Juan María Segura: “Un sistema educativo perfecto debería hacer de la diversidad un rasgo”

Por Equipo Santander Post | 17-12-2020 | 9 min de lectura

El CEO y fundador de Circusedu, una organización dedicada a proveer soluciones educativas, comparte su análisis sobre la educación en la actualidad en el país y vaticina su futuro.

La llegada de la pandemia produjo una crisis educativa al país sin precedentes. Desde el 16 de marzo -día que se anunció la cuarentena- más de 10 millones de estudiantes y casi 900.000 docentes de nivel inicial, primaria y secundaria dejaron de asistir al aula.  

La modalidad remota se convirtió en la primera -y única- salida, pero no en la mejor. De acuerdo a un sondeo de UNICEF, el 44% de los alumnos que asisten a escuelas estatales no cuentan con dispositivos electrónicos para hacer las tareas. Por eso, estudiar sin clases presenciales fue y es todo un desafío.

En busca de definir, analizar y proponer una mirada hacia el futuro de la educación de la Argentina, POST entrevistó a Juan María Segura, fundador de Circusedu, una organización dedicada a proveer soluciones educativas innovadoras para un mundo en red. En ella, trabaja con una amplia comunidad de alumnos, docentes, directivos, funcionarios públicos y padres que valoran las metodologías activas que ponen al aprendiz en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Para el también consultor, profesor y asesor especialista en innovación educativa, la digitalización del proceso educativo argentino aún es “extremadamente pobre y poco estimulante” y ve “muy lejos” la posibilidad de alcanzar la educación ‘perfecta’ que él mismo define. Por otro lado, comparte las nuevas habilidades que deben tener los y las docentes frente a los nuevos formatos. 

A continuación, la entrevista completa: 

Completá la frase: La educación argentina es…

Una travesía sin hoja de ruta en la que estamos naufragando como colectivo, más allá de que unos pocos se salven.

Brevemente ¿Cuáles son las problemáticas actuales de la educación en Argentina? 

El sistema educativo institucional argentino posee cinco problemas: 1) Ideológico-pedagógico (existe una tensión entre los objetivos de la calidad y los de la equidad, que generan políticas e iniciativas inconsistentes), 2) De gestión y gobierno (los burócratas que deciden sobre el sistema están lejos del aprendiz, y viceversa), 3) De logros y metas (los malos aprendizajes agregados obtenidos, medidos por todas pruebas estandarizadas, son consistentes con las intenciones de varios de no estigmatizar a los que no pueden aprender al ritmo esperado), 4) De entorno cultural (se le exige al proceso de enseñanza y aprendizaje que opere sin dejarse afectar por los influjos de una sociedad violenta, ventajista, inmoral y poco virtuosa, y eso no es posible), y 5) De diseño (el sistema se resiste a incorporar recursos de la cultura digital y a combinarlos en nuevos formatos originales).

¿Cómo es la actualidad de la Argentina en materia de educación digital?

La digitalización del proceso educativo argentino aún es extremadamente pobre y poco estimulante. La pandemia, en el mejor de los casos, solo ha logrado que los actores institucionales activen canales de interacción remota (Google Meet, Microsoft Teams, Skype, Zoom, Facebook Live, etc.), sin mucha modificación en las consignas de trabajo y en los formatos de evaluación. Como resultado de ello, el sistema de enseñanza presencial solo se ha mantenido presente a la distancia, pero mucho más desdibujado, sin haber logrado naturalizar nuevas formas de abordaje a las temáticas curriculares. Conceptos ya probados con éxito en otras partes del mundo, como la clase invertida, el aprendizaje basado en proyectos o el aprendizaje basado en el juego, continúan aún sin lograr adhesión disciplinar y adopción a escala. 

¿Cuál será el futuro de la educación? ¿Cuál será la nueva educación ´post pandemia’?

Siempre el futuro nos permite aprender de los errores, corregir y mejorar los diseños que organizan nuestras prácticas. Solo así podemos convertir datos de uso en insumos de diseño. Las políticas públicas educativas deberían alimentarse de estos datos, que afortunadamente se producen anualmente ya hace 4 años en nuestro país a partir del Operativo Aprender. Sin embargo, para que ese proceso ocurra, debemos interesarnos como sociedad por el resultado agregado del sistema en su meta principal, que es lograr que los niños aprendan. El futuro será alentador y el diseño del sistema post pandemia estimulante y atinado, si y solo si la sociedad aumenta su demanda hacia la clase dirigente. Debemos reclamar un sistema presencial más eficaz, y un sistema en línea de soporte que permita reconectar a todos los caídos del proceso. 

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la educación remota?

La ventaja principal de la educación remota es que habilita la enseñanza personalizada, el despliegue de trayectorias individuales de aprendizaje, a un costo por alumno extraordinariamente reducido en comparación con el formato presencial. Esa versatilidad y economía del sistema en línea amplia las posibilidades de que todos los alumnos estén estimulados con sus propios recorridos, con sus propios ritmos y con sus propios logros, con independencia de su condición sociocultural o económica. Esta personalización aumenta el interés del aprendiz por su experiencia, lo cual favorece su autonomía y capacidad de atención. La desventaja de este sistema es que rompe con el molde fabril escolar, lo cual obliga a repensar por completo la tarea del docente (y las leyes y estatutos que los organizan) y el rol de la currícula escolar oficial. 

