece servicios de consultoría con el fin de ayudar a transformar las ciudades en entornos más inteligentes y sostenibles, cuenta cómo es la realidad argentina en la materia y comparte las claves para ser parte de esta ‘revolución smart’. Además, las últimas tendencias.

Con más de 350 ciudades visitadas en más de 40 países, se puede decir que Lucía Bellocchio es una viajera por naturaleza. Pero no para disfrutarlas únicamente o pasear, sino más bien para estudiarlas, analizarlas, pensarlas y, sobre todo, aprender de ellas. 

Con un MBA en negocios y Big Data, la licenciada en abogacía empezó a incursionar en las ciudades, las tecnologías y todo lo que rodea su gestión desde muy chica. 

Su gran anhelo por encontrar soluciones que permita a la población vivir en un entorno realmente ‘Smart’ y experimenten los beneficios de la combinación entre la innovación, la sustentabilidad y humanidad, la convirtieron en una referente no solo de Argentina sino del mundo. Entre sus múltiples reconocimientos se encuentra haber sido elegida entre las 50 mujeres líderes de Cono Sur por ‘Voces Vitales’ y, en 2022, como una de las 10 personas más influyentes globalmente en la industria de Smart cities. 

Por otro lado, además de crear contenidos sobre el tema y ser columnista para el Diario La Nación, es directora de la Diplomatura en Smart Cities en al Universidad Austral, el primer programa de habla hispana de LATAM sobre Smart Cities.

En un mano a mano con POST, cuenta cómo se inició en el mundo de las ciudades inteligentes y de qué manera Argentina puede seguir apostando y convertirse en un verdadero ejemplo de ‘Smart City’:

Siendo abogada y con un MBA en negocios y Big Data ¿cómo llegaste al mundo de las Smart Cities?

Desde chica me interesan las tecnologías, las ciudades y la forma en que ellas se organizan cultural, social y económicamente. Tuve la oportunidad de trabajar en un organismo público internacional que me dio la oportunidad de conocer profundamente las ciudades latinoamericanas, sus necesidades más básicas, sus oportunidades, su organización. Ello me hizo buscar posibles soluciones y ahí me encontré con la noción de ‘smart cities’ allí cuando recién comenzaba a estar más presente en ámbitos académicos y de grandes compañías tecnológicas. Trabajé en el sector privado y varios años en el sector público local, lo que me permitió ver cómo muchos de los desafíos que las ciudades enfrentan a nivel de servicios públicos, necesidades básicas que podían tener una posible respuesta bajo la mirada y enfoque Smart city. 

¿Qué te llevó a especializarte? ¿Qué es lo que más te apasiona de la materia?

Comencé a estudiar el tema por entender  que no podíamos quedarnos atrás en relación con lo que se estaba discutiendo y aplicando en ciudades referencia. Detecté la oportunidad de traer esta visión a Argentina. Fue entonces cuando junto a Alfonso Santiago -Director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral- desarrollamos la Diplomatura en Smart Cities posicionándonos como la primera oferta académica en español en toda LATAM. 

Me capacité, siempre estuve en contacto con ciudades, organizaciones y personas, busqué siempre estar con las últimas discusiones en la materia para poder volcarnos en el ámbito académico (Universidad Austral) y en el ámbito profesional (Trend Smart Cities).

Me apasiona trabajar en un área donde podés dejar una huella, donde tu trabajo puede generar un impacto real en la vida de las personas. Soy una apasionada de la vida en ciudades, por lo que no imagino un trabajo mejor que acompañar a quienes quieren transformarlas en espacios mejores.

¿Cómo nació Trend Smart Cities? ¿Cuál era tu objetivo cuando la fundaste?

Trend Smart Cities nació primero como un canal de difusión en español de noticias y novedades de lo que pasaba en la industria. Hasta ese entonces lo poco que había en la materia era solo en inglés, y quise acercar todas esas ideas e iniciativas a la región, para lograr inspirar a gobiernos y empresas en este camino de transformación y mostrar que ese cambio de gestión de las ciudades es posible e, incluso, necesario. 

Luego, ante una gran demanda, con un equipo multidisciplinario, comenzamos a ofrecer servicios de consultoría para gobiernos locales, empresas, inversores, emprendedores y startups, así como formación y capacitación sobre transformación digital, soluciones tech & data driven, movilidad, sostenibilidad, civic data, entre otros temas afines e inclusive análisis de tendencias y mercados, benchmarking hasta programas de inmersión técnica en diferentes ciudades del mundo. 

