Hoy retrata famosos, recauda fondos y ofrece el 100% de sus cuadros a causas benéficas. La historia detrás del accidente que le cambió su vida para siempre y cómo llegó al corazón de los y las celebrities.
La vida puede cambiar de un día para el otro, y Lukas Nicolino es un claro ejemplo de eso en varios sentidos. Un accidente lo obligó a dejar de trabajar y le imposibilitó para siempre de usar su mano derecha. Sin embargo, él y su arte son responsables hoy de cambiar la vida de muchas personas que se encuentran en momentos críticos como los que él mismo tuvo que pasar.
Durante la cuarentena, la rutina de Nicolino tomó un rumbo diferente al que acostumbraba. El licenciado en Relaciones Públicas, con un posgrado en Mercado de capitales, aprovechó el tiempo libre para demostrar que no existen impedimentos. Y así fue como empezó a hacer arte involucrando a celebridades y personas necesitadas de una ayuda.
Hoy con 39 años contacta a famosos reconocidos a los que rápidamente se compromete con las causas que se le presentan. El pacto es el siguiente: mientras él los retrata, las celebridades dejan su firma en la obra para darle mayor valor. Una vez que la obra está terminada, se abre una cuenta donde los fans pueden comprar bonos accesibles (aproximadamente de $300) para participar de un sorteo y ganarse el cuadro pintado por Lukas y firmado por su artista favorito.
¿Cómo es un día en la vida de Lukas Nicolino? ¿Cuál es tu rutina habitual?
Todos los días varían muchísimo. La realidad es que no tengo una rutina habitual. Lo único que sí me propuse y me impuse es entrenar; trato de entrenar todos los días. A veces, me resulta bastante difícil, pero lo intento para estar bien física y mentalmente. Para el resto voy administrando los tiempos entre entrevistas y mis obras. Básicamente eso, no tengo una rutina y eso es lo que más me gusta de mi vida.
¿Cuáles fueron los principales aprendizajes que obtuviste luego del accidente?
El principal aprendizaje que obtuve, después del accidente, fue que todo lo que pensaba o todo lo que me preocupaba, antes de estar en esa situación, pasó a importarme nada. Me di cuenta que viví mucho tiempo y en muchas ocasiones haciéndome problema por cosas que realmente no merecían la pena. Sí, quizá, ocuparme, pero no preocuparme tanto.
¿Cómo fue la experiencia de reeducar tu mano menos hábil?
La verdad es que lo viví de una manera muy natural porque era chico, tenía 18 años. Estuve en varios centros de rehabilitación y ahí nos enseñaban a hacer todo, desde cortarnos la comida, hasta vestirnos y escribir. Lo viví de una manera natural, no como un impedimento. Es más, cuando entré al centro y vi que todos los que habían tenido una discapacidad o no tenían un miembro podían reeducar su otra mano o hacer la vida adaptada, me ayudó a vivirlo de manera natural. Y mi motivación era que tenía toda la vida por delante.
¿Cuál era tu motivación cada día?
Antes tocaba la guitarra, estaba en el Conservatorio de violín y quería seguir la carrera de músico. En un principio ésa era mi motivación porque no sabía que me iba a quedar una discapacidad de por vida. Quizás, si lo hubiera sabido en ese momento, lo hubiera sufrido mucho más.
¿Cómo se te ocurrió pintar famosos? ¿Qué te llevó a retratarlos en tu arte?
Yo empecé a pintar para escapar del dolor y el aburrimiento. Después empecé a regalar obras y lo mostraba en mi Instagram. Así me empezaron a pedir obras, y cuando vi que estaba prácticamente todo el día pintando y ganando nada, lo mínimo e indispensable para vivir, empecé a pensar en cómo dar a conocer mi arte y poder vivir de eso. Ahí pensé que quizás la forma para darme a conocer y cotizar más mi obra era llegar a celebridades y obsequiarles las obras a modo de difusión. No conocía absolutamente a nadie, empecé a intentar contactar y bueno, gracias a Dios, de a poquito se fue dando.
En un video decís que buscás que tu trabajo “conecte con la persona que lo recibe y que lo lleve a un lugar que no sabía que existía”. ¿Cómo se logra eso?