¿Qué nuevas destrezas o habilidades deben tener los docentes hoy?

La primera y principal, es la idoneidad digital. No solo deben estar en condiciones de utilizar con naturalidad las herramientas tecnológicas básicas, sino que además deben aprender a valerse de las plataformas y recursos que les dinamicen esa educación personalizada que la tecnología habilita. El docente de pizarrón al frente de la cohorte debe dar lugar al docente tutor, acompañante del proceso de indagación del aprendiz. El docente de las respuestas que iluminan debe dar lugar al docente de las preguntas que provocan. El docente de la solemnidad debe dar espacio al docente del humor y la ironía. La autoridad del docente no la construye más el cargo, sino la gestión de las conversaciones ajustadas a cada situación temática y grupo etario.

¿Qué nuevas asignaturas debería incorporarse a la educación hoy? ¿Por qué?

Si aceptamos que la escuela enseña lenguajes (oral, escrito, matemático y científico), está claro que debe enseñar los lenguajes de la programación y el lenguaje del chat e internet. Adicionalmente, se debe introducir desde temprano a los niños en la ciencia de los datos, pues no habrá labor profesional en el futuro que no demande la capacidad de interpretar cantidades ingentes de datos todo el tiempo. Sumemos a ello la robótica, la capacidad narrativa, el manejo fluido de la oralidad u oratoria, la conciencia planetaria, el emprendedorismo y la enseñanza de las competencias (sociales, emocionales, éticas). Ese debería ser el nuevo combo.

¿Es posible pensar en una educación financiera en los colegios? ¿Qué beneficios tiene a la sociedad este tipo de educación?

La educación financiera estaría íntimamente asociada al emprendedorismo, así que la considero crítica. Diversas encuestas indican que para el año 2030 habrá más de dos tercios de la humanidad que trabajará en forma independiente, apoyado sobre los recursos y herramientas de la nube. Si esa predicción es cierta, considero a la educación financiera como un bloque temático central de ese tipo de enseñanza.

¿De qué manera la tecnología aporta a la educación?

De muchas maneras: abaratando los costos de producción de contenidos educativos, enriqueciendo los formatos de presentación de dichos contenidos, desarrollando canales nuevos de distribución, sorteando las barreras de la distancia territorial, habilitando el despliegue de trayectorias individuales de aprendizaje, ampliando los tiempos de utilización de los contenidos y recursos más allá del horario de las instituciones, favoreciendo vínculos personales entre aprendiz y maestro, midiendo y generando métricas nuevas. Y permitiendo que todo, todo se convierta en un registro y en un dato gestionable, que luego pueda ser utilizado para diseñar mejores soluciones, plataformas y herramientas de enseñanza.

Dictaste clases en varios países del mundo ¿qué diferencias ves en el alumnado del mundo y el de nuestro país?

Si bien es muy difícil generalizar, lo que noto es que los alumnos argentinos son menos estudiosos y dedicados, aunque ligeramente más creativos e ingeniosos. Esa combinación los hace más propensos a discutir desde la emocionalidad y no tanto desde la solidez de sus argumentaciones. Así, con el tiempo, desarrollan estilo, pero carecen de carácter. Son ‘entradores’, aunque sin preparación. Aprenden a escenificar más que a comprender en profundidad. Buscan sortear obstáculos, más que encontrar caminos allanados que permitan avanzar a mayor velocidad. Sin dudas, esta cualidad emula de alguna manera lo que ven en los adultos, que es una condición cultural inmadura frente a la responsabilidad de habitar su propio tiempo y problematizaciones.

Si tuviéramos que definir una educación “perfecta” ¿Cómo sería? ¿Qué debería tener y no tener?

En un sistema perfecto, cada niño debería lograr extraer su mejor versión, con la asistencia cariñosa, dedicada y paciente de adultos responsables. Un sistema perfecto debería formar ciudadanos libres, solidarios, pacíficos, tolerantes y trabajadores. Un sistema perfecto debería hacer de la diversidad y particularidad del aprendiz un rasgo, y no tratarla como un desvío. En un sistema perfecto, la calidad de los aprendizajes debería ser un delta de progreso variable, distinto para cada uno, y no un punto fijo al que todos deban llegar al mismo tiempo.

¿Qué tan lejos estamos de ella?

Muy, muy lejos. Pero algún día deberemos abordar ese debate y diseño, así que no pierdo las esperanzas.

1 comentario

  1. Carlos Fernandez Lobbe dice: 2020-12-17

    Muy certera evaluación de la situación educativa actual. Mis dudas alcanzan a saber si seremos capaces de revertir el proceso de destrucción de la enseñanza para retomar una situación de privilegio que tenía la argentina durante la primera mitad del siglo XX.
    Gracias

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