El hecho de haber tenido la oportunidad de recorrer más de 350 ciudades y más de 40 países, así como de tener un equipo de colaboradores esparcido por el mundo, nos permite tener un diferencial en el mercado; por un lado poder especializarnos solo en proyectos Smart city y por otro acerca a nuestros clientes una vision completamente global de los temas urbanos para trabajar en la ‘glocalización’ -pensar global, actuar local-.

Mi objetivo fue -y sigue siendo- ayudar y acompañar el diseño de ciudades inteligentes, sostenibles y con un diseño centrado en las personas y la naturaleza y generar vínculos sólidos que permitan hacer un diálogo fluido y constructivo entre sector público-privado-personas. 

Sos una gran creadora de contenidos con columnas, posteos en RRSS, libros, podcast, etc ¿Qué es lo que buscas a la hora de compartir información sobre las Smarts Cities?

Busco visibilizar las transformaciones que están atravesando las ciudades, inspirar a gobiernos, empresas y emprendedores con ideas y tendencias que se están llevando a cabo en otras partes del mundo y hacer que un tema que suele ser de nicho pueda ser entendido por la ciudadanía en general. Los resultados vienen siendo buenos, he generado una comunidad activa y que crece rápido. 

Que todos aprendamos a observar el mundo urbano con una visión diferente, a celebrar los pequeños cambios, a exigir cambios y decisiones que garanticen un mejor futuro y seamos conscientes de que cada uao de nuestras acciones cuenta en la construcción de ciudades más inteligentes, más sostenibles y principalmente más humanas.  

Estoy convencida de que las cosas están cambiando, entre ellas la forma de comunicar, por eso estoy contenta de que medios de comunicación importantes del país pongan este tema en la agenda -escribo para La Nación regularmente-, he firmado recientemente contrato con Editorial El Ateneo para publicar un libro de amplia difusión sobre la temática. 

¿Qué significó para vos haber sido elegida como una de las 50 mujeres líderes de Cono Sur por Voces Vitales?

Fue una enorme alegría. Este tipo de reconocimiento muchas veces vienen a afirmarnos que estamos en el camino correcto y a motivarnos aún más nuestra visión y objetivos.  

En 2021 estuve en la final del Globant Award Women that Build junto a dos importantes emprendimientos y el año pasado fui elegida como una de las 10 personas más influyentes globalmente en la industria de Smart cities, son reconocimientos que no me esperaba pero que claro me llenaron de emoción, entusiasmo y ganar de continuar recorriendo este camino que propone una visión aggionarnada al mundo en el que estamos viviendo que sin dudas es digital, pero que necesita focalizar en la sostenibilidad y en buscar un equilibrio en un diseño que contemple personas, tecnología y ambiente. 

¿Cuáles son las últimas tendencias en las Smart Cities qué marcarán el futuro de las ciudades?

Las principales tendencias giran en torno a: la consolidación de la digitalización de servicios y productos en las esferas de cualquier tipo de organización, un diseño sostenible que va desde servicios públicos hasta productos de consumo que abandonen el ego-design para pasar a un eco-design, un rediseño de los espacios públicos contemplando una mixtura de usas así como devolver el espacio que los autos nos han quitado a las personas, para que estos vuelvan a ser espacios de interacción social y comercial, buscando más verde y brindar infraestructura y seguridad para poder caminar más ellos y usar diferentes formas de micromovilidad

Principalmente luego de la pandemia, hemos visto cómo las tecnologías ha ocupado un rol esencial para comunicarnos, capacitarnos, trabajar, entretenernos, etc por lo que sus bondades son indiscutibles, ahora toca ver cómo conciliar ello de forma armónica para agregar valor a nuestra vida física (‘figital’). En este sentido, cobra cada vez más relevancia en el aspecto económico de las ciudades el concepto touchless cities, pues las ciudades tienen un protagonismo de medios digitales en sus transacciones electrónicas ampliamente aceptado. Incluso tipo de medio de pago comienza a escalar a servicios públicos como el transporte público, tasas administrativas, etc.

En fin, las tendencias nos están hablando de una innovación social y urbana con propósito, mucho más consciente.

¿Qué debe hacer o tener una ciudad para ser una Smart City? ¿Qué debe tener en cuenta para convertirse en una?