Efectivamente, en el video que cuento sobre mi vida, que se llama “Reborn”, porque para mí fue un renacer toda esta experiencia que me tocó vivir. Cuando alguien me hace un pedido de obra, yo sí o sí necesito hablar con esa persona. Necesito entender qué es lo que busca detrás de esa obra: si es para regalarla a un ser querido o si es para él, necesito saber de esa persona, qué lo conmueve, qué lo motiva. Muchas veces ni ellos saben lo que quieren. Por ahí, me llama un cliente, me dice que quiere un regalo para su hija, un retrato de la hija, y después terminamos retratando al perro que tenía cuando ella era chiquitita y termina resultando el mejor regalo de su vida. Para que la persona conecte tengo que indagar.
¿Cuál fue el disparador que hizo que pongas en marcha este proyecto benéfico a través de estos cuadros?
El disparador fue la obra de Romina Yan que hice para Cris Morena. Claramente, ese fue un antes y un después en mi vida. Yo siempre tuve vocación de servicio, siempre que pude ayudar, ayudé, pero obviamente en una escala mucho menor de lo que lo estoy haciendo ahora. Cuando se presentó esa oportunidad de retratar a Romi, yo me ofrecí a obsequiársela a Franco Yankelevich y él no quiso, quería pagar. Entonces le propuse donar el monto y él estuvo de acuerdo.
¿Dónde donaste ese primer monto que lograste recaudar?
Ahí ayudamos a Aron, un chiquito que a los 4 años se incendió, perdió las dos manos, perdió a la mamá y quedó desfigurado producto del accidente. También quedó con un retraso madurativo. Eso fue un viaje de ida. Esos fondos fueron ahí y, a partir de ahí, comenzaron a llegarme más y más casos de ayuda y bueno, como que até cabos y creí que es una buena forma de ayudar: conseguir una celebridad que fuera conocida, que me ayude a traccionar con lo que es la promoción de la obra, en algunos casos hacerles firmar la obra cuando amerita y sortearla o rifarla entre sus seguidores. Esa es la metodología que adopté, es decir, apoyarme en las celebridades y darle ayuda a una familia que lo necesite o a Dar es Dar, la ONG que me adoptó como embajador.
Llegaste a reunirte y pintar celebridades como Nicki Nicole, Axel, L-Gante, Cholo Simeone, Fabián Cubero. ¿Cómo es tu primer acercamiento a ellos? ¿Cómo logras llamarles la atención para que sean parte del proyecto?
Yo no conocía absolutamente a nadie, pero hace poco había oído hablar de esta idea llamada “6 grados de separación” que cuenta que todos estamos unidos entre todos por no menos de cinco intermediarios. Esto significa que entre yo y el Papa tenemos un eslabón de 5 personas, por ejemplo. Empecé a aplicarlo y por suerte está dando resultados. Es empezar a preguntar, a contactarme, a llegar y siempre hay alguien que conoce a alguien, que conoce a alguien que me hace llegar.
Si tuvieras que quedarte o destacar una de tus campañas solidarias, ¿cuál sería y por qué?
Me costaría tener que elegir una de las campañas porque en todas le puse el corazón y todo lo que tenía. En el caso de Aron, en el caso de Iván para que no pierda la vista, Dar es Dar (ellos apoyan a bebés de 0 a 5 años desnutridos y le dan acompañamiento a las familias). Pero, si tuviera que elegir una, sería la casita de José C Paz. De no saber hacer nada en el hogar a construir una casa de material para una familia que vivía en condiciones infrahumanas lo consideré todo un logro. Tenían paredes de palet, techo de lona y vivían mojados. Hoy cada día que llueve pienso en esa familia que no tiene frío en invierno, que no va a tener calor en verano, que va a estar al resguardo de la lluvia.
Luego de tu experiencia vivida, ¿cómo se construye una persona solidaria? ¿De qué manera se puede incentivar a las personas a ser solidarios?
No sé si hay una fórmula para construir una persona solidaria, o si la hay yo no la sé. Creo que tiene mucho que ver con la empatía y con ponerse en el lugar de la otra persona. Yo siempre fui una persona muy empática y muy sensible, por lo cual siempre sentí el sufrimiento ajeno, pero también tener una experiencia límite me hizo dar cuenta de lo que realmente importa en la vida.
Yo trato de contagiar desde mi discurso, desde mi experiencia; no intento evangelizar a nadie, porque es muy personal el tema de la ayuda. Todos los que se vinculan con la solidaridad, en mi experiencia, son personas que hemos sufrido, sabemos lo que es el sufrimiento y queremos por todos los medios tratar de evitarselo al prójimo.
Aún no hay comentarios