La creadora de la plataforma que conecta profesores independientes con alumnos revela cómo surgió la idea de este emprendimiento y conversa sobre la realidad de los profesores particulares en la Argentina y el uso de la tecnología con propósito.
Verónica Silva es un ejemplo más de aquellos emprendedores millennials que transforman su experiencia personal en una solución para miles de personas. En diálogo con POST, la emprendedora tecnológica de 24 años cuenta cómo la idea de Apprendo, la plataforma y app que conecta profesores particulares con alumnos, surgió de “una necesidad propia”.
Revela que, como nunca fue ‘una chica diez’, solía recurrir a ayuda extra en algunas materias de la facultad y, en ese entonces, cayó en la cuenta de que la forma de contactar profesores particulares era muy ineficiente. Investigando notó que esto no era un problema que sufría ella sola, sino también otros compañeros de su facultad e incluso de distintas universidades o colegios.
La aplicación consiste en facilitar el contacto entre profesores independientes y alumnos. Este último se registra, busca las clases que le interesen y puede ver un listado de opciones según temática, precio y ubicación. Una vez que eligen a su maestro ideal, generan la reserva y coordinan la clase.
A continuación, Silva revela los primeros pasos y su creencia sobre la educación actual:
Tuviste una inquietud, creaste una idea y empezaste a desarrollarla. ¿Cómo fueron esos primeros pasos?
La idea de Apprendo surge de una necesidad propia, porque yo nunca fui una estudiante de diez y a veces necesitaba ayuda de profesores particulares para poder entender y aprobar algunas materias. Los primeros pasos los di como estudiante de negocios. Fue a modo teórico. Me puse a investigar cómo podías bajar a la realidad una idea de emprendimiento. Entonces, de esa manera fui investigando para entender la idea que tenía, viendo cómo podía llegar a hacerse realidad y cómo tendría que ser esa idea de negocio que estaba imaginando.
¿Y con qué ayuda o soluciones encontraste?
Participar de programas para emprendedores de capacitación y también de concursos, me permitió conocer más el ecosistema emprendedor: vincularme con personas que ya estaban emprendiendo o profesionales especialistas en distintas áreas. Y eso me ayudó mucho. Poder conectar con esas personas me hizo entender distintas cosas que yo ni siquiera sabía que existían del mundo emprendedor. Por ejemplo, comprender distintos criterios y perspectivas que hay que tener en cuenta cuando tenés un emprendimiento. Porque cuando uno tiene un proyecto o una idea en mente, por lo general sabés mucho de cierta área, pero tienes que capacitarte un montón y entender qué cosas son claves y no podés ignorar. Entonces, el conectarme con gente con más experiencia me ayudó mucho.
Si tuvieras que rescatar tres cosas (valores/principios/personas) que te dieron fuerzas para continuar y concluir con tu proyecto, ¿cuáles fueron?
El tema de la resiliencia es muy importante. El hecho de prepararse para la maratón y no para la carrera. También está el ser flexible, enamorarse del problema y no de la solución, y adecuarse a lo que necesita tu cliente. No tener la miopía del marketing donde te enamorás del producto y nada más, sino tener las agallas para cuestionar tu producto y servicio en pos de mejorarlo. Porque lo que importa es que sea algo que sirva. Y que sirva no quiere decir necesariamente que tenga que funcionar a nivel técnico, sino que la propuesta de valor sea válida y le sirva al usuario.
Otro valor y principio sería el no tener miedo a fallar y cometer errores, porque es parte del proceso. Todo el mundo en algún momento se equivocó. Es natural. Y también de esa forma podés aprender. Porque no importa si te equivocaste, si algo no salió como vos querías, lo que importa es lo que hacés con eso. Ver qué podés aprender de esas experiencias para continuar tu camino emprendedor.
¿Cuál es la realidad de los profesores particulares hoy? ¿Cómo se desenvuelven en el país?
Con respecto a la realidad de los profesores particulares hoy, podría decirse que por unas investigaciones que estuvimos haciendo, en su mayoría ellos obtienen sus clientes por conocidos o por conocidos de sus alumnos. Se siguen manejando de forma offline, a base de recomendaciones. Después están aquellas personas que quieren empezar a dar clases, pero no saben cómo, no se deciden. En realidad, ese no saber cómo va más que nada por el dilema de cómo conseguir su primer alumno, cómo lanzarse.