El primer paso comienza con la convicción sobre la necesidad de migrar de una gestión tradicional a una gestión inteligente de la ciudad; se necesita decisión política sostenida en el tiempo, un sector privado y organizaciones de la sociedad acompañen y apoyen estas decisiones y principalmente que vayan de la mano, es decir consolidar el ecosistema local que hará de la ciudad una Smart City. Esto requiere, claro, muchas veces un cambio de cultura interno en las organizaciones y desarrollar un mindset innovador y digital en las personas y equipos que lo componen.

Es necesario entender la agenda, compromisos y tendencias internacionales, leer muy bien el contexto local, identificar el ADN de la ciudad, sus virtudes y fortalezas para trazar un camino que se condiga con las características propias de la ciudad, para así alinear necesidades y expectativas de todos los sectores que se puedan reunir en una estrategia, en un norte a seguir. 

Acá no se trata de copiar estrategias sino de entender lo que se adecua a cada ciudad para trabajar colaborativa y convincentemente en ello.  

¿Se la puede considerar a Buenos Aires como una Smart City? ¿Por qué?

Sí, la ciudad de Buenos Aires viene trabajando en iniciativas que la posicionan como una de las principales Smart cities de la región, gracias a sus  políticas públicas basadas en evidencia, el uso de tecnologías en la interacción gobierno-ciudadanía (Boti, Ciudad 3D, solo por mencionar algunas), fondo para el desarrollo urbano sostenible promoviendo la mixtura de usos, más espacios públicos y lugares más verdes, promover una movilidad sostenible, trabajar en su proyección internacional, promover capacitación en tecnología, gaming, sostenibilidad, entre otras.

¿Y en las otras provincias o regiones del país? ¿Cuál es su actualidad en materia de tecnología e innovación?

Las ciudades de Córdoba y Mendoza, solo por mencionar algunas, se vienen posicionando con interesantes estrategias de ciudad inteligente y sostenible. No obstante, el tema está captando la atención de ciudades a lo largo y ancho del país, sin importar su tamaño y/o cantidad de población, pues ya no hay opción: las ciudades del siglo XXI deben adaptarse a las necesidades y demandas de los ciudadanos de este siglo.

La temática comienza además a estar en importantes mesas y foros de discusión, el senado, ámbito académico, sectores no gubernamentales, etc. Por ejemplo: Santiago del Estero será el anfitrión local, por segunda vez consecutiva, de un importante evento a nivel internacional que se llevará a cabo en junio: Smart City Expo que une a referentes del área, decisores públicos, empresas y la academia en pos de debatir sobre construcción de ciudades inteligentes en el país. 

¿Qué significa que una organización aplique un “enfoque Smart”? ¿Qué beneficios le otorga?

Para que una ciudad sea considerada un Smart City no basta con que el tema esté solo en la agenda del sector público. Por el contrario, se necesita que todos las áreas que componen y/o interactúan con la ciudad actúen con un enfoque ‘smart’, es decir basado en innovación, tecnología, sostenibilidad y centrándose en las personas. Así, podremos tener gobiernos, empresas e inclusive una ciudadanía Smart. Es pensar a la ciudad como un sistema, en que necesitamos que entidades administrativas, bancos, hospitales, peajes, el sector productivo (áreas de tecnología, servicios, energéticos, telecomunicaciones, movilidad y transporte, comercio), el sector de la construcción y el real estate incorporen una visión holística de smart city. El beneficio es mutuo (win-win), mejora la organización y además genera un impacto en la ciudad pensando como un todo. 

¿Qué mensaje de reflexión te gustaría dar a los lectores sobre el desarrollo de las Smart City?

Solemos tener una noción imaginaria de Smart city, para algunos, ligada a la ciencia ficción, para otros estrictamente vinculada a países desarrollados o inversiones millonarias y, la mayoría de las veces, a una noción que pareciera conversar solo con el futuro. Como sociedad es importante comenzar a desarrollar una visión urbana, en la que tomemos mayor consciencia que como decía Borges, “futuro no es lo que va a pasar, sino lo que juntos vamos a hacer”, es decir, las ciudades inteligentes serán fruto aquello que estamos construyendo hoy. Invito a quienes nos estén leyendo a que seamos ese cambio que queremos ver en el mundo, pero que empecemos por nuestras ciudades, que es sin dudas el contacto más directo que tenemos con el mundo, donde cada una de nuestras acciones cuenta para un futuro más inteligente, sostenible y centrado en las personas. 

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