Más allá de las recomendaciones particulares, ¿de qué manera los profesores particulares pueden difundirse y generar confianza para atraer alumnado?
La forma que recomiendo es que participen de la comunidad de Apprendo, que se registren como profesores en la plataforma que nosotros ayudamos a que puedan difundir sus clases con potenciales alumnos de forma gratuita. Esto es algo que lo creamos con la intención de ayudar tanto al alumno, para que pueda acceder a mejores clases y más opciones, como al profesor, pretendiendo ser una herramienta de trabajo para estas personas. Así que, les recomendaría que se inscriban y formen parte de esta comunidad que cada día crece más.
¿Qué tan importante es la aplicación de la tecnología en la educación?
La tecnología y la educación se relacionan de distintas formas. A mí me gusta analizar principalmente dos: la tecnología implementada al proceso educativo, la cual consiste en herramientas para ayudar a que las personas puedan estudiar y aprender de formas “distintas” a las tradicionales; y la educación tecnológica, algo que es fundamental en el momento de la historia en el que nos encontramos, la cuarta revolución industrial.
Sin embargo, más allá de cómo enseñamos tenemos que pensar y cuestionarnos qué es lo que estamos enseñando. ¿Les estamos dando las herramientas a nuestros jóvenes para que el día de mañana puedan afrontar los desafíos laborales que van a tener? Sobre todo, cuando el 85% de los trabajos del 2030 aún no han sido creados.
Y desde tu visión, ¿cómo crees que se desarrolla en Argentina?
La currícula argentina está bastante desactualizada, no estamos preparando a nuestros chicos en tecnología para que puedan desarrollar esas habilidades necesarias para su futuro. Más allá de esto, en Argentina hay casi un 60% de pobreza infantil y no pudiendo garantizar derechos básicos para los niños, entre ellos, poder ir al colegio.
Sin duda, hay mucho trabajo para hacer. Desde el ámbito público y desde el ámbito privado podemos aportar. El mundo avanza en tecnología, los panoramas laborales cambian y como sociedad tenemos el deber moral de poder darles las herramientas a nuestros jóvenes para que puedan afrontar los desafíos que se les presenten.
Das charlas sobre tu historia, pero también sobre tu visión acerca del uso de la tecnología con propósito. ¿Qué son las tecnologías con propósito? ¿Cuál es tu visión sobre ellas?
Cuando comencé a emprender y me metí en el mundo de la tecnología me fascinaron las creaciones que se pueden realizar. Sobre todo, me encantó ver que muchas veces la diferencia no se marcaba por los recursos, sino por la creatividad y la perspectiva de las personas que diseñan las soluciones.
Cuando hablo de tecnología con propósito, o de emprender con propósito, me refiero al diseño de soluciones con impacto social. Abarcando una problemática de una forma integral, con pensamiento lateral. Estamos viviendo en un mundo donde una persona con una computadora y acceso a internet puede cambiarles la vida a miles, y eso es fascinante.
¿De qué manera se puede fomentar más emprendedores que utilicen “tecnología con propósito”?
¡Educando! Es importantísimo que hablemos más sobre la tecnología y sus usos en distintos niveles académicos. Cuando comencé a estudiar, empecé Negocios y veía que estaba lleno de personas con muchas ideas para emprender, pero con nulo conocimiento tecnológico. Si enseñamos habilidades digitales desde edades tempranas se derribarían los mitos y habría más emprendedores tecnológicos.
¿Qué mensajes o consejos le das a los jóvenes emprendedores que tienen ideas para emprender?
Mi consejo sería, hacé algo que te guste y que te motive. Emprender puede ser desafiante y hay que prepararse para la maratón y no para la carrera. Otro consejo que se me ocurre es que se enamoren del problema y no de la solución, es fundamental ser flexibles a la hora de crear soluciones. Adaptarse a distintos escenarios es una habilidad clave para emprender, la incertidumbre es parte de lo cotidiano. No tengan miedo de fallar, eso es normal, enfóquense en aprender de las experiencias.
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